La obra imperfecta

Opinión:

Tras leer la anterior novela de Raúl Ansola, "Illius" (Grupo AJEC), quedaba claro que me encontraba con un autor que tenía muy seguro cómo debía y quería contar aquello que le llegaba a la cabeza y que era capaz de transmitirlo, aunque esa novela ganase con una segunda lectura, cosa que nos ocurrió a unos cuantos lectores. Con "La obra imperfecta" consigue transmitir sentimientos y aunque tiene cierto suspense por saber qué ocurrió en aquel viaje, no pensaremos que estamos ante una novela negra. Logra medio ocultarlo y nos encontraremos de bruces con ello.
 
La historia comienza en presente, en primera persona, siendo a través de la figura de Martín como vamos empezando a formarnos una idea de la vida de este escritor que vive en Barcelona. Sus miedos ante sus escritos, su temor al pasado, su vida diaria. Cuando recuerda su viaje a EEUU a casa de unos tíos, ese verano, la narración lógicamente se transforma a pasado y nos cuenta sus aventuras con su primo y sus amigos, el despertar de sus sentimientos, de vivir la vida de otra manera. Y es en la parte final, con el paso de los años, cuando sabremos qué ocurrió ese verano.
 
Es una novela de fuerte poder narrativo, ya que la historia de ese verano se nos cuenta como una sucesión de días, una convivencia familiar con otra cultura, una aventura americana que hará a Martín una persona diferente, con las dudas y temores que le surgirán. Con dos personajes principales, Martín y su primo Andrew, que llevan el peso de toda la trama y que conoceremos a la perfección, gracias al desarrollo que de ellos lleva a cabo Raúl muy atinadamente.
 
"La obra imperfecta" es un claro ejemplo de cómo alguien que se inicia con una novela muy diferente a su segunda publicación, si sabe contar, si sabe narrar, con una buena historia entre manos le es indiferente el género o los géneros que elija para mostrarnos la trama. Y en esta ocasión ya en la primera lectura se capta su fuerza, su ambiente, su naturaleza. Raúl vuelve a acertar.
 
Fernando Martínez Gimeno