Viñetas

Opinión:

Antes de nada he de decir que "Viñetas" no me ha gustado, sino lo siguiente. Es una novela buena y hermosa, toda una delicia de leer. No conocía a su autor, Agustín Sánchez Vidal y me he sentido honrada al hacerlo puesto que toda su historia rezuma literatura por los cuatro costados y de la buena.

"Viñetas" es una novela familiar, rural y social con algunos toques de novela histórica. Es un viaje a los recuerdos de Miguel, recuerdos que sitúan al lector en la España de finales de los 50, en la España rural que nada tenía que ver con la de las grandes ciudades como Madrid o Barcelona. A través de las Viñetas que Miguel encuentra, viñetas dibujadas por su hermano Toño, nos adentramos en cómo era la vida en un pueblo de Ciudad Real, La Solana. La descripción que hace es perfecta, no cuesta nada imaginar cada detalle.

"Viñetas" es una novela que va conjugando trazos del pasado con el presente representado por Julia, la hija de Miguel. Ambas épocas están muy bien entrelazadas y se complementan entre sí. La parte de la novela en la que Julia tiene un mayor protagonismo, es una novela ecológica. Ella es agricultora, muy concienciada con el medio ambiente. A través de este personaje, vamos descubriendo más cosas acerca de los cultivos ecológicos y la agricultura sostenible. Una parte que me ha gustado mucho. No sólo está perfectamente descrita sino que aporta información, es un poco didáctica y me ha encantado conocer más cosas acerca de este tipo de agricultura. Esta parte agreste, hace que "Viñetas" sea una novela rural más que urbana. Toda la trama, la acción sucede en el medio rural. Este toque agreste, de campo, de tierra es francamente hermoso dentro de su dureza porque las condiciones de los campesinos de la zona nada tenían que ver con las de otras como Valencia sin ir más lejos.

Uno de los puntos que más llaman la atención es el estilo narrativo del autor. Es un estilo ágil, fresco y un tanto poético. Es todo un placer leer sus descripciones, sus párrafos. "Viñetas" es una novela que atrapa sólo por su lenguaje pero, a él, se añade esta trama un tanto intrigante. Desde el principio al lector le pica la curiosidad por saber qué fue lo que ocurrió entre los dos hermanos, por qué Miguel se fue a Estados Unidos y sólo ha regresado cuando Toño ya está muerto.

Toño, Miguel, Julia son los personajes principales. Unos personajes perfectos. Miguel tiene un carácter un poco más soberbio, le cuesta admitir que se equivoca, es un poco cabezota. Él es el pequeño de los dos hermanos, el que se marchó. Toño era el mayor. Un hombre que conoceremos a través de sus recuerdos, unos recuerdos en los que el cine está muy presente. Al mismo Miguel le sorprenden muchas de las cosas que descubre de su hermano a través de los recuerdos y objetos que ha dejado. Ambos son personajes que aportan mucho al lector.

Frente a ellos, Julia, la hija de Miguel; de ella destaco su valentía. Es una agricultora, una mujer de campo muy concienciada. De ella aprendes mucho sobre agricultura sostenible. Es el equilibrio que necesita Miguel y el puente hacía Toño al mismo tiempo.

Todos ellos, y también los personajes secundarios, son los pilares de la historia. Lo cierto es que apenas hay puntos negativos en ella. En su conjunto, creo que es una gran novela y debería dársele la oportunidad de ser conocida, lo mismo que su autor. Es una historia que no sólo entretiene sino que aporta y ello me parece fundamental.

Yo te recomiendo que la leas, no va a defraudarte. Para mí es una de las mejores novelas editadas en 2016.

Ysabel M.