Y de repente, Teresa

Opinión:

El juicio a don Bartolomé de Carranza autor del "Catecismo Cristiano", primero en España y después en Roma, es sólo uno de los ejemplos que podemos encontrarnos en este completo trabajo de documentación, con el que el autor ha querido ir más allá del encargo de escribir un relato de la figura de Teresa de Jesús en el quinto centenario de su nacimiento.

Jesús Sánchez Adalid nos muestra un recorrido por todo lo que acontece al Santo Oficio, su forma de proceder, su jerarquía, la obsesión de persecución y las incautaciones de los bienes a los procesados. Un viaje en el que no faltan las disputas y viejas rencillas entre quienes optan al poder de los altos cargos, y que nos deja unos capítulos para comprender esas luchas internas.

El encargo de la investigación de los alumbrados, llevado por Rodrigo de Castro Osorio, es el más extraño y confuso de cuantas pudieron realizarse. Los alumbrados tenían el poder para conseguir seguidores, no faltos de fe pero sí dispuestos a dejarse llevar por los éxtasis, visiones y desmayos de quienes decían tener una revelación de Dios. El fin mismo del alumbradismo no era otro que la falsa santidad y el único objetivo de conseguir limosnas y beneficios, dominar o abusar de las personas.

El empeño de Castro por convertirse en gran inquisidor, le aleja de las tareas propias de su cargo, por lo que encarga sus investigaciones a un joven fray Tomás que será el verdadero protagonista, junto a Teresa de Jesús, del espíritu de esta novela.

Así, fray Tomás Vázquez, dominico de Ávila, viajará a Madrid para ponerse a las órdenes de Rodrigo de Castro, aprender y ocuparse de alguno de los casos del inquisidor. De esta forma, conoceremos tanto los métodos de investigación como los de interrogatorio, y aunque el joven fray nunca hizo uso de ellos, si se nos da una amplia explicación de alguno de los tormentos que usaba la Santa Inquisición para obtener la declaración que más les convenía.

El "Catálogo de libros prohibidos" y "El libro de la vida" (libro de las revelaciones de la carmelita descalza Teresa de Jesús), son perseguidos con el fin de estudiarlos, desde el momento en que conoce su existencia, y será la única razón de ser de fray Tomás, después si fuese necesario tendrá que destruirlos.

Doña Catalina de Cardona, conocida como la Frailesa, que se alojaba en casa de la princesa de Éboli; la lujuriosa Magdalena de la Cruz que engañó con sus trucos a los más ignorantes y al mismo obispo; o el encarcelamiento de Fray Luis de León por sus manifestaciones públicas contra la validez latina de la Biblia; son alguno de los episodios de esta novela con los que conocer por dentro el funcionamiento de este controvertido sistema judicial.

Entre sospechas, averiguaciones y declaraciones se va cerrando el círculo sobre la verdad entorno a la vida de Teresa de Jesús; cabe destacar las conversaciones con la princesa de Éboli, que apuntarán en contra de la religiosa. Al otro lado de la balanza se encontrará el valor humano de su persona, que se verá reflejado tanto en sus escritos como en la defensa del derecho de la mujer para pensar y tomar decisiones.

Un tablero que enfrenta a detractores y defensores de su persona, en una historia novelada que aprovecha parte de la biografía de Teresa de Jesús para invitarnos a conocer la España del siglo XVI y a la Santa Inquisición, como nunca antes se había escrito sobre ellas.

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