Semana Negra 2013 - 2
Miércoles 10 de julio
La mañana comienza un poco triste porque toca despedidas. En este caso, se marcha la maravillosa Elia Barceló, a la que pude ver muy poquito debido a que nuestros días de estancia en la Semana Negra se cruzaron, pero aun así, me hizo mucha ilusión volver a verla, sobre todo después de que me pasase todo el viaje en tren de Madrid a Gijón leyendo su libro "Hijos del clan rojo" (ed. Destino), del que próximamente sacaremos la reseña.
Elena Martínez y Elia Barceló
Este miércoles es sin duda el día de un escritor: William C. Gordon, el hombre de negro, inconfundible por su camisa y su sombrero fuese donde fuese. Tanto en la rueda de prensa como en la charla de por la tarde, este autor estadounidense, plácido y paciente (y lo de paciente es porque la gente no hace más que preguntarle por su mujer, Isabel Allende), nos deleitó no sólo con su simpatía y su maravillosa sonrisa, sino que nos desveló una producción literaria que ha pasado prácticamente desapercibida en España hasta ahora.
William Gordon y su sonrisa
En la rueda de prensa, presentado por Paco Taibo , fue precisamente uno de los comentarios con los que se inició la charla, la grata sorpresa que se llevó Paco al leer los libros de William y encontrarse con una novela negra de calidad, que le remitía a los clásicos del género y con los que se disfrutaba mucho en la lectura.
William Gordon y Paco Taibo en la rueda de prensa
William nos contó que creció en un barrio mexicano en Los Ángeles y allí tuvo que aprender rápido a andar y correr. También aprendió el español que tan bien habla. Como anécdota, nos contó que él era abogado (fue el abogado de Ramón Huidobro, padrastro de Isabel Allende), y que, aunque su mujer es muy mandona, le ha ayudado mucho a la hora de reconvertir su carrera de abogado a escritor. En su primer manuscrito había un enano pervertido y su mujer le dijo que no lo querría leer nadie porque ninguna mujer querría acostarse con él.
Ángel de la Calle y William Gordon
Haciendo caso a su mujer, reescribió el libro ("Duelo en Chinatown") pero, por cabezonería y un poco de venganza, metió al enano también en otro libro ("El enano"). Nos contó que no quería que el protagonista pudiese utilizar medios tecnológicos para resolver el crimen, no quería nada de teléfonos móviles, ni ordenadores ni un científico que dijera que el crimen se resolvía por alguna prueba química. Quería que fuese un detective tradicional. Ese personaje va cambiando en todos los libros, al principio no podía hacer nada por sí mismo, estaba deprimido e incluso tuvo un accidente en el que hizo mucho daño a una joven. También hay personajes en sus libros que están basados en personas reales, como una que representa a su madrastra, que lo escribió para vengarse por cómo le trataba.
Si no conocéis la obra de William, os animo a leerle, porque os llevaréis una agradable sorpresa.
Elena Martínez y William C. Gordon
Esa misma tarde, entre otras actividades, tuvo lugar una mesa redonda sobre "Ahora Latinoamérica en género negro". Con Horacio Convertini, Edwin Umaña Peña, Rodolfo Santullo, Juan Carlos Chirinos, moderada por Marcelo Luján.
Por cierto, se me olvidaba enseñaros algo que es muy típico de la Semana Negra: la Librería de la Campana. Después de cada presentación, siempre suena la campanita para anunciar que ya pueden ir a comprar los libros y que es allí donde se sienta el autor para firmar los ejemplares. No me puedo imaginar una Semana Negra sin que suene esa campana tras cada presentación.
Como sabéis, la Semana Negra se reinventa a sí misma cada año, intentando incorporar nuevos contenidos y actividades que sean del agrado del público. Una de las actividades nuevas de este año y que tuvo muy buena acogida, fueron las charlas que mantenía Félix de la Concha con distintos autores mientras elaboraba un retrato en directo, que luego se colgaba en la carpa del Encuentro para exponerla. Este miércoles fue el turno de Juan Madrid, y podéis ver en estas fotos el proceso que siguió, así como el resultado final de los retratos que se expusieron hasta el último día:
Juan Madrid, preparado para comentar la entrevista/posado
Juan Madrid y Félix de la Concha
Retratos finales
Jueves 11 de julio
Comenzamos la mañana con más ruedas de prensa, en este caso, a mujeres escritoras. Y sí, hace falta destacarlo porque no hay tantas que se dediquen a este género y hay que promocionarlas.
