la ruta prohibida. de kabul a samarkanda
Ficha realizada por: Ysabel M.
Título: la ruta prohibida. de kabul a samarkanda
Título Original: (forbiden road: kabul to samarkanda, 1937)
Autor: Rosita Forbes
Editorial:
Almuzara
Copyright: © Rosita Forbes, 1937
© Editorial Almuzara, 2012
Traducción de Catalina Rodrífuez
1ª Edición, Enero 2012
ISBN: 97884153338147
Etiquetas:
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Argumento:
Incluye láminas de fotografías
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A principios del siglo XX, hubo mujeres que no se contentaron con quedarse en casa sino que, muy valientemente, decidieron coger el equipaje y enrolarse en viajes y aventuras. Una de ellas fue Rosita Forbes, una dama inglesa, inquieta viajera que a principios de la década de los años 20 del siglo pasado se adentró por tierras afganas siguiendo la antigua Ruta de la Seda, llegando a lugares donde nunca había estado no solo ningún occidental sino mucho menos una mujer.
En este libro, Rosita Forbes narra las experiencias de ese viaje. Unas memorias que permiten al lector conocer más cosas del Afganistán de principios del siglo pasado.
Opinión:
Aunque su nombre suene muy español o latino, Rosita Forbes no fue compatriota ni latina sino inglesa. Al igual que otras intrépidas mujeres de su época, no se conformó con llevar una vida tranquila y relajada en Londres sino que se dedicó a viajar y a explorar los más recónditos lugares. Una de las zonas que visitó fue Afganistán, concretamente se adentró en la vieja Ruta de la Seda, en el camino que va desde la capital Kabul hasta la mítica Samarkanda. Rosita Forbes fue la primera mujer occidental que pisó Kurfrah.
Teniendo en cuenta esta introducción el lector ya puede hacerse una idea de qué va “La ruta prohibida: De Kabul a Samarkanda” pero que no se lleve a engaño ya que no es un simple libro de viajes ni unas memorias sino mucho más.
Desde un primer momento, Rosita Forbes logra seducir al lector. Ya el hecho de que sea mujer e hiciese este viaje llama la atención. Quizá esta afirmación puede parecer exagerada pero no lo es si tenemos en cuenta la época en la que Rosita Forbes llevó a cabo su viaje: la década de los años 20 del siglo pasado. Aunque en este momento la mujer había logrado mayor libertad y no estaba tan sujeta como antes, no era tampoco muy frecuente que una dama cogiese las maletas y se lanzase a la aventura. Pero Rosita, y esto se nota leyendo sus memorias, no era una mujer que se conformase con permanecer en Londres asistiendo a meriendas y tés de las cinco. Ella tenía un carácter aventurero. Carácter que se le ha de agradecer puesto que se convierte en testigo de la vida del Afganistán del momento. Un país, unas condiciones de vida que no difieren mucho de las que hay hoy.
En este momento, década de los años 20, Afganistán ya ha sido ocupado por las tropas soviéticas. Rosita Forbes establece contacto con ellas y se adentra en la Unión Soviética para llegar a Samarkanda. Bajo el poder soviético, la vida en Afganistán no cambia, se mantienen las mismas costrumbres, tan solo en las ciudades- y entre la gente más joven- algo está cambiando y se están occidentalizando. Las impresiones que tiene Rosita al contemplar la vida afgana son muy buenas.
“La ruta prohibida: De Kabul a Samarkanda” es un libro que se devora. Magníficamente escrito, y traducido, logra que el lector se sienta acompañando a Rosita por estas tierras. Las descripciones que se hacen tanto de Afganistán como de otras zonas cercanas no cansan. Son descripciones minuciosas pero precisas para entender mejor la situación, la coyuntura que rodeaba a Rosita Forbes, a mí me han parecido unas descripciones preciosas, sin desperdicio.
La edición de Almuzara es formidable. Acompañan al texto una serie de fotografías tomadas por la propia Rosita Forbes que sumergen aún más al lector en tierras afganas.
Un libro, por lo tanto, que es más que un libro de viajes. En él encontramos muy buenas referencias a la Historia de Afganistán así como, también, es un perfecto retrato sociológico de su sociedad.
Una lectura, por lo tanto, que nadie debería perderse. Es de las que dejan huella y que, aunque invita a leerse deprisa, es conveniente hacerlo despacio para saborearlo aún más.
Ysabel M.
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