el libro del cuerpo humano del dr. frankenstein

Opinión:

No hay nada como llamar la atención de los más jovencitos para que se fijen en cosas importantes a las que, a priori, no les dan importancia. El funcionamiento del cuerpo humano lo es, pero sólo a unos cuantos les llama la atención, es cierto. Sin embargo cuando es el doctor Frankenstein quien te invita, la cosa cambia, entre otras cosas porque a los niños les encanta el terror (quien no lo crea, que ponga a su hijo una tarde frente a él y le cuente historias de terror. Puede que luego tengan pesadillas pero insistirán en que les cuenten más). Por eso son muchos los que ya conocen a Frankenstein y a su creación.
 
La editorial Pearson Eduación ha hecho un trabajo admirable con este tomo de hojas gruesas (cartón, difícil de estropear y, por lo tanto, duradero) donde no parece escapársele nada: el cuerpo humano al completo, detalladísimo tanto en imágenes como en texto, donde no han olvidado el diseño ni exterior ni interior, y donde, efectivamente, no sólo nos muestran los órganos, huesos, etc… del cuerpo humano, sino donde cuentan su funcionamiento incluso mostrando las imágenes partidas (como cuando cortas una molécula por la mitad y muestras de cuántas partes está formada) tanto en ojos, como en huesos, corazón, hígado, pancreas… todo aquello que convierte al ser humano en lo que es y lo que puede hacer. Y no sólo eso, también provee de imágenes de muestras celulares o imágenes de resonancias magnéticas, cualquier cosa que haga del libro un tomo de lo más completo.
 
Además invita al lector a leer una lección (tan sólo 2 páginas que contienen también las imágenes) por día, de modo que éste no se canse y aprenda en un mes lo máximo sobre su propio cuerpo. Cuenta con un glosario al final y un índice analítico.
 
Es espectacular, y el método en que invita a leer al jovencito funciona. Muestra de ello es que mi hijo (12 años) está leyendo una lección por día y luego me cuenta qué le ha parecido. Y puedo asegurar que lo que le atrajo a mi hijo del libro no era el funcionamiento del cuerpo humano, si no la palabra “Frankenstein”. En cuanto vio el libro sobre mi mesa me lo pidió.
 
Sin duda la unión de Pearson con Dorling Kindersley siempre da frutos sensacionales.
 
Anika Lillo