Dolores Redondo, con su libro "El guardián invisible" (Ed. Destino), nos presenta a una protagonista que es policía y vuelve a su pueblo para investigar una serie de asesinatos, donde se reencuentra con familia y amigos. Es un libro en el que vemos cómo se introduce también el elemento de la magia (antropológica).
Dolores nos habla de su viaje como autora. En un primer momento terminó una novela que consiguió publicar con una editorial pequeña, Eunate, y le pidieron también su segundo manuscrito, pero fueron honestos y le dijeron que para esa novela necesitaba una editorial más grande porque era muy buena, así que contacto con una agencia, que consiguió en pocos meses vender los derechos en el extranjero y en todas las lenguas oficiales de España.
La autora nos cuenta que quería tratar el tema matriarcal, la maternidad (en varios aspectos: deseada, adoptiva, engañosa…) y la mitología del Valle de Baztán, una zona de Navarra que sufrió brujería y los acosos de la Inquisición. El hecho de que su inspectora se apellide Salazar se debe a un homenaje al inquisidor Salazar, que fue el que consiguió que se dejase de quemar a gente en la hoguera por brujería.
Dolores Redondo y Ángel de la Calle
Es una trilogía, y en las siguientes novelas veremos cómo se llega a la maldad por la locura.
Respecto al aspecto mágico: tiene una base antropológica que habla de la religión original de los vascones. Por las circunstancias naturales en las que vivían, era de tipo druida, matriarcal, en comunión con la naturaleza porque era muy hostil. De hecho, el Valle de Baztán tiene el índice de suicidios más alto de España, llueve 300 días al año, se entiende así que viviesen pendientes del medio que les rodeaba. Su diosa era femenina, de la fecundidad, muy antojadiza y voluble. Se le honraba llevándole piedras a la cueva donde vivía la diosa Mari, y junto a ella están sus hijos el viento, la tierra, etc. El personaje mítico que se trata en esta novela es la figura del Basajaun, que aparece convocado por los actos inmundos que se han cometido, es el Sentir del bosque. En la trilogía, los distintos asesinos tomarán el nombre de seres mitológicos de la zona.
La siguiente ruda de prensa fue la de Alicia Giménez Bartlett, autora del personaje Petra Delicado que se ha hecho tan famosa tanto en España como fuera de ella. Alicia nos cuenta que tiene una colaboradora policía de Gijón que vive en Barcelona y es la que le asesora en todo el tema policial.
En "Nadie quiere saber", trata un caso que comienza en Barcelona y termina en Italia. Está basado en un hecho real y quería homenajear a sus lectores italianos.
La autora, al ser preguntada por Petra Delicado, nos comentó que quería romper los arquetipos, ya que antes las mujeres siempre eran las víctimas o las ayudantes, nunca había inspectoras o si eran policías, no tenían protagonismo. También quería que su protagonista ligara, que no tuviese complejos.
La inspectora Petra Delicado tiene un ayudante, Fermín Garzón, y en todos sus libros se reivindica la amistad entre hombre y mujer. Fermín es más simpático y agradable que Petra, más humano, tiene una típica candidez básica de los hombres, que se vuelven a la infancia.
Nos confiesa que había veces en las que la autora no estaba de acuerdo con la forma de actuar de su protagonista, pero era como debía ser.
La última rueda de prensa de la mañana fue simplemente estupenda. Más que apuntar y tomar notas, puse la grabadora y me limité a marcar alguna que otra notita en el cuaderno, porque el señor Antonio Skármeta, es un hombre bonachón que, más que hablar, hipnotiza. Es el típico narrador que te deja prendado de cuanto dice desde el momento que abre la boca. Con su voz grave y tranquila, nos fue desgranando pasajes de su vida y sus novelas.
Skármeta ganó el Premio Casa de las Américas en 1969 con un libro de cuentos, era muy joven en un país separado de los otros por la tajante geografía (como diría Neruda). Le lanzó como autor en la zona hispanoamericana, fue su lanzamiento literario internacional, lo disfrutó mucho.
