Crónica de los Premios de novela Azorín 2014 - 3

Crónica de los Premios de novela Azorín 2014, página 3

Mientras se hacían fotos en el escenario, nos marchamos a la otra zona, donde me hice (bueno, yo no, ya sabéis lo rápido que busco fotógrafo) una foto. Esta es:

Las lucecitas de colores las he puesto yo, que he descubierto un programa de diseño muy chulo y lo estoy aprovechando.

Al poco de llegar aquí vino Nativel Preciado y nos saludamos -muy alegres y cariñosas ambas, porque no sé si lo sabéis, pero somos muy alegres y cariñosas ambas, jajajaa-. Nos conocimos cuando la videoentrevisté en el 2011 por "Nadie pudo con ellos". Y como las dos somos tan majas, a Eva Montesinos (Responsable de Prensa de Espasa en Valencia) debieron pitarle los oídos pero con cositas cariñosas, porque resulta que ambas la queremos mucho (yo especialmente).

Con ella llegó el resto del jurado, un montón de periodistas y el premiado, la estrella de la noche. Ocuparon sus puestos y comenzó la rueda de prensa.

Ramón Pernas dio las gracias a su mujer, "Gracias, Milagros" -dijo mirando a su izquierda, bastante detrás de mí (pensé, luego me giro), "que me pone los puntos sobre las íes, también en casa", concluyó.

Intentó contarnos su novela, pero al final nos confesó que cuenta malísimamente mal sus novelas, y que cuenta mejor las de Juan Eslava Galán. Un pequeño punto de humor en un evento de apariencia muy seria. Siempre se agradecen estos detalles.

También nos dijo que "he disfrutado mucho leyendo, y he disfrutado y he creado". Venía a decir que él también era lector -desmarcándose así de esos escritores que sólo se leen a sí mismos-, y que disfruta tanto leyendo como escribiendo, creando.

Luego pasó a las preguntas y muy poquito después me levanté pensando que tras de mí seguían Nativel, Almudena de Arteaga y dos mujeres más que le acompañaban y que, en principio no sabían quiénes eran. Eso sí, ahora sospechaba que una de ellas era Milagros, la mujer de Ramón Pernas. Pero mi gozo en un pozo, cuando me giré no estaba Nativel, así que fui a ciegas, pero fui.

Y le pregunté a quien no era, si era Almudena Arteaga, y después me senté en el sofá a lado de una mujer de agradable aspecto y elegante, y confirmando mis sospechas descubrí que sí, que era Milagros, la mujer de Ramón Pernas. Y aquí vino un diálogo de besuga. En singular, sí, porque la besuga fui yo.

No hacía mucho me había puesto en contacto con Milagros Frías, escritora, para pedirle su biografía porque quería hacerle una página de autora. Contacté con ella por Facebook. Me contestó y desde entonces está en anikaentrelibros. Pero yo no había caído en que ambas Milagros eran la misma así que cuando me dirigí a ella no sabía que era la escritora.

Como bastante antes había hecho lo mismo con Ramón Pernas (y recordad que Milagros es la mujer de Ramón o Ramón el marido de Milagros), ella me preguntó "¿tú me escribiste para pedirme información biográfica, verdad?". Y yo, "sí, de Ramón, y supongo que me contestarías tú", y ella, "no, mía". Y yo dale que te pego dándole vueltas a la cabeza y pensando que la lógica era que yo le había pedido la info a Ramón y que había sido su mujer quien me habías pasado esa información, y la pobre mujer ya me miraba como si yo viviera en Venus cuando al final algo me hace clic y le pregunto: "¿Cuál es tu apellido?". "Frías", me contestó. "¡Claaaaaaro, Milagros Frías! ¡Sí te escribí yo!". Y aunque creáis que aquí acabó mi conversación de besuga lo cierto es que aún le di más motivos para creer que si no de Venus, venía de Saturno. Y qué maja es que no me miró mal en ningún momento -y a lo mejor hasta lo merecía… tanto despiste no puede ser bueno-. Debo confesar que me he quedado con una imagen maravillosa de esta mujer. Me encantó conocerla.

Hasta me hizo de fotógrafa cuando posé junto a Ramón Pernas, con quien comparto amigo: Fernando Marías.

Después conocí a una persona muy interesante de Planeta, Carlos Crehueras, Director de Comunicación del Área de Relaciones Externas. Para mí lo más sorprendente siempre es que no tenga que presentarme, que no tenga que decir "soy Anika, tengo una revista de literatura online que hace esto o lo otro". Que sepan ya algo de mí o directamente quién soy me sorprende, y me emociona también, y por supuesto evita que pierda el tiempo y parezca una spammer profesional, que no es poco.

La anécdota es que hubo una persona que no dijo conocerme, Almudena de Arteaga, y me resultaba divertido porque precisamente ella está entrevistada en la web, jajaja. Pero posar, posó conmigo, y bueno… ya me conoce :)

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