nancy in hell

Opinión:

Me lo he pasado en grande con “Nancy in hell”. Alguien podría decir que hay demasiado gore, demasiado zombi, demasiado monstruo, exceso de vísceras... y no mentiría, pero es que ¿qué se puede esperar del infierno? El ambiente es aterrador y agobiante, truculento, muy gore, existe un desenfreno total y es digno de mentes no sólo imaginativas sino también atinadas.
 
Nancy es una tía buena, sexy como ninguna, la chica que le molaría a cualquiera que huye de las mosquitas muertas. Juan José Ryp no se ha dejado ni una línea, ni una curva, ni un detalle fuera: muslos fuertes, pechos grandes, redondos y firmes, vientre tenso, una mecha lila en su pelo rubio revuelto, ojos claros, cintura estrecha y curvas; hasta los detalles de las poses mostrando glúteos y antepiernas están estudiados para que a los chicos se les salten los ojitos. Y para qué negarlo, una heroína en su totalidad con una motosierra que nos da a las chicas el gustazo de ponernos en su lugar y pasárnoslo en grande con su carácter decidido.
 
Y para ojos femeninos está Lucifer, un cuerpo diez en un maravilloso ángel caído de larga melena. Todo él es perfección, hasta su infierno.
 
Lucifer es un ser torturado, de su mente nace lo peor, y sin embargo nació siendo ángel y algo de eso queda, de ahí que El Torres haya sabido unir a estos dos personajes en un mismo bando con un argumento creíble. Quizás al principio parezca muy blandito por las veces que se echa atrás en sus decisiones, pero como toda historia de acción en el averno dará pie a nuevos ataques que llenarán las viñetas de rojo y trozos de carne.
 
Nancy no nació ayer, era un proyecto en el que ya habían trabajado antes el guionista El Torres (“El velo”) y el ilustrador Juan José Ryp. Ha sido Dibbuks la editorial que les ha dado la oportunidad de encuadernar a todo color una historia llena de acción y monstruos horripilantes, con dosis de misterio por parte de cierto personaje que se hace llamar Mr. Macabro, y que finaliza con una sorpresa que puede dar pie –y ojalá sea así- a una segunda parte.
 
Anika Lillo