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Opinión:

Cuando me pongo a leer novela histórica, la mayoría de las ocasiones es por un intento de conocer datos del pasado que afortunada o desgraciadamente no he podido vivir in situ. Es por ello que el hándicap de que lo que leo esté visto desde un prisma orientado por el autor queda asumido. Otra cosa que puede ocurrir es que el propio autor se meta tan intensamente dentro de lo que nos cuenta, que su proceso de documentación sea tan exhaustivo, que nosotros como lectores podamos viajar en el tiempo y parecer que de verdad estamos allí.
 
Una de las primeras sorpresas que me he encontrado en HHhH (acrónimo del que sabremos el porqué de su significado en determinado momento del libro) es la manera en que Binet cuenta este extracto de pasado que es (o fue) el intento de asesinato de Heydrich, considerado como el tercer hombre del Reich y propulsor de la Solución Final. A mí me pareció estar leyendo el prólogo del autor que empieza presentando su preparación y primeras líneas del manuscrito y cuando me quise dar cuenta, ya llevaba unas noventa páginas leídas. Porque la forma que tiene de contarnos la historia es mezclando los datos históricos con sus propias reflexiones ante lo que descubre en sus investigaciones, sus viajes y pesquisas, sus novias y es que en algunos pasajes asistimos a su vida diaria cual Gran Hermano.
 
Esto hace que la prosa sea dinámica, entretenida, ya que no se trata solamente de soltar el tocho histórico, apabullarnos de nombres, fechas, lugares y actos, no. Binet va desgranando el carácter de Heydrich, de dónde viene la situación alemana antes y durante la Segunda Guerra Mundial, algunos de los entresijos del gobierno nazi y de cómo actúa el jefe de la Gestapo.
 
A la par, también nos serán ofrecidas las instantáneas del grupo de operaciones que se forma para acabar con su vida, en un intento de dar un golpe de mano a las fuerzas nazis, encabezadas por Hitler e intentar desestabilizar su poderío. Es así pues cuando conoceremos a los miembros de ese grupo y sus avatares en Praga para preparar su acción e intentar llevarla a cabo.
 
Con capítulos de corta duración, pudiéndose considerar parecido a un diario de a bordo, las escenas del propio autor describiendo su proceso literario, casi se podría considerar un ejercicio de metaliteratura, ya que es tal el grado de complicidad que transmite al lector, que llegado el momento del atentado, nos parecerá que estamos junto a los asaltantes escondidos en el arcén de la curva donde se lleva a cabo el asalto.
 
Y añado que me han sido muy interesantes algunos de los datos históricos que se nos ofrecen así como las diferentes consideraciones de una etapa de la historia del hombre que si bien muchos quieren ocultar, es algo que todos deberían conocer para no cometer los mismos errores. Aunque de todos es sabido que “el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra”. Espero que no.

Fernando Martínez Gimeno