Huérfanos de sangre

Opinión:

"Huérfanos de sangre" te deja la sensación de que estamos haciendo las cosas mal, y digo estamos, porque aunque la historia que nos trae Patrick Bard está focalizada en Guatemala -y pensemos que aquella película no va con nosotros-, refleja que nuestra escala de valores, la del ser humano, es capaz de alcanzar cotas ínfimas.
 
Centrado en las mafias de adopción de Guatemala, Bard traza una intensa historia cargada de denuncia social sobre dichas tramitaciones. Procesos llenos de corrupción, de abusos sociales y excesos de autoridad. Procesos donde el ser humano pierde toda su dignidad y alcanza el valor de una simple mercancía material. Una mercancía que tiene un precio. Procesos que llegan a representar el negocio más lucrativo de un país. Y eso es, simplemente, lamentable y denunciable.
 
El hilo conductor, la investigación iniciada por un joven bombero con vocación de reportero  sobre el secuestro de una niña tras el ataque violento que sufre su madre y una amiga. A partir de aquí, tres focos principales conformados por:

· Equipo de investigación, en cuya representación colocaríamos a Victor Hugo Hueso

· Familia adoptiva, incapaz de tener hijos, que buscan en la adopción -legal- la forma de incrementar la familia.

· Mafias, que maquinan todos los procesos sin mancharse las manos dejando el trabajo sucio a secuestradores de la más baja esfera social.
 
Tres entornos que perfectamente van engranándose unos con otros de forma sistemática y con un ritmo que va "in crescendo".
 
En mi opinión, la trama tiene dos partes diferenciadas en su ritmo narrativo: Una primera de posicionamiento y una segunda parte donde los acontecimientos van sucediéndose de forma inesperada, donde incluso algunos personajes no son lo que parecen...
 
En conclusión, una lectura totalmente recomendable. 
  
Juan Enrique Acevedo