Crónica de la Semana negra de Gijón 2011 - 3
Crónica de la Semana negra de Gijón, del 28 al 31.
Jueves, 28 de julio de
2011
Este jueves decido acudir a la presentación del libro del
argentino Kike Ferrari: Que de lejos parecen
moscas, presentado por Paco Ignacio Taibo
II.
Es una novela muy distinta, y eso se agradece por la abundancia de
tópicos y clichés en las demás. Trabaja sobre un único personaje
central, que es la personificación de la figura maligna de América
Latina, un industrial reconvertido durante el Medenismo en rico con
prepotencia. Construye un enigma en la página 1: abre el maletero y
se encuentra un muerto. Se inicia la locura y pasan cosas en la
casa, en la calle, en la mente del protagonista. Y el final está
muy logrado. Es una novela muy sólida, se lee muy bien,
fluye.
Por la tarde también acudí a la mesa redonda Hijos de Mary
Shelley con Fernando Marías, Félix J. Palma, Patricia Esteban
Erlés y José Carlos
Somoza.
En esta charla, Fernando Marías nos presenta el libro
Cronotemia y otras historias de viajeros del
tiempo. Está tan orgulloso del libro, que hasta va
vestido como el libro (de morado y verde). Para la presentación,
pidió a cada uno de los autores presentes que eligiesen un objeto
representativo de su relato: Félix elige una pistola galáctica y
una carta, Patricia un bote de pastillas de colores y José Carlos
un collar.
En la carta que lee
Félix nos informa de que está enfermo de
Cronotemia y que su yo del futuro le ha avisado de que debe matar a
Fernando Marías después del acto porque al parecer en el futuro
estará muy celoso de su éxito e intentará matarle a él.
Patricia nos cuenta que con esas pastillas es
capaz de viajar al pasado, y cómo se ha hecho adicta a ellas, cómo
no hace más que regresar al pasado en que estaba con su amante,
incapaz de resistirse hasta que en el último viaje, ocurre algo que
le hará cambiar el curso de su historia.
Somoza nos cuenta la historia de una joya que
provoca asesinatos y, de vez en cuando, hace incisos en la
narración para explicarnos algún detalle. Desde luego, lo que quedó
claro es que si algún día le va mal como autor, siempre puede
dedicarse al teatro, ¡qué manera de leer!
Terminó la mesa redonda y pasó lo siguiente…
La última presentación de la noche a la que asistí fue la
de El valle de las
sombras,
de Jerónimo
Tristante, que presentó
con Juan Ramón
Biedma, Carlos Salem y Pedro de Paz. Estos 4 autores juntos son conocidos como
la generación Torrezno… así que la presentación prometía ser
divertida…
La trama policial que investiga las muertes misteriosas durante la
construcción de El Valle de los Caídos es el motor central de la
novela. Muestra a Franco tal y como era: obsesionado con el
megamausoleo, que quería que fuese más grande que el de Felipe
II.
Los personajes son muy opuestos entre sí: un preso del frente
republicano, oficial y policía antes de la guerra, que está
construyendo el Valle de los Caídos y un militar de carrera,
sanguinario, leyenda entre los vencedores, que es enviado al Valle
de los Caídos para investigar un caso de corrupción.
En
las obras hay dos guardianes: uno bondadoso y otro ruin. El
protagonista pregunta al bueno por qué es así, y este le contesta
que antes custodiaba a los presos que iban a morir. Esta
experiencia es real, ya que este hombre vigilaba a los presos del
patíbulo y vio cómo un cura se asombraba de que sólo le llevaban a
cinco de golpe para matarlos. Se suponía que el cura debería
apiadarse, pero no fue así y eso le hizo ver las cosas de otra
manera.
Jerónimo nos cuenta que quería explorar las amistades inesperadas
y el hecho de que durante la Guerra Civil se ocultó a gente del
otro bando (Lorca es un claro ejemplo), saltando la barrera
ideológica por el afecto.
Biedma nos dice que 2012 va a ser el año de Tristante, porque el
libro ya está siendo un éxito y acaba de salir.
Antes de despedirse, cada uno comenta en qué está trabajando en
esos momentos y hacen bromas con la Generación Torrezno.
Y eso es todo por hoy, esto es la Semana Negra… ¡Y sigue!
