El profesor Unrat

Opinión:

Resulta un tópico afirmar que la carrera literaria de Heinrich Mann ha resultado oscurecida por la extraordinaria popularidad de la producción de su hermano Thomas, pero aunque comparar a ambos autores no es justo ni pertinente, sí es posible afirmar que hay más materia literaria y mérito en este hermano mayor del clásico de lo que normalmente se le ha concedido. La cuestión es engañosa, de todas formas, porque al hacer eso olvidamos que estamos juzgando a ambos autores de acuerdo con la popularidad que conservan en nuestros días. En el período de entreguerras, sin embargo, con ambos autores en activo, su prestigio era muy parecido.

"El profesor Unrat" es una obra más curiosa que deliciosa. Curiosa porque toca un tema poco trabajado, en torno a la fascinación de un profesor rancio y recto por una chica de un espectáculo de variedades, que le va abriendo paulatinamente las puertas de un mundo corrupto, libertino, inmoral. Como si se tratase de un hechizo, desde que conoce a Rosa Fröhlich el viejo profesor de instituto olvida quién es y se convierte en una persona distinta, sedienta de vida de suburbio y bajos fondos, que olvida todos sus prejuicios para entrar en otros órdenes y códigos morales.

La novela comienza con la anécdota de que todos los escolares a su cargo llaman al profesor Unrat, basura en alemán, porque su apellido suena parecido. Nadie le respeta ni le quiere dentro o fuera de la escuela, y además él ha entrado en una espiral dañina: es tratado mal por unos alumnos a los que él ofrece un tratamiento aún peor. Heinrich Mann hace una descripción de la (mala) relación entre los alumnos y el profesor que sorprende por su modernidad.

La construcción novelística de "El profesor Unrat" es algo repetitiva, y quizá se tarda demasiado en entrar en materia, aunque el desarrollo mejora mucho cuando lo hace. Pese a ser un texto relativamente breve, no goza de una lectura rápida. La crítica con frecuencia ha apuntado que supo reflejar bien la miseria moral y social que dio lugar al ascenso del nazismo. No sé si llega a tanto (o desde luego no de una manera evidente), pero sí que hay una buena radiografía de la miseria moral de la época, acompañada de una destrucción continua y sistemática de la hipocresía, en el propio Unrat y en una sociedad que se ve incapaz de ilusionar a los jóvenes.

Heinrich Mann publicó esta novela en 1905, pero fue consagrada definitivamente hasta la adaptación cinematográfica de Josef Von Sternberg llamada "El ángel azul" (1930), una película de culto con una Marlene Dietrich en la piel de esta mujer devorahombres que seduce al profesor. Huelga comentar que para los cinéfilos y los adictos a la Dietrich, el libro tiene un interés añadido. De hecho, la mayor parte de las ediciones del libro posteriores a la película también otorgan el título de "El ángel azul" al libro.

Rafael Ruiz Pleguezuelos