los dientes de los angeles

Opinión:

Inicialmente, se puede decir que la novela se hace corta, ya que es de lectura ágil y seductora. Por otra parte, y una vez terminado el libro, resulta paradójico decir que es una novela terrible pero agradable. Terrible porque relata momentos puntuales de angustia y terror, y agradable porque es suave y humana en su contenido. Es muy humana.

Esta novela está encuadrada dentro de la ciencia ficción o literatura fantástica (más bien), pero esto no es realmente así, ya que el único elemento fantástico o ficticio que aparece es el personaje de la muerte. El resto es totalmente real y el entorno es contemporáneo. Es más, el autor está encuadrado dentro de este género cuando su pluma y contenido trasciende mucho más allá de la acción, destacando principalmente en lo sentimental y en la indagación de las vidas de las personas. De hecho, la novela está llena de exquisitos detalles y connotaciones románticas –olvidémonos del género rosa y de sensiblerías ñoñas-. Pongamos el ejemplo de un pacto, un juramento por amistad, algo infantil que cuando ocurre entre adultos se convierte en algo profundo, algo así como amigos para siempre o amor hasta la muerte –ya quisiera yo tenerlos en mi vida-, es decir, cuando yo te lo pida, harás mucho más que todo lo posible para cumplir mi deseo, harás más incluso de lo que yo haré, tan sólo una vez en la vida, y yo haré lo mismo por ti. A través de éste y otros detalles secundarios, se va tejiendo una estructura ciertamente verosímil sobre la que ocurren los acontecimientos más importantes. Por todos esos detalles merece la pena leer este libro.

Los personajes son totalmente creíbles y están bien retratados, cada uno con su tara en la vida y con su historia a cuestas pero van perdiendo protagonismo a medida que lo va ganando el personaje principal, que a primera hora ni aparece. Es este personaje principal el que no termina de cuajar, ya que se presenta como caprichoso, de comportamiento inestable y es el que finalmente protagoniza el desenlace, al que el lector llega sin demasiado interés y acaba confundido. La pretensión del autor de intentar dar una explicación humana a la muerte hace que las posibles respuestas anunciadas en la contraportada queden en el aire, con razonamientos que pudieran parecer filosóficos, pero que quedan en vagos e incluso oníricos.

En cuanto al estilo es importante destacar la cantidad de recursos usados para narrar, tales como la primera persona, la tercera persona, epistolar, a modo de cintas magnetofónicas narradas. En fin, un amplio elenco que dan a la lectura un toque singular y del todo acertado, ya que aumenta el interés y la credibilidad. La recuperación del género epistolar es otro de los toques románticos que el autor desvela en la novela.

Para concluir, quiero aclarar que es bastante grata la lectura de esta obra, que si bien no es una de las grandes sí es muy entretenida y está magníficamente escrita y traducida (todo hay que decirlo). He saboreado leyendo pequeños detalles de la vida de unos y de otros, quizás lo que falló es algo de la trama principal aunque lo secundario fue tan bonito que no importó.