el heredero del clan

Opinión:

“El Heredero del Clan” es una novela con un arranque muy prometedor lleno de acción y con garra que provoca en el lector la sensación de que tiene algo muy bueno entre sus manos; lamentablemente esta sensación se va diluyendo a cada capítulo que se lee.

No es que la historia no sea buena, ni que los personajes estén poco definidos, o que los sucesos estén mal escritos, pues el libro no peca de ninguna de estas tres cosas precisamente. El principal problema de la novela de Montse de Paz es la falta de acción más allá de tres o cuatro párrafos en algunos capítulos, y eso es algo imperdonable en una novela de aventuras. La trama se desarrolla a lo largo de quince años, asistimos al progresivo ascenso de Harald y a la oposición del jefe del Clan Ingramsson al matrimonio de éste con su hija mayor, Inge, pero a lo largo de este período de tiempo son escasos los pasajes de batallas y quedan reducidas a muy pocas líneas, lo que nos deja una impresión de precipitación inútil.

Tampoco ayuda el hecho de que, en una época en la que el paso del tiempo se mide por lunas y festividades, unas y otras se sucedan con tal rapidez como si nada digno de mención hubiera ocurrido entre ellas, cuando, por otro lado, se nos cuenta que no ha sido así.

Algunos sucesos se vuelven en exceso repetitivos e innecesarios (las reiteradas propuestas del protagonista, las descripciones del carácter fuerte de la madre y hermana de Harald, los empeños de navegación de Egill), y otros son demasiados superfluos cuando se debería ahondar más ellos (las rivalidades entre los diferentes clanes, las peripecias de Harald para intentar medrar, el pasado de Birna –la hechicera/ Chamán de la aldea-). Ante esta precipitación lo que más molesta es la muerte de determinados personajes, mueren en plena refriega pero se nos cuenta al final de cada lucha, sin haberle dedicado en la mayoría de las ocasiones ni una mísera línea a su actuación en la misma, debido seguramente a que, como he dicho anteriormente, las luchas casi carecen de descripción.

Todo esto imprime en la historia un efecto circular ya que, aunque por una lado vemos que avanzamos en el tiempo, nos queda la impresión de que siempre se vuelve al mismo punto de partida con unos cambios muy ligeros, algo muy difícil de soportar en una novela que supera las 500 páginas.

Es de justicia resaltar que el libro está excelentemente escrito, con un vocabulario y expresiones muy acertadas; y que Niño, uno de los personajes que nos encontraremos en el ecuador del desarrollo, está tratado con muchísimo cariño, consiguiendo ser él quien deja la huella más profunda en el lector.

Así pues “El Heredero del Clan” es un relato que promete mucho más de lo que da, que navega entre la aventura y la épica sin conseguir posicionarse claramente en ninguna de ellas y que, desgraciadamente se hace larga y previsible. Una pena porque las primeras páginas son de una gran calidad.

Patricia Rubiera