36 Feria del Libro de Valencia
Estamos muy acostumbrados a oir
hablar de las Ferias del Libro de Madrid y Barcelona por ser más
populares, ya sea por los escritores que allí van a firmar, como
por su amplitud de casetas, sin embargo esta que escribe es de
Valencia así que
este
año decidí pasarme por allí 3 días y cotillear un poco aunque esta
feria fuera más modesta. Y esto fue lo que ví.
En primer lugar aquel 30 de abril asistí con la idea de conocer a
una escritora de cuentos infantiles bastante joven llamanda
Montse Gisbert (El abecedario fantástico de Patam,
el elefante) ya que nos conocíamos a través de e-mail y sabía que
iba a ir a firmar su libro. Ví gente interesada en su libro y
también su sonrisa al descubrir que yo estaba allí, ojeé el libro y
comprobé que era para niños muy pequeños que empezaban a leer, muy
bonito. La única pena es que no me servía para ninguno de mis dos
niños (uno es muy mayor y la otra es muy pequeña).
No obstante no iba a ser sólo a Montse a la que iba a ver, mi idea
era patearme la Feria, hacer fotos, ver el ambiente… vivirlo. Y fue
muy emocionante, pero aún lo fue más llegar hasta al stand de la
organización -al final de la calle principal de Viveros- donde tres
escritoras firmaban libros.
La primera con la que hablé fue con una mujer estupenda,
amabilísima, cariñosa y muy simpática que era nada más y nada menos
que Isabel-Clara Simó. Estuvo encantada
de charlar conmigo -como con su compañera o cualquiera que
estuviera cerca- porque ella es así, abierta, majísima, toda una
sorpresa para mí. Acaban de re-editar su famosa novela Jùlia, y
allí estaba ella firmando ejemplares de ése y otros libros. A su
lado estaba la periodista Cristina Morató ("Las reinas de Africa" y
"Las damas de Oriente") y a la que no reconocí enseguida -es más,
recordé quien era cuando ya me estaba yendo-, e Isabel-Clara Simó
le hablaba a Cristina del libro "El curioso incidente del perro a
medianoche" de Mark Haddon. Me preguntó si lo había leído, le
confesé que no, pero ella hablaba entusiasmada igualmente.
Y lo que más me gustó es que al otro lado de la mesa quien firmaba
libros era una joven valenciana de nombre Laura Gallego que firmaba
libros sin descanso, sin un respiro, un libro tras otro, y otro y
otro y otro… y el comentario que hizo Isabel-Clara Simó mirándola
con una gran sonrisa:
- ¿No es fantástico? Ver cómo una chica joven firma tantos libros,
que hace que los niños lean tanto. (Por supuesto me lo dijo en
valenciano)
A Laura
Gallego podría bautizársele como la J. K. Rowling española,
pues se ha metido en el bolsillo a una gran cantidad de jóvenes,
niños y adolescentes con sus novelas. El escritor Jorge Gómez Soto
la define -en un comentario que me hizo- como una mezcla de Michael
Ende, J. R. Tolkien y J. K. Rowling, o para ser más exacta, "la
heredera" de estos escritores.
Laura Gallego, nacida en Quart de Poblet y residente en Alboraya,
ha publicado con éxito varios libros, pero el que más se veía sobre
su mesa (al menos durante el tiempo que yo estuve allí) era su
último libro, "Memorias de Idhún", un tocho de 570 páginas que no
dejó de venderse durante las tres o cuatro horas que estuve en la
Feria. Creo que fue por eso que me resultó muy curioso cuando, al
día siguiente, compré los periódios valencianos Levante y Las
Provincias y me encontré sorpresivamente que en este último diario
en vez de salir ella en contraportada salía Cristina
Morató. La cantidad de libros que firmó Laura Gallego en la
Feria del Libro de Valencia era "impresionante" (imagino cómo
acabaría su muñeca de tanto firmar) por eso considero una
injusticia enorme que no se le haya dado en su propia ciudad más
publicidad a su obra, su talento, su persona y lo que está
consiguiendo en los jóvenes y niños de nuestro país con sus
libros... y también dicho sea de paso, a la cola incesante de gente
en su puesto para que le firmaran el libro. Yo no quiero decir que
Cristina Morató no mereciera aparecer en contraportada en el
periódico pero sí reclamar la injusticia cometida con Laura Gallego
a la que ni se nombraba en el artículo (ni a ella ni a Isabel-Clara
Simó -alcoyana-, cosa que no entiendo, y menos aún que en el otro
periódico tampoco apareciera "nada" sobre ellas,
que eran las estrellas aquel día). Sólo decir que para no
interrumpir a sus fans, yo decidí hacer cola igualmente para poder
hablar con Laura.