Viernes, 29 de
julio de 2011
Por la mañana tuvo
lugar la entrega de premios de la Semana Negra, cuyos ganadores
fueron:
PREMIO CELSIUS a la mejor novela de fantasía,
ciencia ficción o terror publicada originalmente en castellano en
2010: Ismael
Martínez Biurrun con
Mujer
abrazada a un cuervo. (Ed. Salto de
Página)
PREMIO ESPARTACO a la mejor novela histórica
publicada originalmente en castellano en 2010: Juan Esteban
Constaín (Colombia) por ¡Calcio! (Ed Seix
Barral)
PREMIO HAMMETT a la mejor novela negra publicada
originalmente en castellano en 2010: Ricardo Piglia (Argentina)
con
Blanco Nocturno (Ed. Anagrama)
MEMORIAL SILVERIO CAÑADA a la mejor primera
novela negra publicada originalmente en castellano en 2010: Javier
Calvo, Corona de flores, (Ed.
Mondadori).
PREMIO RODOLFO WALSH al mejor libro de no ficción
sobre tema criminal publicado originalmente en castellano en 2010:
Ex aequo para: Cruz Morcillo y Pablo Muñoz por Palabra
de Vor (Ed. Espasa) y LLuc Oliveras y Dani "El Rojo"
por Confesiones de un gángster de
Barcelona (Ediciones B).
PREMIO DE CUENTOS ATENEO SEMANA NEGRA: Reynaldo
Amado Liyo por "Arráncame la vida con el último beso de
amor"
Entre las presentaciones a las que acudí esta tarde, cabe destacar
la de Aquelarre, que contó con
Juan José Plans, José Carlos
Somoza, J.R. Biedma, Ismael Martínez Biurrún, Cristina Macía
y Jorge Iván.
Básicamente coincidían en muchos puntos con lo expuesto por mis
monstruos en su charla sobre el terror en España que se resumen en
uno: hay muy buenos escritores de género en este país.
A Somoza le encanta la portada del libro: Un
toro de Osborne al lado de la casa de Norman Bates.
Plans comenta que es una antología magnífica en la
que se tocan muchas facetas del terror que quieren inquietar al
lector. Biedma explica que aprovecha oportunidades
como esta antología para escribir relatos porque con
las novelas no tiene tiempo. Le pidieron algo que diese mucho miedo
y pensó que a él y a la mayoría de la gente algo que le da mucho
miedo es la enfermedad.
Portada
de Aquelarre.
Antología del cuento de terror español
actual.
Tras esta presentación tocaba ir a la carpa de la librería 35,
Baker St, en la que Paco Gómez Escribano estaba firmando su
libro El
círculo alquímico y allí nos juntamos
Vanessa Monfort, Steve Redwood, Carmen Moreno y algunos más que
fueron a darle ánimos a Paco y, de paso, comer tiramisú que yo
había cocinado.
Tras este descanso, fui a la presentación de
Lágrimas
en la lluvia, de Rosa
Montero, que contaba con la presencia de Fernando
Marías Y Laura Castañón.
Se trata de una novela negra en la trama, además aborda ideas,
reflexiones, que ella considera aparecen en las novelas "serias".
La novela tiene una estructura inteligente que permite situarse
perfectamente: hay un informe tipo wikipedia que hace uno de los
personajes para situarnos en la época en la que ocurre la acción
(Madrid, 2109)
Fernando dice que una de las cuestiones que más admira de Rosa es
que cada novela es distinta. Cuando uno lee el libro se da cuenta
de que va más allá del género en que está encasillado. Es una
novela llena de vida y amor a la vida, con una nostálgica historia
de amor.
Rosa Montero dice que las buenas novelas de
Ciencia Ficción son igual de buenas que las de cualquier otro
género y además, la CF nos da una herramienta poderosísima para
afrontar la realidad.
El libro surgió como un
regalo a sí misma cuando se dio cuenta al terminar su último libro
de que para cuando publicase el siguiente tendría 60 años. Creó un
mundo literario al que poder retirarse a escribir de cuando en
cuando. La ciencia ficción es un género muy exigente porque debe
tener lógica interna y coherencia, el mundo creado debe tener
sentido. Se le ocurrió que como le encanta leer novela negra y
ciencia ficción, sería bueno unirlo. Inventó a un replicante de
combate que investiga en el Madrid de 2109 una conspiración.
Su Bruna es el personaje más cercano a ella que ha escrito, es
ella en lo esencial pero exagerado: ella ama el vino blanco y hace
a su personaje alcohólica, por ejemplo. Incluso le dio a Bruna el
nombre que usa en ciertas páginas online, su propio nombre.
