X-9 Agente Secreto Corrigan 1967-1968

Opinión:

En el mundo de las tiras de prensa, o eres sumamente original, o bien puedes tener un golpe de suerte que, a menudo, no tiene que estar correlacionado con el talento o la calidad del trabajo en cuestión. Ya hemos comentado aquí varios recopilatorios de tiras de prensa y, en algunas ocasiones, hemos comentado que dichas tiras surgieron en respuesta al éxito de otras tiras de alguna cadena de diarios de la competencia; uno de los casos más claros lo tenemos con las tiras de Alex Raymond, Flash Gordon y Jungle Jim que nacieron como respuesta, respectivamente, a los éxitos de Back Rogers y de Tarzán (siendo el caso que Flash Gordon superó al original). Todo eso viene porque el caso que tenemos entre manos, Agente Secreto Corrigan surgió como respuesta al éxito de Dick Tracy. En este caso, para llevar adelante la obra se escogieron a dos grandes en su campo: Dashiell Hammett y Alex Raymond. Sin embargo, pronto abandonó Hammett (si es que no fue solamente un reclamo), y poco después Raymond, que se ocupaba de las de Flash Gordon y Jungle Jim.

El personaje fue teniendo diversos guionistas y dibujantes, entre los que podemos destacar a Leslie Charteris, creador de El Santo, Austin Briggs, etc, hasta que recayó en las manos de Archie Goodwin y Al Willianson, que ya tenían un nombre y una reputación en sus respectivos campos: Archie ya era guionista y editor en  Warren, en la línea EC, y novelista con seudónimo; por otro lado, Al comenzó a los 17 años publicando su primera historieta, y posteriormente trabajó para Warren, EC, etc. Ambos trabajaron, coincidiendo con su "estancia" en Agente Corrigan tanto de Marvel como en DC, además de encargarse de otras tiras de prensa. Entre los trabajos de ambos (a veces conjuntamente) se puede hablar de Iron Man, 4 Fantásticos, Spiderman 2099, Manhunter, Batman… Es decir, dos grandes del cómic en todos sus formatos, y en variadas vertientes (terror, superhéroes, oeste, novelizaciones de películas,…) tanto antes de tomar las riendas de Agente Corrigan, como durante y después.

Centrándonos en el tomo que tenemos entre manos, los autores prescinden (aunque en este tomo se mantenga) de la coletilla X-9, seguramente en un intento de diferenciarlo de 007; aquí no usa "gadgets" que puedan resultar más o menos estrafalarios, ni es un mujeriego tipo James Bond si no que, por el contrario, es un abnegado "Hombre G" felizmente casado (en alguna aventura toma parte su mujer), con clara conciencia de cual es su labor.

No encontraremos historias sumamente originales, pero si veremos, por el contrario, un tono más aventurero, acentuado por los escenarios por donde Goodwin mueve al personaje. No quiero decir con que no sean sumamente originales que sean malas, ni mucho menos; son historias de una longitud moderada en las que lo que tiene que ser contado lo es, sin grandes alardes, pero sí con profesionalidad y conociendo lo que pueden ofrecernos dado la temática, y el formato.

Sin embargo, lo que sí es de reseñar son las ilustraciones de Williamson; ese recorrer escenarios exóticos del personaje, obra de Goodwin, hace que el dibujante tenga que ilustrar igualmente una exótica selva, que las calles de un pueblo de la América profunda, que un balneario de lujo, que el desierto profundo y los hallazgos arqueológicos, que pasa de las playas de la rivera francesa a los Alpes Suizos… Es una de las cosas que me asombró de este tomo, la habilidad de Al Williamson para recrear cualquier ambiente y paisaje que el escritor le proponga. Porque claro, además tendrá que dibujar los vehículos de la época, narrar las persecuciones, los animales del desierto… vamos, que nada se le escapa al dibujante… y/o a sus ayudantes, entre los que se encuentra, por ejemplo, Neal Adams.

Evidentemente, como queda dicho, no esperemos encontrar aquí grandes casos de espionaje, agentes secretos, mafiosos arrepentidos (ojo: GRANDES casos)… no es el lugar, ni el caso. Sin embargo, sí podemos encontrar aventuras de lo más variado, que nos transportan de un lado a otro del globo terráqueo, sin darnos oportunidad de aburrirnos, lo cual ya es, de por sí, de agradecer. Y todo ese vaivén de los personajes, ese recorrer desiertos, junglas, pueblos semi abandonados, hoteles de lujo, etc, hace que la labor del dibujante sea mucho más apreciada porque, a la tarea habitual de mostrarnos los "típicos" casos de espionaje, tiene que enseñarnos todos esos escenarios, lo cual hace de manera sobresaliente.

Por todo ello, otra obra altamente recomendable, de nuevo traída por Dolmen, en su colección Sin Fronteras, a cuyo cargo está Rafael Marín. Se complementa con el artículo del propio Rafael, así como las biografías de ambos autores.

 En este tomo, recopilatorio de los años 1967-1968 se incluyen las historias:

• Operación: Marina Vladesky.
• Muerte en el Caribe.
• Sangre por una llave.
• Lavado de cerebro.
• Una joya para un chantaje.
• Contrabando de armas.
• Infierno en Eagle End.
• Filtración de documentos.

J. Javier Arnau