Y pese a todo...

Opinión:

Anika Lillo

Qué fácil es caer en las redes de esta novela, qué fácil es dejarse llevar... los zombis de Juande Garduño son pérfidos, inteligentes, espeluznantes, sibilinos, brutales y letales. Podrían ser zombis o no, da igual, son seres ya de por si terribles, estremecen, dan auténtico pavor... Y la situación en la que el autor establece las normas es ideal: tres personas y un perro, una enemistad precedida por una gran amistad, rencores y vendettas, afán de supervivencia y rabia contenida, y nieve, mucha nieve... 

Garduño Cuenca pone al límite a sus protagonistas y lo hace de forma rápida, no da concesiones, pero con una buena prosa que evoca mucho a Stephen King (a quien sin duda hace homenaje en la novela, para empezar ambientando la historia en su conocidísimo Maine). Me asombra bastante como algunos autores son capaces de convertir sus obras en "la que podría haber escrito King", tan buenos alumnos son. Que Juande es seguidor de King no hay duda, pero que la espera ha valido la pena, aún está más claro. 

Juande Garduño Cuenca se estrenó con "El caído" en el 2004, y si bien ya apuntaba maneras aún estaba muy lejos de lo que demuestra en "Y pese a todo...". Ha tenido paciencia y ha acertado en la diana. Como lectora agradezco muchísimo esta espera, pues más que ver un progreso he visto un adelanto bestial, y sólo debe preocuparle ahora conseguir una tercera novela como esta, que podría llevar el calificativo de fenomenal y no exageraríamos.

"Y pese a todo..." contiene varios guiños, no sólo a King (Patrick bromea incluso con Neville, el superviviente de Richard Matheson en "Soy leyenda", que también sobrevive junto a su perro), aunque éste me parece sin duda el más importante en toda la novela.

Ha sabido transmitir el terror, el pánico incluso, ha conseguido una ambientación de lo más creíble, ha sido correcto en la narración, fiel a él mismo desde el principio hasta el final, no hay lagunas, no se deja cosas necesarias en el tintero, dosifica bien los momentos tanto de flashback como de terror, ha logrado una novela absolutamente espeluznante.

Se podría decir que quitando un pequeño detalle de la novela que no me cuadra, el resto es perfecto.

Y a pesar de lo mucho que me gustan los finales ambiguos (donde no tienes claro si la cosa acabará bien o mal cuando cierras la última página, a veces incluso me gustan los finales que acaban mal) agradezco enormemente el que ha dispuesto en esta ocasión para el lector, porque al terror de los zombis se suma el terror de la credibilidad, de la posible realidad, de esa tercera guerra mundial a la que el ser humano parece abocado, y se agradece de corazón que haya una esperanza y no se extinga como tantos agoreros pregonan por ahí. Gracias, Juande.

Anika Lillo

Fernando Martínez Gimeno

Este libro tiene la "culpa" de que un primer contacto con su autor, y aunque ya habíamos coincidido en otros foros literarios, se haya convertido en una amistad y colaboración en todos sus proyectos. Y digo esto, porque allá para el mes de Noviembre / Diciembre se puso en contacto conmigo ya que quería saber el bueno de Juande si podía leer un manuscrito, que posteriormente se ha convertido en "Y pese a todo", porque sabía de mi apasionada lectura hacia el mundo del terror y por si le podía aportar algún comentario o cambio. Fueron algunos cambios, pero recuerdo mi email nada más terminar: "Juande, esta HISTORIA es muy grande. Tiene un AROMA muy bueno a King".

No, no me he equivocado, las mayúsculas en la frase están por algo. Y me explico. La HISTORIA principal sobre la que gira la novela es tremendamente aterradora y crea un clima muy desasosegante. La premisa de saber qué ocurriría en un pueblo arrasado y en el que solo sobreviven dos vecinos que han sido muy amigos en el pasado pero que ahora no se pueden ni ver, hace que nos preguntemos hasta dónde llegaríamos por subsistir si no nos queda otro remedio. Tendremos varios flash-back en los cuales iremos conociendo a ambos amigos y cómo ha sido su historia hasta el fatídico día. Todo ello ambientado con mucha nieve y en Bangor, Maine.

Por lo que llegamos al apartado AROMA. Muchos son los escritores que tienen entre sus lecturas y fuentes de inspiración al señor King. Muchos son los que intentan imitar o alcanzar su manera de escribir y lo que consiguen es una pseudocopia. Si hubiese leído algo de este estilo, mi palabra hubiese sido "tufo" en vez de "aroma". Y es que con su estilo propio, sí que es cierto que utiliza recursos del escritor de Maine y como se ve, lo ambienta en su ambiente, pero solo nos queda un regustillo, un aroma a King, no nos quedamos con la sensación de haber leído otra imitación.

Los personajes pues, al ser solo dos y la hija de uno de ellos, llevan todo el peso de la trama, tanto en los momentos del pasado, como por supuesto en los presentes, con lo cual tienen que estar muy bien definidos, que el lector los identifique perfectamente y tengan un buen desarrollo a lo largo de la misma. Y ni que decir tiene, que "Y pese a todo" lo tiene. Consigue empalizar de tal manera, que a buen seguro tras leer este libro, muchos (y yo ya lo he hecho), acabaremos preguntando en nuestra cabeza, cómo habríamos sobrevivido nosotros al lado de un vecino con el cual estamos enemistados, y con probabilidad, puede que cambiemos nuestra manera de verlo.

Y claro está, al ser publicado en la Línea Z de la editorial Dolmen, tiene zombis. Os podéis hacer una idea de cómo son al ver la portada de Colucci, unos zombis que pululan, que acechan detrás de cada página de la novela, que no son para nada los protagonistas, son la excusa para plantear la premisa, porque esta HISTORIA es tan buena y tan grande, que se enfrente a lo que se enfrente, no hay quien pueda con ella.

Eso sí, ahora Juande tiene un gran reto, y es que su próxima novela tiene que tener como mínimo este mismo nivel, sé que lo puede hacer y que de nuevo tendremos otra gran HISTORIA que leer.

Fernando Martínez Gimeno