la sonrisa del vencido

Opinión:

“La sonrisa del vencido” es la antítesis de la novela negra pero sin alejarse mucho de los preceptos que siempre han regido este género; algo que parece una contradicción deja de serlo en cuanto nos adentramos en la trama que este debutante asturiano nos plantea. Lo que se presenta como un thriller policíaco en toda regla se transforma en drama a las pocas páginas, y es que Manuel Álvarez-Xagó tiene la osadía de revelarnos al asesino casi al inicio de la trama, al teniente Colombo le funcionaba en televisión, y al autor le ha salido una muy buena jugada sobre el papel.
 
La novela gira más sobre el tema del azar y las casualidades que nos rodean -transformadas muchas veces en causalidades- que sobre la caza al asesino, acompañado de una galería de tipos absolutamente normales, creíbles y reconocibles, dando como resultado una trama tan realista que no difiere mucho de esos casos auténticos que abren la emisión del Telediario día tras día. Esta sensación de realismo viene acrecentada por la exactitud a la hora de plantear las pesquisas policiales; sobra decir que aquí el autor, policía de profesión, sabe  muy bien el tema que se trae entre manos y nos da los detalles justos y necesarios para no aburrirnos con papeleo que poco nos podría aportar.

No es exagerado decir que la historia tiene tintes de drama realista, que esconde una velada crítica a la sociedad actual y, sin lugar a dudas, a determinadas actuaciones de los Cuerpos de Seguridad de nuestro país que, bien por presiones externas, bien por una ineptitud inexplicable, no parecen ver más allá de sus narices. Una novela que ahonda directamente en la desesperación del que se sabe inocente, se ve en la obligación de demostrarlo y sólo encuentra un muro ante él, la impotencia del falso culpable está muy bien plasmada, provocando la rabia del lector en numerosas ocasiones.
 
Quizás se le puede achacar el resolver una de las relaciones planteadas mediante un cliché muy manido, visto hasta la saciedad tanto en el cine como en la literatura, que empaña un poco el tono realista que sigue toda la trama.
 
Pese a esto no deja de ser una novela negra, hay que intentar capturar al malo y, gracias al planteamiento que el escritor ha querido darle a la historia, nos convertimos en compañeros de Leonardo y Roberto, los policías que intentan desentrañar un crimen aparentemente pasional, así que a lo largo de todo el desarrollo nos veremos preguntándonos cómo se van a arreglar para dar con el culpable, cómo van a encontrar la conexión imposible entre el asesino, la víctima y el acusado injustamente. Como no podría ser de otra manera la solución viene dada gracias a uno de esos caminos por los que nos lleva la vida y que nos deja ver que, aunque no lo pensemos, la gente que nos rodea, no hace falta que la conozcamos profundamente, tiene en sus manos la llave de nuestra felicidad o nuestra desgracia, un final como la vida misma: increíble pero cierto.
 
“La sonrisa del vencido” es una revisión del género, plagada de verdades y errores universales, de antihéroes, gente que sale cada día a comprar el pan, y de victorias amargas que hacen que asome a tu cara esa mueca que es la que da título a la novela.
 
Patricia Rubiera