Anika entre libros

el niño perro

Ficha realizada por: Anika Lillo
el niño perro

Título: el niño perro
Título Original: (dog boy, 2009)
Autor: Eva Hornung
Editorial: Salamandra


Copyright: © Eva Hornung, 2009
© Ediciones Salamandra, 2010
Traducción de Eduardo Iriarte Goñi
Ilustración cubierta de Astrid Cherney ISBN: 9788498383072
Etiquetas: adaptación animales australianos autores basado en hechos reales conducta educación escritores literatura australiana niños salvajes sociología

Argumento:


A los cuatro años Romochka es abandonado a su suerte. Buscando en la calles, perdido y asustado pero también necesitado de compañía y referencia, encuentra un grupo callejero de perros en el que busca y encuentra cobijo. Mamochka, la líder del grupo y madre de los canes, le hace sitio junto a sus cachorros y le alimenta, y a partir de ese momento la vida de Romochka cambia hasta el punto de convertirse en un perro más.
  
 
La autora:
 
Eva Hornung es una escritora australiana que con su primera novela, Hiam, ganó el premio Vogel y el Nita May Dobbie. Autora también de The City of Sealions, Mahjar, Fire Fire y The Marsh Birds, que obtuvo el premio Asher y fue finalista del Premio de la Commonwealth, no ha sido traducida al español hasta ahora. “El niño perro” es su primera novela traducida al español y Salamandra ha apostado muy acertadamente por ella.

Opinión:


Fascinante, enriquecedor, trágico, absorbente, demoledor...
 
No hace mucho leí el libro que Gabriel Janer Manila escribió sobre nuestro niño salvaje, Marcos Pantoja, criado entre lobos y sobreviviendo sólo con animales salvajes en el monte (He jugado con lobos). Aquel libro era cruel y tierno a un mismo tiempo, y de lectura apta para todos los públicos. “El niño perro” es, sin embargo, mucho más desgarrador y terrible, porque no está escrito con la presupuesta mente infantil en primera persona y tampoco se queda en la superficie.
 
La autora se fijó en otra historia real, en la aparición de un niño moscovita, Ivan Mishukov, que vivió durante dos años con perros callejeros. Conocía más casos, de hecho nombra algunos en el libro, como el de Viktor, el niño salvaje de Aveyron, o Andrei Tolstyk, y podría haber citado más, como el caso de Oxana Malaya, una niña ucraniana criada por perros y que actuaba igual que ellos. Quienes tengan curiosidad siempre pueden encontrar algo en youtube.
 
Podía haber evitado ser tan descriptiva con algunos temas como la alimentación o la higiene pero si lo hubiera hecho el libro habría valido la mitad. Precisamente el que no haya dejado ningún tema por tocar dentro de la educación perruna de Romochka es lo que lo hace tan sobresaliente. Las escenas de alimentación son muy crudas, es doloroso imaginar a un niño comiendo animales muertos crudos, sangrantes, ratas de campo o alcantarilla... Pero eso es lo que le da valor: coherencia, posible fidelidad con el mundo de un niño cuya madre caza para darle de comer y no tiene manos ni cocina para hacerle un guiso. Y como puede uno imaginarse, estas escenas son las más sobrecogedoras, pero no las únicas que te golpean.
 
El niño perro” es una vivencia en si, leerlo es traspasar las páginas, la propia historia, notar que se te encoge el estómago, arquear las cejas, fruncir el ceño, sufrir, sonreír, pasmarte, sobrecogerte, temblar... y lo es porque Eva Hornung no se ha quedado en la superficie. Desde la alimentación a la educación, desde la supervivencia al contacto, desde la fidelidad al peligro, y sobre todo haciendo hincapié en la conducta, lo repasa todo en el día a día del niño durante cuatro años de convivencia con su familia salvaje y el lector no puede quedar impasible. Cualquiera que lo lea lo recordará años y años.
 
Y es la conducta humana y la conducta animal la que se grabará en nuestra mente porque resulta sorprendente el repaso meticuloso que nos ofrece mediante los actos de sus protagonistas (niño/s y perros) hasta el punto de dudar que un perro sólo es un perro, y una persona no es más que una persona.
 
El niño perro” es un relato que se convierte en algo desgarrador cuando Mamochka, enfadada porque piensa que su Romochka le está abandonando por conocer el mundo de los humanos, decide sustituirle o darle una lección robando a un bebé. Si antes ya nos habremos fijado en la importancia de la comunicación y la conducta entre perros y niño, a partir de ese momento será imposible no ver aquella relación como algo demasiado humano. Es difícil volver a mirar a un perro como si fuera una mascota.
 
...Sobresaliente.
 
Anika Lillo

Frases de esta opinión pueden utilizarse libremente en otros medios para promoción del libro, siempre que no se varíe y se mencionen al autor de la misma y al medio anikaentrelibros.com

¿Te ha gustado? Compártelo:

Comentario de los lectores:

Publicidad
Anika entre libros
Actividad subvencionada por el Ministerio de Cultura
Ministerio de cultura

Esta web utiliza cookies para obtener datos estadísticos de la navegación de sus usuarios. Si continúas navegando consideramos que aceptas su uso. Más información X Cerrar