muertes en cadena

Argumento:

(Evan Delaney es una escritora y heroína que protagoniza varias obras de la autora)

En esta novela, el padre de Evan desaparece misteriosamente. Su coche, vacío, está despeñado en un acantilado pero no hay rastro del ocupante. La policía baraja la hipótesis de suicidio pero pronto la reemplaza por la de fuga, puesto que el hombre estaba a la espera de juicio. Evan, no obstante, tiene la completa seguridad de que su padre ha sido secuestrado después de saber que trabajó e investigó para una oficina de inteligencia.

Mientras la joven busca pistas, es atacada por un hombre (presunto agente del FBI) que acaba muerto, y se ve huyendo en compañía de un asesino a sueldo que, en esa ocasión, parece trabajar de su parte... Pero ese hecho la convierte en cómplice de asesinato y le ponen precio a su cabeza.

Un último mensaje dejado por el padre de Evan en el contestador automático de Jesse, novio de ésta, apremia al hombre a impedir que la chica se ponga en marcha en busca de pruebas, pero el aviso llega tarde y la “cadena de muertes” se ha puesto en funcionamiento.

Mientras Evan trata por todos los medios de dar con su padre mientras huye de la justicia, recibe un comunicado de una importante y maquiavélica “madame”, dedicada al negocio de la prostitución, que le insta a cambiar a su padre por unos importantes vídeos. Pero el plazo es corto porque el hombre está herido, sin agua ni comida.

La historia se convierte en una ginkana y una lucha contra reloj en la que nadie puede fiarse de nadie. Hay espionaje por medio, falsas identidades, infiltrados y un montón de intereses distintos que mueven a personas dispuestas a todo.

La búsqueda de los vídeos es también a destajo, puesto que se hallan en tres USB ocultos en distintos lugares del mundo y, una vez instalado el primero en el ordenador, comienza una cuenta atrás para conseguir el segundo, ya que los datos se autodestruirán pasadas unas horas a menos que se coloque el siguiente aparato.

Los Ángeles, Bangkok y Londres son los escenarios de una carrera frenética mientras gente de todos los bandos pisa los talones de la mujer.

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