fugitivo

Opinión:

Es indudable que Christopher Reich sabía donde se estaba metiendo cuando escribió Fugitivo: se había documentado con amplitud sobre la II Guerra Mundial para dotar a su obra de toda la credibilidad histórica posible. Sin embargo, hace partícipe al lector de esa documentación en demasía, como si a veces quisiera presumir de sus conocimientos. También utiliza en muchas ocasiones vocablos en diversos idiomas que no dicen nada al lector ya que no sabe traducirlos. Quizá habría convenido, dada que la naturaleza del argumento se basa en una novela de aventuras, haber prescindido de una parte de esa amplia documentación para conferir mayor rapidez al texto. Y es que al lector le parecerá que la historia es demasiado lenta y que transcurre con excesiva laxitud, al contrario de lo que requeriría un thriller histórico con grandes pinceladas de novela negra.
 
Lo que algunos lectores sentirán como un acierto en un libro de estas características, las minuciosas descripciones, a otros les harán creer que todo transcurre demasiado despacio con los consiguientes problemas que conlleva al ralentizar la acción. Y, especialmente, a la hora de engancharle a la trama, ya que le costará entrar en la historia. Eso sí, una vez dentro, no se despegará del libro.
 
Estas pequeñas notas introductorias no deben desanimar al lector interesado en disfrutar de Fugitivo ya que la prosa de Christopher Reich goza de una elevada calidad y sus diálogos son muy naturales. Los personajes también están perfectamente trazados y alguno de ellos quedará grabado en su memoria por lo “humanos” que parecen.
 
Hay, sin embargo, algunos errores de principiante que no deberían permitirse a un autor con el talento de Christopher Reich, amén de que ésta es la séptima novela que escribe. O sea, que no es primerizo en el difícil oficio de la narrativa. Entre esos errores se encuentra el no recordar cómo es el cabello de uno de sus personajes: en un principio parece ser rizado y luego es liso; otro de esos errores es que parece olvidarse de las heridas que ha recibido el protagonista, y que a cualquier otro nos mantendrían en la cama unas semanas en lugar de ir corriendo a todos los lados. Algo que al lector le resultará increíble es cómo el protagonista, sin saber conducir, aprende en unas horas para al día siguiente hacer un largo viaje en coche… y a los pocos días, sin practicar, ya sabrá conducir una motocicleta con más habilidad que Ángel Nieto.
 
Uno de los “conejos” que el mago Christopher Reich se “saca de la manga” nos lo encontramos ya al final del libro, cuando pone a sus personajes protagonistas en un aprieto del que no sabe muy bien cómo sacarlos. Parece que todo se estropea y que los “buenos” están perdidos sin remedio… para luego re-aparecer tan campantes, como si no hubiera pasado nada. Además, algunos personajes disponen de información que no deberían poseer, y hay ciertos cambios del bando de los “buenos” al de los “malos” que están poco logrados… todo esto lo comprenderá mejor el lector si lee la novela.
 
Un “toquecito” de atención para la editorial: me tiene acostumbrada a una elevada calidad, con muy buena corrección en los textos que publica. En Fugitivo he encontrado más errores ortográficos de lo normal. Como digo, no es la norma y parece ser una excepción. Además, en esta novela ha decidido dejar muy pocos márgenes en el papel y reducir el tamaño de la tipografía con lo que se puede dificultar la lectura.
 
Sin embargo, que no se desanime el lector al que le gusten las ficciones históricas con trasfondo de novela negra ambientadas en la II Guerra Mundial porque Fugitivo le hará pasar un buen rato: está bien escrita, con una trama interesante y unos personajes bien conseguidos.
 
Gemma Nieto