Este replicante no puede olvidar que es mortal, es la tragedia de
venir al mundo para morir. A los replicantes se les inserta un chip
con recuerdos (500 imágenes exactas). El primer crimen que tiene
que resolver están causados por replicantes que se han vuelto locos
porque usan drogas de memoria para tener más recuerdos. Hay un
personaje que es el memorista, que se ocupa de elaborar las
memorias de todos los replicantes.
Fernando
Marías dice que los
personajes no humanos del libro le generan mucha ternura, le da la
impresión de que los no humanos son buenos y los humanos los malos.
Se despiden y de aquí nos vamos a otra presentación;
El torturador arrepentido de
Carlos Salem, que es una obra de
teatro.
Es un libro muy valiente, ya que ha logrado presentar a un verdugo
y a una víctima quitándoles los clichés. Él ha podido escribirlo
porque vivió su infancia en la Patagonia y ni le secuestraron ni
torturaron, pero sabe que el terror de cualquiera era encontrarse
por la calle o comprando el pan en la misma tienda a un torturador
que te hubiese tenido prisionero.
Y eso es lo que pasa en la historia: 20 años más tarde, un preso
se encuentra con su torturador y debe decidir si matarle o no para
cumplir una promesa que realizó en la cárcel, pero sopesándolo con
lo bien que vivía él en ese momento.
En el escenario se puede ver el pasado y el presente. Hay un
dilema y es: ¿Si yo me vengo de alguien porque ha sido injusto
conmigo, no me vuelvo yo igual que él? También se plantea esta
pregunta: ¿Qué preferirías, ser torturador o torturado? Difícil
responder.
Para terminar, Carlos nos lee un fragmento que nos deja los pelos
de punta y así, con el silencio que quedó tras la presentación, nos
marchamos para intentar encontrar un sitio para cenar, porque más
tarde será la velada poética en la que estarán Luis García
Montero, Joaquín Sabina y Benjamín Prado.
(Elena Clemente, Steve Redwood, Adrián Gómez, Jesús Lens, Javier
Márquez y yo)
Pero fue del todo imposible entrar al recinto para el recital,
estaba llenísimo, así que decidimos ir al Don Manuel, donde nos
encontramos con otros amigos que estaban allí tomando
algo:
(Miguel Aguerralde y Vanessa Monfort).
Y por hoy, ya está… Esto es la Semana Negra… ¡Y sigue!
Sábado, 30 de
julio de 2011
Tras otra mañana
haciendo tiramisú para la firma de Juande
Garduño y Miguel
Aguerralde en el stand de 35, Baker St, llegué a la Semana
Negra con ganas de que fuese un éxito. Desde luego, se lo
merecen:
Cuando les dejé en el stand me dirigí a la presentación cruzada de
Juan Ramón Biedma, que presentaba
Antirresurrección y Cristina
Fallarás, que presentaba Las
niñas perdidas.
Cristina leyó el libro de Biedma sabiendo que era de zombis, y se
encontró con que los vivos dan más miedo que los zombis: Aparece un
niño muerto atado a una pila bautismal al que hay que matar porque
Sevilla está infectada por los zombis. Se encarga de investigar el
caso como en una novela negra a un policía derrotado que acaba de
regresar de recuperarse de un tiro en la cabeza y que no recuerda
qué le ha pasado. Le ayuda en este trabajo una detective a la que
han acusado de permitir que su marido viole a su hija con un grupo
de personas. Biedma retrata la podredumbre de los personajes,
siempre tienen una tara: problema físico, psiquiátrico, etc
(para
saber más leer reseña).
Biedma habla del libro de
Cristina, dice que es muy salvaje y que ella es la autora que está
cambiando la novela negra. Es la voz más clara y que habla desde un
nivel distinto al de otros escritores: ellos hablan de los
problemas de la sociedad, sin embargo, ella es la sociedad misma.
En el libro hay una periodista embarazada que intenta buscarse la
vida como detective que intenta conjugar su experiencia maternal
con la desaparición de unas niñas de una familia rica de Barcelona
que tienen un final atroz.
Ella nos lleva por un juego detectivesco a través de la ciudad,
nos invita a coger el bus y quedarnos tirados en las afueras, nos
habla de la sociedad, las diferencias entre barrios, cómo es un
pobre, cómo se busca la vida. Nos habla de la maternidad de forma
distinta a cómo se cuenta normalmente y los hombre que lo leen ven
que las mujeres son iguales que siempre y que siguen
adelante.
