el gran libro de las citas glosadas

Opinión:

Sin duda, “El gran libro de las citas glosadas” es una obra de referencia, pero también funcionará perfectamente como libro de cabecera, debido a la amena lectura que ofrece y a la casi infinita variedad de temas a que alude.

Lo primero que me gusta y me inspira confianza de esta obra es que no viene de la pluma oportunista de un simple coleccionista de citas, sino que es el trabajo de un auténtico estudioso, literato, hombre de vastos conocimientos y experiencia, que brinda un punto de vista riguroso y por tanto científico de la cuestión. Pancracio Celdrán, experimentado autor de obras como “El gran libro de los insultos” o “El gran libro de la historia de las cosas” (y otras tantas que podréis encontrar en la web), ya advierte en el título que no es ésta una mera enumeración de citas más o menos populares o históricas. Se entra en harina —bien que brevemente, pues tampoco estamos ante un tratado sesudo para eruditos—, se busca el origen de la cita, las posibles desviaciones en su transmisión histórica, las autorías apócrifas de haberlas, las variantes ocasionadas por el uso, otras citas también célebres que la contradicen o compiten con la estudiada, etc.
 
Primero puede leerse una breve semblanza del autor de cada cita, algo fundamental si de acercarse a estos retazos del pensamiento humano se trata. De este modo se introduce al lector en el momento histórico y las circunstancias sociales o personales en que el pensamiento en cuestión fue pronunciado o escrito. Luego encontraremos la cita textual, y aquí es de destacar el hecho de que todas las citas se ofrecen, además de traducidas al castellano, también en la lengua original en que fueron pronunciadas o escritas. A continuación llega la glosa o comentario del recopilador, apartado éste donde confieso haberme sorprendido gratamente en innumerables ocasiones. Uno de los grandes valores de la obra es, para mí, la profusión de breves incursiones históricas en las que el autor muestra a modo de instantáneas los momentos de la historia en que se gestaron las citas; todo un alarde de documentación. Sin embargo, no contento con este método, Celdrán analiza otros instantes históricos relacionados con la cita estudiada, y que de algún modo dieron origen o inspiraron al autor de la misma.
 
Insisto: no sólo se trata de una obra de referencia, ideal para consulta de periodistas, escritores, conferenciantes, etc. Además de ello, ha de saber el lector que es una delicia recorrer sus páginas sin prisa y recrearse en las gotas de conocimiento humano que el autor ha sabido reunir, bajo las premisas del rigor histórico, ironía inteligente y sobriedad, para obsequiar a los amantes del logos con un vasto caudal de sabiduría, que el paso de los siglos por fortuna no ha engullido. Los índices temático y onomástico completan la obra y facilitan la búsqueda de la referencia deseada.
 
Como siempre, la esmerada edición de La Esfera de los Libros merece un chapeau sin paliativos.
 
José Antonio Carbonell Pla