el libro de los bebés

Opinión:

A Guido Van Genechten se le da muy bien retratar el mundo más infantil sin abandonar el realismo. Por ejemplo, en “¿Puedo mirar tu pañal?” (SM, 2009) los niños levantaban solapas y descubrían pañales... sucios (sí, porque ellos también los ensucian, igual que los animalitos del álbum ilustrado) y les provocaba mucha risa; y en “Caras de bebés” (SM, 2009) mostraba una serie de caras de bebés con movimientos, donde los pequeños lectores podían hacer que un bebé abriera o cerrara los ojos, se llevara una cuchara a la boca u otras cosas simpáticas simplemente tirando de una lengüeta.
 
Lo mejor de “El libro de los bebés” (SM, 2011) es la diversidad. Aunque habla de bebés, no se limita al ser humano, de modo que los pequeños descubrirán las diferencias entre nacer persona o nacer oveja, o rata, o caballo, entre otros. Y unos son grandes, otros no pueden caminar y otros nada más nacer ya pueden hasta volar; unos nacen con pelo y otros calvos; algunos son rosas y otros no...
 
Las páginas de este álbum son gruesas, de cartón, y puntas romas, para que los niños no se lastimen.
 
Tanto el texto como el dibujo están destinados a niños pequeños de preelectura / preescritura, por su sencillez y atractivo.
 
Entre la pintura y en algunos casos se descubre la técnica de incluir papel de imprenta camuflado dando la impresión de que se ha utilizado un periódico para diseñar al animal, como si se hubiera pintado sobre él, y queda realmente bien.
 
Como todos los libros de Guido Van Genechten, es para recomendarlo.
 
Anika Lillo