¡Y hasta aquí puedo leer!

Opinión:

Yo, que soy de esa Generación EGB que veía Un, dos, tres todos los viernes por la noche en familia, he de reconocer que me he emocionado leyendo las memorias de Mayra Gómez Kemp. ¿Cómo no hacerlo cuando ella ha sido una parte de mi niñez?

Por lo general me gusta mucho leer biografías y memorias, pero en este caso lo he disfrutado mucho más al ser Mayra parte entrañable de mi infancia. Además he aprendido mucho más sobre su vida, ya que no sabía todo lo que había hecho además del Un, dos, tres, puesto que viví unos años fuera de España y algunas de las cosas que nos cuenta tuvieron lugar durante esos años.

El libro nos cuenta cómo fue su infancia en Cuba, donde destacó académicamente a una edad muy temprana y donde realizó su primera aparición en la televisión en un anuncio de tabaco a la tierna edad de trece años (algo hoy día impensable). De Cuba su familia decide emigrar a Estados Unidos mientras fue posible, y allí pasó sus años universitarios hasta llegar a España, donde ha residido desde entonces y donde ha desarrollado su carrera profesional.

Leyendo sus recuerdos me ha sorprendido mucho un hecho en particular, que, aunque no es algo muy significativo para su carrera profesional, llama la atención por la época en la que sucedió: Mayra de joven fue parte del elenco del Rocky Horror Picture Show que se representó en Madrid en la época franquista.

Por supuesto, una parte importante de sus memorias es el programa Un, dos, tres, en el que acuñó esa famosa frase de "¡Y hasta aquí puedo leer!". Sus comienzos no fueron de presentadora, sino que empezó siendo una de las azafatas del programa. Cuando unos años más tarde Chicho Ibáñez Serrador buscó nuevo presentador tras el accidente que sufrió Kiko Ledgard, fue cuando ella se convirtió en una de las más memorables presentadoras del programa.

Algo de lo que siempre se ha hablado es de sus discrepancias con Chicho Ibáñez Serrador, y ella nos cuenta el motivo de tales rumores, así como la resolución de sus problemas con Chicho hace unos años, no hay nada que el cariño y el amor no pueda solucionar, y ellos dos se tenían mucho aprecio y cariño.

Pero no todo es televisión, Mayra también nos habla de algunas épocas difíciles en lo personal: por una parte la gran depresión que sufrió su marido y al que tanto ayudó para salir de ella, y por otra su lucha contra el cáncer, que la ha visitado ya dos veces.  A pesar de lo dura que es esa enfermedad, Mayra ha logrado vencerla en esas dos ocasiones…¡es una mujer muy fuerte!

En definitiva, una lectura muy amena y que se disfruta. Muchas gracias Mayra por dejarnos conocerte un poquito más y admirarte más si cabe.

Elena Martínez Blanco