We can be heroes. Una celebración de la cultura LGTBQ+

Opinión:

Roberta Marrero es una crack, y tal y como yo veo el tema sus libros -hasta ahora por mis manos han pasado "El bebé verde" y "We can be heroes"- son muy necesarios.

Llegar al gran público a base de ensayos sobre la sexualidad, el mundo y la cultura LGTB+ no es del todo posible porque no a todo el mundo le gusta leer libros que no les entren por los ojos, pero "We can be heroes" entra por los ojos con una facilidad asombrosa. Esto se debe a tres cosas: ella sabe cómo dirigirse a los demás, qué contar, y cómo ilustrar el libro.

Efectivamente el libro es ilustrado, está lleno de rostros conocidos -algunos no tanto- pero por sus páginas pasan Dios ¡perdón! Quería decir David Bowie… RuPaul, Boy George, Annie Lennox, Marc Almond (anda que no escuché veces sus discos), Siouxie (and the Banshees), Marc Bolan, Paloma Chamorro, Madonna, Marlene Dietrich, Debbie Harry, Rock Hudson, Elizabeth Taylor, Marilyn Manson, Charles Baudelaire, Quentin Crisp y hasta el doctor Spock.

Habla de los pioneros y pioneras, del sida, de la androginia, del travestismo, de la vida militar o la pornografía gay, de la represión española franquista y la salida del armario a través de la cultura de los 80, y hasta de Rocío Jurado.

Me ha parecido curiosísima la inclusión de Joseph Merrick -a quien el gran público conoce como El Hombre Elefante- entre sus anotaciones y dibujos, aunque entiendo que lo escoge como ejemplo de monstruosidad -que luego fue aceptado por la gente cool y jet del momento- para mostrar al mundo que algunos que salieron del armario fueron vistos así por la sociedad. Incluso se remonta a épocas pasadas para nombrar a Juana de Arco, cuya condena a la hoguera fue la que precipitara su cremación en la hoguera. Y con ella, Gilles de Rais, mago y homosexual, u homosexual y mago, como prefiráis. Son tantos los rostros que aparecen en "We can be heroes" que es imposible no darse cuenta de que mucha gente vivía en Babia cuando una parte del mundo peleaba por hacerse visible buscando ser respetada.

Sea como sea, el cine, la música y la literatura han puesto su "montaña" -que no granito- de arena para recordarle al planeta que las personas son personas independientemente de su orientación sexual y de su género sexual. Mujeres que se vestían de hombre, como Annie Lennox o Frida Kahlo, hombres -en su mayoría- con gran talento que fallecieron a causa del sida - que en aquel entonces casi era como una flecha que apuntaba a los monstruos y desviados-, e incluso la más absoluta actualidad en la que sale a relucir el puto Putin (perdón, Vladimir Putin) y su persecución HOY contra los homosexuales. Nada más detestable que este señor y los que son como él y gobiernan países.

Del mundo de la televisión -que también sale- permitidme que me quede con el fabuloso personaje de American Horror Story -que adoro- como "Liz Taylor", interpretado por Dennis O'Hare, aunque hay que admitir que toda la serie, toda ella, es digna de ser nombrada como la gran representante del mundo LGTBQ+.

Un libro imprescindible lo mires por donde lo mires para todos los públicos, porque algunos ya sabemos, pero otros no tienen ni idea, y a muchos eso les convierte en peligrosos combatientes ignorantes.

Es fácil enamorarse de "We can be heroes", de Roberta Marrero, porque aúna información, belleza, historia, modernidad y hasta clarividencia. Sólo nos queda darle las gracias.

Anika Lillo