Y hablando de eso, como persona es un auténtico encanto, tiene su propia web oficial -más completa imposible- y la teníais que ver tan dedicada a la firma de su libro y a sus lectores (por no hablar de mí, que quedé impresionada con ella). Por cierto que antes dije que "Memorias de Idhún" era su último libro, pero he de rectificar, porque Laura Gallego ha sacado un libro infantil titulado "Alba tiene una amiga muy especial", para niños más pequeños.
Por supuesto no quise interrumpir demasiado su tarea así que la
dejé continuar y me fui a dar un paseo que resultó de lo más
interesante. Llegué a la caseta de "La Máscara", una librería
valenciana (mi favorita junto a París-Valencia) cuyo dueño, Luis,
colabora en la radio con el periodista Pablo Motos
en su programa "No somos nadie". No pude evitar hablar con él
porque de sus comentarios surgieron en esta web la página "Ranking
de insoportables". Luis es una persona muy sincera, cuando cree que
un libro no vale la pena, argumenta el por qué y lo dice a cara
descubierta, y no sólo es interesante, también es polémico . Pero
de esto, si me la concede, ya hablaremos en una entrevista, tiene
que decidirse a darme el sí. Debo decir que ante mis ojos, justo al
lado de la cabeza de Luis, había un libro que hacía que me girara
incesantemente hacia la izquierda… La trilogía de Auschwitz de
Primo Levi (Si esto es un hombre, La tregua y Los hundidos y los
salvados). El libro era caro y no llevaba un duro encima, pero
llevaba mucho tiempo buscándolo… ¿qué pasó? Que volví al día
siguiente a comprármelo pero no estaba él en la caseta, era su día
de descanso.
En esos días conocí también a un joven escritor de cuentos
infantiles, Eduard Costa, cuyo libro de teatro, "Circus", no sólo
estaba
premiado sino que, además, se estaba representando en teatros con
actores adultos haciendo papeles de niños. Eduard se mostró muy
amable desde la caseta Bromera. Licenciado en Derecho y Arte
Dramático, Eduard es, además de dramaturgo, actor.
Laura Gallego, Cristina Morató
e Isabel-Clara Simó
Mis visitas no acabaron ahí, y tampoco mis sorpresas. El viernes 7
de mayo firmaba libros en la caseta de El Corte Inglés el escritor
aquí entrevistado Guillermo Galván. Ante él estaba su
última obra, "De las cenizas". Llegué tarde, casi a propósito
porque la idea era tomarnos alguna cerveza (o agua, o café…) para
conocernos en persona ya que sólo nos conocíamos por internet. Ya
sé que también estaba Carmen Alborch -entre otros-
firmando libros, pero ese día lo tenía reservado para Guillermo.
Así, fui directa a buscarle y en pocos minutos salía de su caseta y
nos íbamos a tomar algo con un amigo suyo. Mi fastidio más grande
fue cuando fui a hacerle una foto a Guillermo con su libro y me di
cuenta de que la cámara estaba sin batería ¡casi me da algo!. En
fin, una verdadera pena porque ilustraría muy bien este artículo ya
que estaba su libro, un anuncio y su rostro en un enfoque perfecto.
Guillermo Galván es una persona sencilla, agradable, un tipo
apuesto, y como anécdota decir que en su familia también su hermano
es escritor: Francisco Galván. Era fácil
hablar con él de cualquier cosa, y también con su amigo
-valenciano- que se lo llevaba a cenar al Perellonet (en la costa)
y fue una pena no poder disfrutar más de ambos amigos.
Cuando ya nos íbamos me fijé en algo en lo que habíamos reparado
antes de irnos a tomar la cerveza (o el café, o el agua…) y era una
cola enorme que salía de la caseta de la mencionada anteriormente
"La Máscara". Según me había comentado Guillermo Galván, era la
firma de libros del locutor (y escritor) Pablo
Motos -valenciano también-, el mismo con el que colabora
Luis, el dueño de la librería. La firma ¡ni siquiera estaba
anunciada en la web oficial de la Feria del Libro! y ahí estaba
Motos firmando una cola larguísima que había menguado muy poco
cuando nos íbamos, y según tenía entendido, llevaba así toda la
tarde. A pesar de que me hubiera gustado hablar con él, me acerqué
sólo para despedirme de Luis y decirle que finalmente había vuelto
a comprar el libro de Primo Levi.
Por supuesto en esta Feria me perdí muchas cosas, como las
Actividades que tenía la organización en el Parque de Viveros, más
completa imposible, aunque sí cotillée en alguna carpa para ver que
efectivamente, había asistentes en las charlas. Y escritores y
escritoras a punta pala, conocidos y no tanto, algunos repitiendo
días distintos y otros acudiendo una sola vez. Pero disfruté la
Feria, vaya que sí :)
Para quien tenga interés, aquí está la dirección de la 36 Feria
del Libro de Valencia: http://www.firallibre.com
La Feria cuando ya
era hora de marcharse
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