alejandro romanov

Opinión:

Para una historiadora siempre causa un poco de temor enfrentarse a una novela histórica ante los posibles fallos que haya podido cometer el autor. Sin embargo, cuando hay una sólida base documental en ella dichos temores desaparecen. Es lo que ha sucedido con esta novela escrita por la argentina Silvia Miguens que nos acerca a la figura de uno de los Zares más misteriosos de Rusia: Alejandro I Romanov. 
 
" Alejandro Romanov: La leyenda del Zar melancólico y el starets de Kranoretchensk"  ha sido editada por la editorial Nowtilus dentro de su colección de Novela histórica en la que también encontramos otra dedicada a la gran Zarina Catalina II La Grande escrita por la misma autora (novela que deseo mucho leer).
 
A diferencia de su novela sobre Catalina II La Grande, esta sobre Alejandro I no está escrita en forma de diario. No es el zar quien nos narra su vida sino que vamos conociéndola a través de dos personajes no menos importantes, que sienten un interés muy especial en torno a su figura: el genial escritor León Tolstói y el maestro ortodoxo Fiódor Kuzmich. Ambos están muy interesados en descubrir qué se esconde y qué sucedió con este zar desaparecido de forma misteriosa en 1825. Ellos serán los narradores del relato y permitirán al lector no sólo conocer y saber más acerca de este Zar sino también de la Historia de Rusia, de la Rusia de finales del siglo XVIII y principios del XIX, y en ella tendrá una parte importantísima la Zarina Catalina II. 
 
Silvia Miguens ha escrito algo más que una novela histórica: ha escrito un verdadero  manual de la Historia de Rusia de finales del siglo XVIII y principios del XIX acercando al lector a una de las familias con más leyenda de Europa: los Romanov. Me ha resultado francamente interesante la lectura de esta novela. Uno de los periodos históricos que más me gustan es este que relata, conozco cómo fue el siglo XVIII en Francia y España pero poco sabía del ruso. Me ha llamado la atención el interés que Catalina demostró siempre por los Ilustrados franceses, aunque como es lógico, rechazase de lleno la Revolución. Un interés por la cultura que sabe transmitir a su nieto favorito: Alejandro, al que no considera un nieto sino un hijo. La relación entre ambos es muy intensa. Silvia Miguens ha sabido transmitir a una Zarina y a un Zar humanos. Hay que recordar que estamos en el siglo XVIII, en una sociedad absoluta y bastante cerrada como es la rusa para quien el Zar y la Zarina son considerados "padres". Catalina II tuvo mucho poder, era una mujer que no se acobardaba ante nada ni nadie, y ver esa imagen tierna y afectuosa hacía Alejandro niño enternece. Esta humanización que la autora hace de ambos creo que es muy positiva y le da mayor credibilidad al relato.
 
Ellos son los personajes principales pero hay otros secundarios, podríamos decir, que también tienen su papel en la Historia de Rusia como es Napoleón, con quién se enfrenta Alejandro I.
 
Una narración que se lee con ganas. Silvia Miguens tiene un estilo narrativo muy bueno, sabe cómo captar la atención del lector y hacer que no despegue su mirada de las páginas de su novela. Al ser una novela histórica aparecen muchos datos y fechas pero no resultan aburridos sino todo lo contrario. Es muy fácil imaginar cada una de las escenas que relata, sentirse en la propia corte de los Romanov.
 
Ha sabido captar la atmósfera que se respiraba en la Europa del momento. La labor de investigación histórica llevada a cabo se aprecia muchísimo y ello le da mayor credibilidad. Como historiadora he disfrutado leyéndola.
 
Es por lo tanto, una novela más que recomendable tanto para quienes disfruten con la novela histórica como para el lector en general. Un relato que me ha sorprendido, mucho mejor de lo que hubiese podido imaginar. 
 
Ysabel M.