Volver a Canfranc

Opinión:

El interés de los hechos narrados y el desconocimiento que de ellos tenemos la mayoría de los lectores, hacen que pronto nos sintamos atrapados por la acción, que basada en hechos históricos han sido reconstruidos de manera ingeniosa y acertada por Rosario Raro. Amante de los libros, deja su reflejo en esta obra con alusiones a "El conde de Montecristo", Cervantes o Pérez Galdós. La unión de personajes reales con ficticios, y que bien hubiesen podido existir, completan un episodio indispensable para conocer la labor de aquellos que se jugaron la vida para salvar a quienes huían perseguidos desde diferentes puntos de Europa.

Cada uno de los personajes cumple el cometido del papel asignado y la autora describe a la perfección los movimientos que se van produciendo, al tiempo que describe el personaje, nos cuenta su historia y lo perfila de manera que le recordemos fácilmente; convirtiendo la trama en una narración coral, con claros protagonistas que necesitan el apoyo de los demás para dar sentido y fuerza a la ficción de este documento histórico. La lealtad y el hermanamiento entre los diferentes países, que componen esa frontera impuesta por los alemanes, son suficientes para alcanzar el objetivo; haciendo que la maquinaria de los agentes alemanes sea incapaz de frenar los sabotajes y actos de la resistencia.

El peso de la novela recae sobre Jana Belerma, una joven camarera del Hotel Internacional, experta en falsificar todo tipo de documentos que completa con la ayuda de ingleses y norteamericanos, y además se encarga de esconder a los judíos hasta que los pueden hacer cruzar la frontera camino de Lisboa. Al otro lado, le acompaña un enigmático y duro guerrillero, Esteve Durandarte, que vuelve locos a las autoridades de todos los frentes por su actividad como contrabandista. Ambos personajes, inspirados en el Quijote, son el centro de la trama, si bien, merece la pena destacar al resto de quienes les acompañan en esta maravillosa aventura, igualmente bien perfilados.

Como es el caso de Laurent Juste, jefe de la aduana internacional de Canfranc y jefe del grupo de resistencia en la zona, que jugando un doble papel conseguirá salvar no solamente a miles de judíos, sino también a personajes conocidos como la bailarina, cantante y actriz estadounidense Joséphine Baker, los pintores Max Ernst y Marc Chagall o el también escritor Heinrich Mann, hermano mayor de Thomas Mann.

Un tren que salvó muchas vidas al emprender el camino opuesto a los campos de exterminio; una estación que albergó y dio nuevas esperanzas a aquellos que lograron huir hasta América; una población orgullosa de su hazaña y recompensada no solamente con el dinero y las joyas que les dejaban sus huéspedes tras su paso, si no también por las visitas que todos los años reciben, desde que terminó la contienda.

Con buen hacer literario, Rosario Raro sabe meternos en la historia y enseñarnos uno de los momentos más apasionantes del final de la segunda guerra mundial; con una narrativa muy visual, que bien pudiese ser llevado a la gran pantalla.

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