Anika entre libros

tengo una pistola

Ficha realizada por: Fernando Martínez Gimeno
tengo una pistola

Título: tengo una pistola
Título Original: (tengo una pistola, 2008)
Autor: Enrique Rubio
Editorial: Planeta


Copyright: 1ª Edición, Mayo 2009 ISBN: 9788408081791
Etiquetas: autores contemporánea enfermedad mental enfermedades mentales escritores españoles hispanos horror humor humor negro literatura española literatura hispana mente miedo nuevas tecnologías terror

Argumento:


Cascaradenuez lleva una década sin salir de su casa. Tiene veinticinco años y sólo se comunica por Internet. Cada noche sueña que es el héroe de un videojuego en una Nueva York poblada por zombis, y lucha contra ellos sin saber por qué. Cascaradenuez descarga a diario películas y canciones que sabe que nunca tendrá tiempo de ver ni escuchar. Cascaradenuez piensa que todo proyecto es un fracaso en potencia, que la derrota es un modus vivendi natural, pero Cascaradenuez tiene una pistola...
 
(Argumento editorial)

Opinión:


¿Eres consciente de que llevas un excremento en tu interior?
 
Con un argumento ya de por sí bastante extraño, como la pregunta que se hacen en varias ocasiones algunos de los personajes y que habéis leído al comienzo, la novela supera con creces la originalidad que cualquiera pudiera esperar encontrarse. En el prólogo del libro, escrito por Lorenzo Silva (autor de El Alquimista Impaciente entre otros), se califica al libro como una novela 2.0. Creo que es de lo más acertado. Es una novela novedosa, original y que rompe esquemas. No sólo por la forma de estar escrita, sino por la historia y el vocabulario usado, que en ningún caso, y pese a estar relacionado con el mundo cibernético, aburre ni cansa.

Es curioso lo que nos va contando, pero más curioso es cómo conocí a Enrique Rubio; no fue en otro sitio que en Facebook, que es una red social. Allí, a través de varios mensajes, me picó la curiosidad y me envió el libro para realizarle esta reseña. Es decir, aquello que en cierta forma se critica en el libro nos ha puesto en comunicación. Y me resultaba hasta paradójico una vez terminada su lectura.

La novela está escrita para gente joven, conocedora del mundillo de Internet y lo que le rodea. Es impresionante la forma que tiene el autor de describir y moverse por ese mundo. Consigue captar la esencia de los internautas al extremo: gente multitarea que es capaz de estar escuchando música, descargando películas, navegando y chateando al mismo tiempo. El protagonista incluso tiene cinco o seis ordenadores y cada uno de ellos realiza durante todo el día diferentes tareas. Es algo que últimamente vemos como normal, pero sobre lo que habría que preguntar a nuestros antepasados, si estaban acostumbrados a tantos cambios de contexto en su cabeza por segundo. Por ejemplo, hay un determinado momento que tiene más de cincuenta ventanas abiertas en su pantalla y la narración nos va contando cómo las va leyendo.

La historia refleja hasta el extremo a un personaje que se ha encerrado en sí mismo, asocial y agorafóbico, que vive en su mundo (su Casa) y no sale de él. Ha convertido la realidad en algo irreal, virtual, donde no hay novedad en la vida. Todos los días son iguales, cada día que pasa es idéntico al anterior. Conforme la historia evoluciona, el protagonista irá cambiando y consiguiendo hacer diferenciar sus días, pero siempre dentro de una locura que le permite soñar como si estuviera jugando a un videojuego. Los personajes están muy bien construidos, tanto Cascaradenuez como Ciria y la Cajera, y, cuando aparecen, llevan el peso de la historia muy bien y con mucho realismo. Quizá Aenima podría haber tenido algo más de protagonismo o de un modo diferente. De todas formas, su misterio ayuda en el desarrollo de la narración. Hay dos partes muy diferenciadas. La primera es el desarrollo y exposición de cómo vive Cascaradenuez, cómo se relaciona con otros internautas como Ciria (algo cachondo este amigo en todos los sentidos) o cómo hace la compra. La segunda da un vuelco a todo, y en algunos momentos nos cuenta cómo está jugando a un juego de zombis y aquí quizás se encuentre la parte negativa, a mi modo de ver, ya que en algunos momentos da la impresión de que la alarga en demasía.

El vocabulario del libro y los continuos cambios de contexto te sumergen en el mundo del protagonista, solitario y pequeño, mostrándonoslo viviendo en una casa y dedicando su vida a los ordenadores. Aunque no es un libro difícil de leer, algunas veces hay que centrarse para ver en qué punto estamos de la historia, ya que cada dos por tres se alterna la historia real con conversaciones de Chat o correos electrónicos. Algo muy original que, personalmente, me ha gustado.

Tengo una pistola  está escrita con un estilo rápido, sencillo y preciso como un clic de ratón. El escritor maneja con soltura y fluidez el idioma en distintos registros, como lo demuestran los frecuentes diálogos que salpican la novela. En este apartado destacan los capítulos del psicólogo (verdaderas conversaciones-ensayo de desternillante humor negro), en los que se analizan los más diversos aspectos de la sociedad contemporánea.

Para lectores perezosos y mentes inquietas, Tengo una pistola supone un antídoto divertido y reflexivo contra cualquier tipo de crisis, ya sea económica o existencial.
 
Fernando Martínez Gimeno

Frases de esta opinión pueden utilizarse libremente en otros medios para promoción del libro, siempre que no se varíe y se mencionen al autor de la misma y al medio anikaentrelibros.com

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