los presidentes en zapatillas

Opinión:

La editorial Espasa con “Los Presidentes en zapatillas. La vida política y privada de los inquilinos de la Moncloa” no ha escatimado esfuerzos en su lanzamiento para convertir esta obra de Mª Ángeles López de Celis en un merecido best seller. No obstante, sería una pena que este libro se quedara catalogado sólo como un ejemplar de moda, por su fácil lectura y la curiosidad que despiertan sus anécdotas de palacio. Las anécdotas desde luego son muchas, simpáticas la mayoría, aunque al presidente más remilgado y a su séquito no les causen pizca de gracia.

Los dos primeros presidentes ya no pueden lamentablemente valorar esta obra. Adolfo Suárez, por desgracia, no es consciente del cariño  que ha generado con  los años debido a la enfermedad que padece. Tal y como las secretarias y el personal de palacio le recuerdan, era cautivador, les hacía sentir a cada uno de ellos como personajes importantes partícipes del momento histórico transcendental que vivían. Como ejemplo se recoge que  acudió, cuando nadie se lo imaginaba, al final de una cena que por Navidad celebraron los trabajadores de la Secretaría en un restaurante. Se disculpó por llegar tarde y les dijo “¡Cómo me lo iba a perder!”.

De  Leopoldo Calvo  Sotelo,  fallecido en mayo del 2008, Mª Ángeles asegura que fue el más intelectual y con un extraordinario sentido del humor. Incluye en el libro una de las poesías que escribió a su esposa y entre otras contestaciones la que le ofreció a un militar: ”General, que yo sonría como que usted sepa comportarse, son ambos imposibles metafísicos”.

Felipe González se mostraba también en la Moncloa con una personalidad arrolladora pero que perdía fuelle en las distancias cortas. Según Mª Ángeles, se interesaba por los asuntos personales de los que le rodeaban pero a veces se mostraba tímido a pesar de su  indiscutible carisma como político en cualquier reunión diplomática.

Sobre José Luis Rodríguez Zapatero y familia también aparecen en el libro detalles de su vida cotidiana, calificada como la más sencilla de todas. La autora asegura que la mirada del presidente es incluso más clara que la que se ha reflejado en las vallas de las campañas electorales. Le halaga que sea el presidente de Gobierno más social de todos, preocupado por la paz, la justicia y la igualdad de todos los ciudadanos en cuanto a derechos y libertades. Sin embargo, le achaca que sufre ya lo que ella denomina el síndrome del poder y que también observó en los anteriores presidentes a excepción de Calvo Sotelo.

Los compañeros de gobierno, el rey Juan Carlos, muchos dignatarios de diferentes países y las mujeres de los presidentes también aparecen descritos con detalles interesantes. Por ejemplo se halaga el papel a favor de los derechos de la minoría gitana ejercido por la primera de las esposas, la independencia y discreción de otras y la prepotencia y vanidad de una de ellas. También los hijos y el ambiente que emanaba de todas estas familias es descrito aquí con mucho respeto, cariño y según las impresiones que causaron entre el personal de la secretaría de la Moncloa. Precisamente para ese personal que ha compartido también largas jornadas de trabajo con los presidentes, ilusiones y desilusiones, terribles golpes en cada atentado terrorista y tensiones de muy diversa índole, ha querido también Mª Ángeles López de Celis que este gran libro sea un homenaje. Yo diría que lo ha conseguido, con creces.

"Los Presidentes en zapatillas. La vida política y privada de los inquilinos de la Moncloa" es una obra muy interesante para que las generaciones que no han vivido la Transición y el nacimiento de la Democracia en España puedan comprender y valorar nuestra historia más reciente. Para los que hemos vivido esta etapa, su lectura también es amena con anécdotas e informaciones no desveladas hasta ahora.

Soledad Gallardo