En ambas obras hay un eje central doloroso. Al violar el tabú de
los niños, se trata algo que no se trata en otras novelas: el niño
es consumido como en un bien de consumo. Cristina habla de las
mafias de pederastia de una manera nueva, vemos los distintos
niveles de implicación de los miembros de esas mafias: desde los
muy implicados a los que se muestran más despegados.
Cristina Macía se despide diciendo que son dos
libros muy duros de leer, pero que no hay que dejar de
leerlos.
La siguiente presentación a la que acudo es
Punto
de Fisión de David
Torres con Fernando
Marías.
A Fernando Marías le encanta decir que es posible que no guste,
pero también que es muy apasionante. Tiene un riesgo absoluto por
parte de su autor. Es una historia salvaje, que puede descolocar y
marear al lector. Se quedó conmocionado por las historias, sobre
todo la gran historia de amor, que es salvaje y moderna.
El autor utiliza la historia de Chernobyl porque sigue sin
contarse. Cuando se le ocurrió usar ese escenario, lo primero que
le vino a la cabeza fueron los niños. La historia de amor a la que
se refiere Fernando surgió por sí sola, hay una serie de fuerzas
que se unen y hay dos personajes, Julia y Sergei, que luchan y
colisionan continuamente. La historia de amor se une a más
elementos, como la ternura, la pornografía…
Es una novela que funciona por contrastes: sale un grupo
terrorista chulapo que pone una bomba en la Cibeles y piensan que
es alguien del atleti , pero luego ven que no porque le vuelan la
nariz a la estatua de Neptuno y dejan una nota que dice "Es el
chulo que castiga": Es el Pichi (Partido Independiente Chulapo),
que defienden lo autóctono,
como Cascorro, pero no estos otros dioses, que son extranjeros. El
autor advierte que la novela es ficción y que mejor no hacer grupos
terroristas chulapos.
Aparece un grupo mafioso que recluta niños para entrar en casas
contaminadas en Chernobyl para recuperar objetos. La infancia es lo
más duro, no podemos permitir que se maltrate a un niño. Es un
ejemplo del naufragio absoluto de los valores.
Finalizan diciendo que es un libro que pone a prueba al lector, es
para lectores valientes.
Tras esta presentación se produce un curioso fenómeno en la carpa:
una marabunta de personas comienza a llenarla porque va a hacerse
entrega del libro Pepsi de este año. Es un libro que cada año
distribuye gratuitamente la organización de la Semana Negra con la
colaboración de Pepsi y que sólo se puede encontrar ese día: está
lleno de obras de los asistentes a la Semana Negra, que firmarán
posteriormente la obra en la carpa de al lado.
El tema de este año es "La Frontera", y todos lo que encontraremos
en ese libro tiene que ver con él. En cuanto presentaron a los
autores y empezaron a repartir el libro, abandoné el recinto, ya
que como la mayoría de autores estaría más tarde en el hotel Don
Manuel, podría pedirles su autógrafo allí. Fui a recoger a Miguel
Aguerralde a la carpa en la que había estado firmando para ir
juntos hacia el hotel, pero antes de marcharnos, fui muy pícara y
conseguí que una pareja que pasaba por el stand terminase comprando
mi libro favorito: Noctámbulo, aprovechando que
estaba allí para firmarlo y, como se lo prometí, aquí os pongo la
foto
Tras la firma, nos dirigimos al hotel para tomar un último café
juntos, pues Miguel se marcharía al día siguiente muy pronto. Es
estupendo poder charlar con alguien que pone tanto empeño en luchar
por sacar adelante sus obras a pesar de las dificultades que está
encontrando, es un recordatorio de que nunca debemos dejar de
luchar por nuestros sueños. Estoy segura de que llegará muy lejos,
recordad mis palabras.
Cuando Miguel se marchó, me quedé un rato más en la terraza con la
Generación Torrezno y compañía, para que me firmasen el libro Pepsi
y unas horas después, me dirigí con pesar a mi hotel para
enfrentarme a la ardua tarea de intentar meter todos los libros
adquiridos en la maleta…
¡Ay, qué tristeza, es mi última noche en Gijón!
Domingo, 31 de
julio de 2011
Me levanto sin muchas
ganas de hacerlo, porque sé que me voy a enfrentar a algo muy duro:
despedirme de toda la gente maravillosa que he conocido estos días.
Pero hay que hacerlo, así que bajo las maletas a recepción y me
dirijo al Don Manuel para desayunar con Juande Garduño y esperar al
bus que nos llevará al recinto de la Semana Negra por última
vez.
