el designio del ángel

Opinión:

"El designio del ángel" es una novela para adolescentes que también hará las delicias de los adultos que deseen tomarse un respiro si sus lecturas carecen de una ficción que les haga creer en historias increíbles.
 
La voz narradora en primera persona en boca de Clara, su protagonista adolescente, nos centra en seguida en la historia y Cyntia Hand consigue dotarle de cierta credibilidad a este submundo de ángeles, con todas sus reglas concretas, desconocidas hasta ahora para neófitos como yo. 
 
A medida que avanza la trama conocemos la singular vida y las duras obligaciones morales que se imponen en la vida de un ángel a la hora de descubrir su designio personal, y lógicamente entendemos que no siempre será fácil para Clara, cuya situación estacional de adolescencia ya debería plantear en sí un motivo suficiente para la dificultad cotidiana que puede encontrar a nivel de traducir sentimientos y emociones. 
 
Capítulos cortos y un uso del lenguaje hábil, ya que conjuga un vocabulario que resulta sencillo de seguir  y a la vez introduce elementos que serían reconocibles en cualquier conversación de tono juvenil.
 
Nacer ángel significa que no se debería presumir ni utilizar los dones que se poseen debido a su condición especial para llevar a cabo pruebas de fortaleza o resistencia física, ni para destacar con resultados que quedan muy por encima de lo considerado normal, ni para conseguir la admiración del resto de compañeros, como suele hacer su hermano Jeffrey, que se permite despuntar en todos los deportes que practica, sin miedo a ser descubierto.
 
Una de las razones es que los humanos no deben percatarse de sus habilidades, y en el caso de Clara tampoco del brillo especial que desprende su pelo a medida que accede a la llamada gloria. Para que ese extraño efecto pase desapercibido se tiñe el pelo, con el resultado de un desafortunado tono rojo que le molesta menos que los comentarios que va a tener que soportar a causa del nuevo color.
 
Clara debe descubrir primero su designio, que es algo así como un plan no escrito que ella misma debe adivinar, y su trabajo comienza precisamente ahí, ya que el segundo paso consiste en tratar de solventar el problema que se le presente. Lo de volar se convierte en un mero valor añadido a la condición de nefilim. 
 
El designio solo se conoce a medida que sigue las pistas que se presentan, en el caso de Clara en forma de visiones, que en este relato la obligan a trasladarse a la otra punta del país, en donde comienza la aventura con nuevas amistades, y el tropiezo con el misterioso chico que siempre aparece en sus visiones... La familia se ve obligada a cambiar de residencia, en pos del designio de Clara, con todas las consecuencias logísticas y emocionales que un suceso de este tipo conlleva en cualquier familia, y que afectan también en este caso, por muy americanos que sean los protagonistas.
 
La especial amistad que mantiene con Tucker Avery, un muchacho al que al principio se cree con la obligación de soportar por ser  hermano de su nueva amiga Wendy, le hará dudar sobre el designio y las visiones, así como de su manera de manejar los conflictos que surgen alrededor de las complejas relaciones que podríamos clasificar dentro del tipo no perteneciente al mundo angelical.
 
El apoyo de su madre, Meg, un ángel Dimidius y de su nueva compañera de estudios, otro ángel al que reconoce en su nuevo instituto, no le proporcionan la información necesaria para descubrir cuál es el papel que juega el nuevo chico que aparece en sus visiones y ante el cual su corazón comienza a palpitar de un modo desconocido para ella.
 
Y por si esto no fuera poco, aparecen una especie de ángeles no tan agradables como los que hay en esta familia, que pretenden ser un obstáculo nada fácil de saltar

Los ángeles saben que hay cierta información que no está permitido darla a conocer, para prever futuros ataques de otros ángeles, unos tipos nada agradables, que solo buscan alimentarse de la energía de los buenos de la película.
 
Un final abierto inteligente, que nos deja con la miel en los labios, a la espera de la resolución de los amoríos, los desencuentros con los malos, y las medias verdades que intuimos Cyntia Hand ha sembrado. 
 
Saray Schaetzler