Libros de sangre 3

Opinión:

No hay nada más terrorífico que aquello que no entendemos, que ignoramos o que no somos capaces siquiera de imaginar. Eso debe pensar Clive Barker (Liverpool, 1952) ya que en este tercer volumen nos presenta unas historias que habría que tildar de extrañas e inquietantes. Aunque son diferentes en su extensión, pretensiones y argumentos, todas ellas comparten la inclusión de un elemento turbador en un entorno realista (localización real, tiempo actual), como amenaza y cuestionamiento de la realidad. Elemento turbador que casi siempre está relacionado con lo sobrenatural o lo inexplicable pero que el lector siente como posible (verosímil) debido a la habilidad del escritor de incluirlo en la historia. Y elemento turbador que muchas veces está relacionado con el erotismo y la sexualidad, como motor de los instintos humanos más bajos y por tanto de los impulsos más violentos.

Conviene destacar la doble vertiente de sus narraciones, ya que por una parte juega constantemente con lo que el protagonista intuye pero no puede llegar a ver, con la oscuridad, con el miedo a lo inconcreto, con la imaginación que tan malas jugadas nos hace pasar a veces. Junto a ese calculado (y tradicional) suspense nos presenta por otra parte una descripción con todo lujo de detalles de momentos viscerales o especialmente dramáticos, como si, una vez que el juego se ha desvelado y el telón está levantado, desahogara su represión anterior.

A través de los siete relatos aquí incluidos (y que se publicaron inicialmente en una edición barata en Inglaterra), Clive Barker abarca gran parte de la historia de la literatura de terror. Del miedo a que tus propias manos se rebelen contra ti a una moderna historia de fantasmas con sabor a cine negro y factura de western, pasando por bestias imposibles liberadas de un conjuro ancestral, experimentos fallidos con cobayas humanas, pactos con el diablo, leyendas urbanas y mitología renovada, Barker nos regala una lectura escalofriante que hará las delicias de los aficionados al género.

Lo más interesante de todo, sin embargo, es que, si bien el autor toma elementos del terror de siempre, su literatura no se parece a ninguna otra que hayas leído antes. Su imaginación, sus personajes y sus situaciones resultan de lo más atrayentes, por nuevas. Por imprevisibles, y por tanto, inquietantes.

En los últimos tiempos, Barker se ha interesado por la fantasía (tiene puntos de conexión con Neil Gaiman), el cine ("Hellraiser" que él mismo dirigió es una obra de culto y fue la primera de sus colaboraciones con el séptimo arte), el cómic y la pintura.

Su última "rareza" es un libro de literatura infantil, que demuestra la versatilidad de un autor con un estilo propio y una mente capaz de llamar a la puerta de nuestros más escondidos temores. ¿Estás dispuesto a abrirle la puerta? Piénsatelo porque una vez abierta, no hay marcha atrás.

Jorge Borondo