Crónica de los Premios de novela Azorín 2014 - 2

Crónica de los Premios de novela Azorín 2014, página 2

Nuestra visibilidad desde arriba era estupenda, excepto por las fotos a distancia que no salían tan bien. Pero lo más gracioso es que yo había cambiado un móvil jurásico por uno moderno con todas esas cositas de las que todos -menos yo- sabéis y mucho porque sois capaces de conectaros a mi Facebook y a mi web desde vuestros móviles (y yo en esto, novata). Así que ahí estaba yo, aprendiendo en pleno evento… Menos mal que Alfredo, que venía conmigo, me contó algún secretillo. Con los que me chivaron mi hijo y su amigo unos días antes conseguí no meter mucho la pata. ¡Hasta conseguí compartir fotos en Factbook y en Twister (he puesto Facebook y Twitter pero el corrector automático del Word es así de lelo). La cuestión es que volvía a parecer una niña con un juguete nuevo, y algo de eso hay, pero llevaba también conmigo mi cámara de siempre, con la que hago la videoentrevistas. Eso sí, conseguí hacer esta foto en la que salimos Alfredo y yo y no salió nada mal (aunque yo no esté estupenda ¡y luego me decís que soy fotogénica, ja!).

El evento dio comienzo y yo hice mi primera foto para tuitearla (fallé, me costó tres fotos conseguir compartir fotos en Twitter y en Facebook, pero al final lo conseguí). Ramón Arangüena era el presentador, y estaría cansado -como más tarde me contaron- pero lo hizo estupendamente, con una buena declinación, algo esencial para el texto que tenía.

Foto empequeñecida para que se aprecie mejor porque debido a la distancia no se veía bien.

Esta presentación tenía un juego de palabras e imágenes.

Al fondo se veía el sombrero que reconocemos como el Azorín, y éste era en realidad una pantalla. Arangüena departía, al parecer con nadie, pero de pronto parecía una imagen femenina en el sombrero y contestaba a su pregunta. Así pudimos ver a Ángela Becerra o Almudena de Arteaga dentro de ese curioso sombrero de luz en un ambiente oscuro que les daba, a ellas, todo el protagonismo.

Lamentablemente ese contraste hacía que no se viera muy bien a través de una foto pero lo que véis ahí no es un fantasma, os lo juro.

También pudimos escuchar a José Luis Ferris, escritor alicantino que ganó el premio Azorín 1999, y nos contó una anécdota bastante curiosa, pues al parecer en su novela había un infarto y él terminó teniendo un ataque al corazón. No es que sea masoca y se provocara el ataque en plan escuela Stanislawski, es que las cosas sucedieron así.

Después dio paso a una danza en semioscuridad. Cada bailarín sostenía las letras de a-z-o-r-ín (separadas así), letras blancas que bailaban con ellos y cruzaban el escenario, revoloteaban, descansaban, volvían a cambiar de sitio. Y así disfrutamos de una curiosa danza de letras. En la imagen podéis verlas descansando en una esquina, pero normalmente bailaban en las manos de los bailarines compartiendo coreografía.

Cuando terminó la danza volvió la luz y Arangüena invitó al jurado a subir al escenario. Era el momento de decirnos quién era el ganador del premio de novela Azorín 2014. 

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Y tras invitar al jurado y compartir el nombre del ganador, Ramón Pernas subió a recoger su premio, decir algunas palabras y posar para las primeras fotos. Las siguientes vendrían después.

Ramón Pernas se presentó al concurso con pseudónimo y no tardaremos mucho en conocer su obra, "Hotel Paradiso", que publicará la editorial Planeta.

Demostración de que he aprendido a tuitear desde el móvil (bieeeeeeeen) y hasta incluir fotos (extracto de mi Twitter @anikalibros):

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