Cortázar viajó a Chile en 1970 porque las elecciones las ganó por primera vez un presidente marxista (Allende), lo que le interesó mucho y pensó que era un momento digno. A Skármeta le encargaron que moderase el diálogo que tuvo con los estudiantes. Nos cuenta que era un gran adicto al jazz y eso era una mezcla explosiva para los estudiantes, que le adoraban. Cortázar conocía los cuentos de Skármeta, y tuvo la cortesía de alabarlo e incluso años después, en cartas, Cortázar recomendó a Esther Tusquets que le publicase en España.
Los años 60 fueron un momento de gran explosividad creativa en América Latina, estaba a punto de producirse el Boom: Cortázar, García Márquez, Carlos Fuentes, el primer Vargas Llosa. Ellos se interesaban por los escritores más jóvenes y los conocían, era una fraternidad colegial. Los jóvenes compartían la experimentación en la forma, explotación lírica del lenguaje. Estaban atentos a la historia inmediata, sus pueblos tuvieron momentos de gran exaltación y luego el golpe. No sólo eran creadores insensatos en la búsqueda de nuevos elementos expresivos, sino que tenían una mirada amatoria en ese contexto.
La mejor manera de encontrarse a sí mismo era perderse de la realidad en la que ha nacido. A él le gustaba exponerse al mundo, viajando como podía, haciendo giras como actor con una compañía de títeres, viendo cómo le recibía la gente. Era el momento de la explotación del cuerpo, de la cultura amorosa. Él disfrutaba del rock and roll, de sus amigos. En esa época llegó el movimiento de Allende con su socialismo libre, una profundización real de la democracia que ya tenían, sin romper la constitución.
"Soñé que la nieve ardía" es una novela escrita en el lenguaje
juvenil de la época, que habla de los que participaban en el
movimiento de Allende y de los que se oponían, es una novela
coral. La empezó en Chile y la terminó en Buenos Aires. Está
escrita en argot chileno, con autenticidad, muy difícil de
traducir, de hecho, no se explica cómo al año siguiente estaba
traducida a quince idiomas.
Respecto a "El cartero de Neruda". Skármeta visitó a Neruda muchas
veces, paseó con él, bromeó mucho y mantuvieron muchas
conversaciones. La gente en Chile trataba a Neruda con un respeto
exagerado, lo incomodaba un poco, se consideraba un tipo normal, de
origen humilde, hijo de ferroviarios. Esa fama le creaba como un
limbo. Afortunadamente, Skármeta en ese momento era cercano
con él, un poco hippy, y vio que si le trataba con naturalidad, él
respondía igual, y eso fue lo que inspiró el libro "El cartero de
Neruda". Se convirtió en un libro exitoso muy rápidamente. En 1983
él mismo hizo una película sobre la idea del libro ( "Ardiente
paciencia"), que presentó al Festival de Cine de Huelva. Llegó un
momento mágico, en 1992, en que la novela estaba traducida a quince
idiomas y en alguno de esos países le cambiaban el título. En
Italia se llamó "Il postino de Neruda", y fue allí donde fue
encontrado por un actor italiano, que leyó dos capítulos y llamó al
productor Massimo Troisi para que comprase los derechos. Skármeta
llamó a Carmen Barcells en cuanto le dijeron quiénes iban a ser los
actores, aceptó de inmediato. Así es como empiezan las cosas, con
él paseando por la playa y bromeando con Neruda y llega a una
película por casualidad. Ahora incluso se ha hecho una ópera que
estrena Plácido Domingo mundialmente.
En su obra "Los días del arco iris" hay un momento en que un profesor de filosofía que enseña ética dice "Los valores son absolutos, son todo o no son, si se hace justicia se hace, no puede haber justicia "en la medida de lo posible". Chile ha ido ampliando esa "medida de lo posible", cada vez consiguiendo más cosas para ajusticiar a las víctimas del golpe.
La literatura no se ha restringido, no tiene límites, cuenta con libertad. A lo mejor Cuba puede ser un poco restrictivo para sus autores, pero poco a poco van expandiendo lo que pueden contar. Y es que los autores nunca van a crear algo "En la medida de lo posible", sino que siempre van a contar todo lo que esté en sus manos contar.
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