corazón de hierro

Opinión:

En esta novela se cuentan las desventuras de un anatomista que existió realmente, cómo un valiente médico se enfrentará al inquisidor general por desvelar el misterio de la circulación humana y llegar a otro impensable, como la más alta alquimia.

Mondino es un rebelde por naturaleza, fue exiliado tiempo atrás por sus ideas liberales, y de vuelta en su tierra natal no puede sentar la cabeza como desean su padre y su tío. La ciencia y su búsqueda de la sabiduría del cuerpo humano le hacen olvidar sus obligaciones familiares una y otra vez.

Escudado en las sombras de la noche donde disecciona cadáveres para elaborar su anhelado tratado de anatomía, que siglos después aún se estudia en Medicina, recibirá la inesperada visita de Gerardo, quien comenzará una terrible odisea. La extraña herida del cadáver con un corazón de hierro y averiguar que el joven es un templario como su amigo muerto, le hará someterse a su delirante deseo de conocimiento con desastrosas consecuencias.

El autor muestra una precisa y laboriosa visión de la Bolonia medieval, su infraestructura, sus vidas y sus gentes... con algo nuevo que me ha sorprendido gratamente: muestra que no todos los señores de la Iglesia eran despiadados. El Obispo, un hombre justo que odiaba la tortura como medio de obtener confesiones a los presos, me ha parecido una figura muy real y sincera.

La historia del corazón de hierro y el motivo de tan dolorosa muerte me han atrapado. Sobre todo por el personaje que llevará a cabo su venganza y quien tendrá la solución al enigma.

Lo único que me ha parecido a veces menos creíble es la extrema sagacidad que el autor infunde al personaje del médico, como un antiguo Sherlock Holmes y que me ha hecho reír en ocasiones: ¿Cómo podía saber Mondino el carácter de un cadáver a simple vista? Si no conocía al muerto y ni siquiera le toca, lo más que podía intuir es la forma de morir y no su personalidad. Según tengo entendido en esa época no existían ni Grisom ni CSI ¿no?

Verónica Butler