Porta Coeli II. Cosecha negra (juvenil)

Opinión:

"Cosecha Negra" funciona como una mezcla explosiva en la que caben la acción y la aventura, la fantasía y la magia, el misterio y la investigación detectivesca, los poderes ocultos y el esoterismo, la novela romántica y sentimental o la exploración de mundos desconocidos y ocultos, detenidos en el tiempo al estilo de los descritos en "She" de H. Ridder Hagard o en "La máquina del tiempo" de H. G. Wells; por no hablar de films como los protagonizados por el actor Doug McClure en los años 70 como "La tierra olvidada por el tiempo" o "En las entrañas de la Tierra", aunque la influencia que pienso está más presente en esta historia es la del film de Frank Capra "Horizontes Perdidos" (Novela de James Hilton). Como en Shangri-La, El Mundo al cual acceden los protagonistas de "Cosecha Negra" es un lugar ideal, paradisíaco, cuyos habitantes poseen una gran sabiduría y paz interior y en el cual el tiempo transcurre mucho más despacio que fuera por lo que salir al mundo exterior no resulta nada aconsejable; un país maravilloso en el que paradójicamente los personajes se sienten atrapados; sin posibilidad alguna de escapar. Sin embargo, todas estas influencias - y alguna más de las que hablaré más adelante - no le restan ni un ápice de originalidad a la historia, sino que se me aparecen como un aliciente más o como algo que enriquece el texto, dotándolo de un mayor atractivo para el lector aficionado al género, el cual agradece siempre este tipo de guiños y que conectan directamente con nuestras primeras lecturas o películas. En ese sentido la novela es absolutamente imprevisible y desconcertante y lo es por varios motivos: argumentalmente y en cuanto a algunos personajes.

En primer lugar, "Cosecha Negra" se me antoja como una historia cuyo argumento es producto de la suma de varias aventuras. No existe por tanto un conflicto central el cual los protagonistas deben resolver y cuya resolución sirve como motor para hacer avanzar la trama. La novela comienza planteando una doble investigación detectivesca: Enrique y Veridiana, cada uno por su lado, intentan descubrir qué hay detrás de las misteriosas desapariciones. Seguidamente, la historia deriva hacia otros terrenos - a partir de la llegada de ambos al Mundo - en donde la fantasía, el esoterismo, la magia e incluso el romanticismo está mucho más presente, para terminar desembocando en una última parte que tiene mucho más de novela de acción y aventura medieval, sin que ninguno de los elementos mágicos anteriores dejen de estar presentes. Esta alternancia de géneros y estilos es una forma estupenda de mantenernos en vilo todo el tiempo, sin saber qué va a pasar a continuación o por dónde van a ir los tiros. Por eso, lo previsible o el lugar común están ausentes por completo de la historia, algo muy difícil en una novela de género como ésta.

Al principio, Enrique parece que va a ser el protagonista de la historia pero pronto es desplazado por Veridiana, que se convierte en el personaje estelar de la trama, pasando éste a un segundo plano. Éste adquiere función de personaje-comodín cuyas motivaciones van cambiando a lo largo de la narración, mientras que Veridiana se nos aparece como una mujer de convicciones mucho más firmes y cuya evolución es mucho más lineal, con menos oscilaciones, al igual que el monje Víctor, quien todo el tiempo se mantiene firme en su postura. En ese sentido, Enrique se nos muestra como un personaje mucho más ambiguo, lleno de contradicciones, no es bueno ni malo. Pero en contraste la caracterización de Veridiana o de Víctor se me antoja con menos aristas; son seres sin apenas fisuras o defectos, algo que me desconcierta un poco.

El que Veridiana adquiera protagonismo absoluto en la historia y que prácticamente toda la trama gire en torno a ella me parece un acierto ya que se trata de una mujer curiosa, inquieta, muy inteligente, que va descubriendo cómo utilizar y controlar sus propios poderes, valiente y emprendedora. Todas estas características que conforman una fuerte personalidad y las derivadas de su condición de noble de alta cuna (su presunta altanería), me han evocado de inmediato a la Princesa Leia de "Star Wars". Además de alguna manera los poderes mágicos de Veridiana (y de Enrique también) poseen muchos puntos de contacto con "La Fuerza", por lo que podría ser considera como una especie de Guerrera Jedi Medieval. Es la auténtica heroína de la historia y en ese sentido rompe con los moldes clásicos en los cuales es el chico quien salva a la chica. Aquí sucede justo lo contrario y eso está muy bien, aunque la mayor parte de las jóvenes autoras de género fantástico-juvenil como Laura Gallego, Covadonga Mendoza o Bárbara G. Rivero ya crearon en algunas de sus novelas personajes femeninos de estas características. No me resulta algo tan novedoso, aunque sí es cierto que la personalidad de Veridiana impacta mucho, provocando un enorme interés en el lector.

Lo que sí me produce una cierta insatisfacción es el modo en cómo aparece descrito El Mundo en el núcleo central de la narración. Se trata de un lugar que conocemos a través de las conversaciones de los personajes, "no lo vemos" y no sabemos demasiado bien cómo es exactamente. Ignoro si esto forma parte de la intriga de la serie y si este aspecto se irá resolviendo en futuras entregas pero lo cierto es que no llego a compartir la fascinación ni la magia de ese lugar ya que no llega a adquirir, desde mi punto de vista, una presencia física dentro de la historia, mostrándose como un escenario por el que pasean los personajes pero que algo difuso, demasiado etéreo y espiritual y del que no llegamos a saber del todo las motivaciones que impulsan a los monjes prefieran la existencia allí dentro y no en el exterior.

Pese a todo, "Cosecha negra" me ha parecido una novela absolutamente imprevisible, narrada con suma agilidad y que sabe mantener el suspense todo el tiempo, muy diferente a cualquier libro de género fantástico que uno haya podido leer antes.

Joseph B Macgregor