noches de suburbio

Opinión:

Ópera prima de Víctor Blanco y finalista del Premio Minotauro 2007 que nos ofrece una perspectiva del futuro descorazonadora y demoledora. El joven autor recrea una historia interesante, llena de saltos argumentales y temporales que, si bien pueden despistar a algún lector, son una manera muy original de narrar una trama de destinos cruzados; un relato repleto de acción, batallas, enfrentamientos y, especialmente, llena de violencia brutal y descarnada para demostrar que sólo los fuertes sobreviven.

Esta violencia hace que nos preguntemos, concretamente en la primera parte del libro, qué nos está contando exactamente. Sí, asistimos a los avatares de Spade, un punky venido a menos, ladrón y drogadicto, y los delirios de grandeza de un megalómano como Fanfarria pero, en ese justo instante, nos parece que en realidad todo se reduce a unos hechos altamente violentos, casi gratuitos en ocasiones; no nos dejemos engañar, esa brutalidad es totalmente necesaria, el vertedero que es Suburbio se rige por una sola premisa: a matas o te matan.

Esta primera parte de la novela recuerda bastante a “La Naranja Mecánica” (Anthony Burguess, 1962) en la que la violencia no es sólo un medio, es el fin mismo, idea que se verá refrendada más tarde por boca de Fanfarria, y casi con el mismo mensaje del autor Británico: la violencia engendra caos y destrucción a todos los niveles. Y sí, hay mucho de caótico en esta parte de la narración, en mi opinión al autor le puede por momentos lo que está relatando y no llega a conseguir un tono más comedido que no nos descentre de la historia que estamos siguiendo, se trasluce cierta prisa por transportarnos a una vorágine violenta, tanta que no consigue engullirnos por completo como se supone tendría que hacer. Así pues tenemos un inicio brutal, caótico y lleno de pistas que nos llevarán a ver que, incluso en el lugar más infecto de la tierra, hay cosas que se valoran más que la propia vida, máxime cuando ésta es una basura.
 
En la segunda parte, Víctor encuentra un ritmo más sosegado, la barbarie sigue estando presente pero deja de parecer el leitmotiv de la trama, nos centramos en Fanfarria y Spade, en lo que los une y los separa, en qué los lleva a ser cómo son. Es aquí donde el autor, y por tanto la novela, da lo mejor de sí. Si hasta el momento nos encontrábamos con un relato de Ciencia Ficción, ahora nos hallamos ante una historia atemporal, en la que la venganza, el sentimiento de pérdida de los pocos recuerdos buenos que se tenían, y el despertar a una realidad que a duras penas se puede cambiar, dotan a la trama de una épica muy bien narrada. Como en la vida misma el héroe y el villano se confunden, bien porque había un poco de ambas cosas en cada uno de ellos, bien porque, en realidad, ninguno de ellos era tal en realidad. Esta confrontación de los antagonistas nos deja un final agridulce, emocionante y emotivo a partes iguales, con una cruda visión de un mundo que para mejorar tiene que masacrar, aplastar y cercenar las ilusiones del contrario aunque, de un modo paradójico, también todos consiguen lo que quieren aunque no de la manera deseada.
 
Por tanto “Noches de Suburbio” es un buen debut de Víctor Blanco en la literatura de Ficción, aunque necesite depurar un poco el pulso narrativo, regala entretenimiento, una historia muy bien orquestada y una imaginación desbordante. Seguro que tendremos más obras del autor, el tiempo y la práctica eliminarán esos defectillos como el Asimilador los anhelos de los habitantes de Suburbio.
 
Patricia Rubiera