Una vez en el recinto, es difícil contener las lágrimas al ver los
espacios vacíos, y nos dirigimos a la carpa grande de Encuentros
para asistir a la ceremonia de clausura de la XXIV Semana
Negra.
Mientras se llena de gente, me acuerdo de que no he hecho ninguna
foto a mi cuaderno rojo, poseedor de secretos y memorias de esta
Semana Negra y que he llevado a todas partes en el bolso, listo
para recoger cualquier cosa que ocurriese a mi
alrededor.
Y entonces llega el jefe, Paco Ignacio Taibo II,
y comienza un emotivo discurso ante una silenciosa audiencia, que
contenía la respiración para saber qué
ocurriría al año que viene, si se celebraría o sería este el último
año en que la Semana Negra vería la luz.
Comentó todo el impacto mediático y económico que la celebración
de la Semana Negra ha tenido para Gijón, y todo lo recibido
justifica de forma más que suficiente el gasto del ayuntamiento:
200.000 € de subvención a cambio de recibir casi 11 millones de
euros para la ciudad: hoteles y restaurantes llenos, taxis, buses,
tiendas…toda la ciudad se beneficia. El impacto virtual ha sido
increíble y, en una época en la que todas las ferias del libro han
sufrido grandes pérdidas, las ventas de libros en la Semana Negra
han subido un 14,5€. ¿Cómo es posible? Porque la feria del libro de
la Semana Negra es diferente, con ejemplares más baratos. Están
dando ejemplo de que no hay que aumentar el precio de los libros
con la crisis, sino hacerlos más asequibles.
Esta Semana Negra ha sido un éxito que ha sobrepasado las
expectativas y ha consolidado el festival con 24 años, como un
modelo único. Sigue establecer las reglas del juego para el año que
viene: Ya empiezan a organizar la del año que viene. ¿Dónde? Si es
posible, en Gijón.
De ser
posible, porque hay requerimientos mínimos: un lugar adecuado (el
ideal es donde se ha realizado este año, ya que fue construido para
ello): La valla está impoluta, ni los grafiteros la pintaron, ni se
usó para orinar ni nada de nada "¿Quiénes piensan que han estado
aquí? Aquí están los que leen en Gijón, que son muchos". Emplaza a
las autoridades a que guarden este recinto para el año que
viene.
También deben respetar los acuerdos económicos, sin ellos no
pueden hacer el festival. Les emplazan hasta el 15 de Septiembre
para recibir una respuesta.
Ya hay contactos con otros lugares si el ayuntamiento no cumple
estos requerimientos, pero siempre intentarán que sean en
Asturias.
Muchas veces ha estado a punto de tirar la toalla, tiene 60 años,
pero no lo ha hecho por trabajar con el magnífico equipo que tiene.
Él es la cara visible que recibe y reparte hostias, y está
encantado de repartirlas.
Agradece uno a uno a los voluntarios y trabajadores de la Semana
Negra de este año y dice "Con vosotros hago festivales hasta en
Camboya".
Y así, con lágrimas en los ojos por la emoción de saber que
volveremos a vernos y que esto no se acaba, nos despedimos seguros
de volver a la XXV Semana Negra el año que viene.
Me hago la última foto, con Marta Menéndez, una
nueva amiga que espero ver pronto, y salgo corriendo hacia el
autobús para no tener que despedirme de todo el mundo, porque
conociéndome, me pondría a llorar como una tonta.
A mi vuelta a casa, no hago más que ver vídeos, fotos, hablar con
los nuevos amigos que conocí y otros cuya amistad ha quedado
incluso más sellada que antes. El sentimiento de melancolía que me
invade es tan grande que para alguien que no haya vivido una Semana
Negra entera, es imposible de entender.
Pero estoy feliz, porque sé que habrá una XXV Semana Negra, y que
allí estaré yo para cubrirla y dar lo mejor de mí. Desde Madrid
apoyaré en lo que haga falta esta iniciativa cultural única, que no
debe perderse y de la que todo Gijonés debería sentirse
orgulloso.
Me gustaría agradecer especialmente a Marisa Cuyas y
Cristina Macía por su ayuda inicial, ya que sin ellas no
habría sido posible para mí asistir a este evento.
Y a Paco Ignacio Taibo II, PIT, por ser un luchador y no dejarse
vencer.
Esto es la Semana Negra… ¡Y sigue!
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