el economista camuflado

Opinión:

Un economista camuflado es aquella persona que somete a cuestión todo aquello que le rodea: cuando está en un atasco, se pregunta cuál es la razón por la que hay tanto coche o por la que la gente no coge más los transportes públicos; cuando entra a un supermercado, piensa por qué una bolsa de patatas de 1,5 euros está delante de nuestros morros, pero las de medio euro están en el estante de abajo; cuando entra a una tienda de ropa en época de rebajas, el motivo por el qué las tiendas prefieren rebajar hasta un 40 % sus productos en unos días en lugar de bajar un 5 % los precios durante todo el año; se cuestiona la razón por la que nos ofrecen vales de descuento en ciertos lugares…

Tim Harford es uno de esos economistas camuflados, que ha escrito aquí todo ese mundo de dudas que a todo el mundo nos atañen. Con este libro, el autor nos acerca de una forma fácil y amena todas las estrategias y encrucijadas en las que estamos todos los consumidores ante el potente artefacto empresarial que nos rodea.

El autor es tutor en el área de economía en la Universidad de Oxford, escribe para el Financial Times y es redactor de la Corporación Financiera Internacional del Banco Mundial. Pero ante todo es un severo observador de su entorno. Que nadie piense que ante tan gran currículo profesional, hay un libro complejo e inaccesible. Es justo lo contrario, está dirigido para un público lector muy amplio: tan pronto puede adentrarse en él un gran economista, como una persona que nunca antes se había preocupado por estas cuestiones.

Y es que a cualquier lector le interesa saber por qué un país como Camerún tiene tan difícil salir de la pobreza o por qué China, donde hay tanta población, ha logrado levantar el vuelo en el panorama económico en los últimos años. Incluso alguien puede cuestionarse qué relaciones tienen entre sí los países o hasta qué punto la globalización les ayuda o perjudica.

Keynes decía algo así como que los países estaban encajados entre sí económicamente, las importaciones de un país eran las exportaciones de otros, si las producciones de algún sector fallaban en un lugar del planeta, podría haber paro en la otra esquina. Entendemos así que cuando un país estornude, medio mundo se resfríe. ¿O acaso no notamos cuando vamos a echar gasolina al coche que ha subido el precio del petróleo justo en la otra punta del mundo?

No nos debe extrañar que todo se rija por estrategias y que la ley de la oferta y la demanda tenga tanta fuerza. Nosotros estamos dentro de ese artefacto y no nos damos cuenta que cuando estamos efectuando un pago, no solamente estamos haciendo un intercambio comercial, también estamos transfiriendo gran información muy valiosa para las empresas. Y esas empresas, queramos o no, rigen el mercado mundial, del que todos dependemos.

En definitiva, un libro recomendado para economistas, amas de casa, estudiantes, jubilados, ejecutivos, empresarios, cajeros, jardineros, médicos, profesores, parados y un largo etcétera. No hay que olvidar que, como dice el autor, cuando vamos a comprar, nosotros somos nuestros peores enemigos y el secreto está en seleccionar correctamente lo que compramos porque será así la forma en que salgamos beneficiados.