el sorprendedor

Opinión:

Hace ya unos días que he acabado de leer este libro escrito por Sergio Fernández y Rubén Chacón pero no he podido escribir la reseña, no por falta de tiempo sino porque me ha impactado tanto que todas las ideas que anotaba en la libreta me parecían pobres.
 
Como habréis visto también, el argumento que he descrito es corto pero no puedo dar más datos o, de lo contrario, destriparía demasiado la novela y perdería toda su gracia. “El Sorprendedor” es una lectura para descubrir con la advertencia de que engancha y remueve conciencias, algo que, la verdad, creo que hace falta. Aunque puede que haya quien vea oportunista su mensaje, creo que no lo es. Es más, estoy convencida de que tanto esta novela como la de Benjamín Escalonilla, “Generación Tch!”, han salido al mercado en el momento oportuno. Ambas narran historias que van más allá de meras palabras bonitas o acción: son historias que despiertan conciencias e invitan al debate.
 
Sergio Fernández y Rubén Chacón han escrito un libro  buenísimo se mire por donde se mire. Nada más empiezas a leerlo te das cuenta de que no es una novela al unísono. No, es algo más: es una inteligente mezcla de novela de ciencia ficción mezclada con libro de autoayuda y superación. Un nexo perfectamente ensamblado en el que se aprecia una fuerte influencia de Orwell (y su “1984”), Huxley (y su “Un mundo feliz”), “La fuga de Logan” e, incluso, “Matrix” y “Blade Runner”.
 
Una novela muy bien escrita. Toda ella se desarrolla como una cuenta atrás (marcada e indicada en cada uno de los capítulos) y con dos finales paralelos a escoger por el lector. Esto me ha gustado mucho ya que la hace interactiva e implica más al lector. Ambos autores le han dado a “El Sorprendedor” muchísima acción. A mí que no me gusta mucho el género de ciencia ficción he disfrutado de su lectura pero, he de reconocerlo, ha sido porque no es la típica novela de ciencia ficción sino que va mucho más allá.
 
Desde el principio, el lector se mete en la piel del protagonista principal, Lume, y llega a experimentar la angustia que siente viviendo en esa sociedad tan “perfecta” como es Apâthia, donde todo el mundo viste de gris, donde no hay lugar a la improvisación, a soñar, a perseguir unos ideales, a decir “No”. Frente a ella, la isla de Serotón donde todo es diferente; donde la gente sí que lucha por sus ideales, por sus sueños, por ser feliz. Una isla que, cada mañana, Lume contempla a lo lejos desde la ventana de su piso número 89 y a la que decidirá, un día, escapar motivado por las enseñanzas y recuerdos de su tío Hermes. Cuando Lume llegue a ella, experimentará muchas sensaciones que le removerán recuerdos y que le harán adoptar una actitud muy diferente a la que tenía en Apâthia.
 
Es en este desarrollo de Lume donde se aprecia la parte de libro de autoayuda y superación personal de la historia. Un apartado muy bueno que hace, además, que no sea un libro de única lectura sino de esos que invitan a ser leídos más de una vez porque de él puedes extraer una gran cantidad de ideas y frases que te pueden ayudar y motivar. Es de esos libros que yo denomino “para leer con lápiz y libreta al lado”. 
 
Se mire por donde se mire, tan sólo puedo decir cosas positivas del mismo. Es un libro con una lectura más que recomendable, es de esas que -aunque suene cursi o exagerado- te cambian porque son capaces de remover hasta lo más íntimo de ti y hacerte despertar y reaccionar. 
 
Ysabel M.