la profecía del día del juicio final

Opinión:

Esta novela podría catalogarse como un thriller de manual. Cuenta con todos los ingredientes propios de ese género: acción, suspense, crimen, lucha desigual llevada al límite, cierto romance, actividad frenética…
 
Con capítulos cortos, el autor consigue un ritmo rápido y va manteniendo el interés por llegar al final.
 
Sin embargo la sensación que he tenido es que Scott Mariani ha ido elaborando los perfiles de los personajes, incluido el protagonista, a medida que ha necesitado conocimientos concretos o actitudes determinadas. En cierto sentido, algunos de ellos parecen colocados con calzador para adaptarlos a las necesidades de la trama y a mí no me han terminado de gustar. Es sabido que no existen dos personas iguales y es absurdo hablar de un prototipo cerrado al configurar un carácter, pero aquí tenemos a un ex militar y hombre de acción dispuesto a coger los hábitos; a una joven, hija única, pija y superficial, asidua a las fiestas de lujo, amante de ir de brazo en brazo y… que es arqueóloga bíblica… Tampoco faltan agentes de la CIA o el FBI poco carismáticos, tontos incluso; una millonaria que se deja embaucar absurdamente, un cínico timador que no acaba de encajar en el perfil que representa, unos padres que se implican de forma poco convincente en la desaparición de su hija y, por supuesto, el personaje que “entiende de…” o “posee algo…” justo en el momento que se requiere.
 
Por otra parte, aunque la trama engancha y mantiene el suspense, creo que el autor se ha equivocado al centrarla en una supuesta profecía, que parece interesar a cincuenta millones de evangelistas, pero que se acercan al líder que sostiene que es cierta cuando parece que lo más lógico sería seguir a otro que la considerase apócrifa a juzgar por los horrores que describe y partiendo de la base de que existen contradicciones teológicas en torno a la autenticidad de ese escrito.
 
Sí resulta muy actual el enfrentamiento entre islamistas, cristianos y judíos, o la ciudad de Jerusalén vista como un polvorín, donde cualquier paso en falso puede desencadenar una catástrofe en cadena por temas políticos o religiosos.
 
Dicho lo anterior, sí añadiría que la obra me ha parecido básicamente comercial y que Scott Mariani se ha subido al carro de la modernidad para crear un thriller religioso, que recuerda bastante al famoso de Dan Brown que todos conocemos o tenemos presente por “El código da Vinci”. De modo que es muy probable que los seguidores de Brown disfruten con este libro que, eso sí, se lee de un tirón y logra mantener el suspense.
 
Pilar López Bernués