un extraño en casa

Opinión:

A mi modo de ver, y como padre de dos hijos (uno en plena adolescencia y otra a la que le quedan dos telediarios para llegar a la misma), se trata de un libro muy práctico que expone clara y concisamente la problemática de esa etapa de la vida y aporta soluciones para que ambas partes puedan sobrellevarla lo más dignamente posible y salir airosos del conflicto.
 
Basándose en su propia experiencia como madre y educadora, la autora del libro va describiendo la situación tanto desde el punto de vista del propio adolescente (explicando sus cambios, sus sentimientos, sus “cómos” y sus “porqués”, así como sus expectativas), como desde el punto de vista de quienes le rodean, proponiendo actitudes y reacciones que faciliten el mantener una comunicación lo más fluída con los hijos que atraviesan esa etapa hasta que la consigan superar. Se tocan los principales problemas que suelen presentarse de cara a la comunicación con los adolescentes (sexo, amistades, alcohol, drogas, estudios, orden, higiene, normas familiares, internet, etc.), por lo que en no demasiadas páginas se presenta una guía muy completa a la vez que concisa sobre el asunto.
 
Mención especial merece el análisis que se hace en este libro sobre la forma en que las nuevas tecnologías y en especial las redes sociales influyen en ese aislamiento del menor respecto de su familia que se produce durante la adolescencia hasta el punto de que se le pueda considerar como “un extraño en casa” al que alude el propio título de la obra.
 
Aparte de citas y referencias a otros autores (incluyendo bibliografía), el libro presenta una serie de recuadros distribuidos a lo largo de sus páginas, en los que se recalcan consejos, sugerencias y observaciones de mayor interés, con la idea de recalcarlos y hacerlos más llamativos.
 
Un práctico manual para padres desesperados ante la problemática incomunicación con sus hijos adolescentes que acaba siendo un tanto tranquilizador, pues aunque expone el problema, siempre lo hace con la vista puesta en la esperanza: La adolescencia, como todas las etapas de la vida, también termina.
 
 
Miguel Ángel León Asuero