viaje al optimismo

Opinión:

La nueva “aspirina” de Eduardo Punset consiste en “Optimismo” para todo ¿Y por qué no? Hemos superado que los príncipes azules y las princesas rosas no existen, que el estado del bienestar se tambalea, que un sistema político-financiero ha resquebrajado ya demasiadas democracias. Toda esa cruda realidad -unida al hambre en el mundo y las guerras sin treguas- debemos tenerla presente en nuestro cerebro para no convertirnos en seres desnaturalizados. Pero… para seguir adelante, buscar esos espacios de felicidad propia y de quienes nos rodean, necesitamos recargar las pilas emocionales y es ahí donde Punset aplica su maestría. Él consigue exponer, de forma clara para el gran público, que  muchos experimentos científicos y estudios sociológicos demuestran que una actitud positiva  ayuda a aumentar la felicidad y como consecuencia, también, favorece  una sociedad  más saludable.  
 
No cabe duda de que Punset es un personaje mediático. Pero, quiero insistir en que lo ha logrado tras una larga vida dedicada al estudio en multitud de disciplinas, a la investigación. Su faceta dedicada a la divulgación de la ciencia  ha conseguido vender 1,25 millones de libros, según Planeta. Estos datos, unidos a su carisma y valía reconocida internacionalmente, son motivos más que suficientes para felicitar al autor.
 
Por otro lado,  ¿quién no desea, en un momento determinado, que alguien le susurre al oído lo que está deseando oír? ¿A quién no gratifica, en ciertos días o momentos, escuchar una palabra amable y varios motivos para ver el vaso medio lleno? Eso debió pensar Planeta también y los seguidores incondicionales de Punset. Ahora, para los que nunca han comprado un libro de autoayuda, Viaje al optimismo puede resultar interesante porque mezcla valoraciones subjetivas, sencillos planteamientos filosóficos y psicológicos, con una recopilación amplia de los resultados objetivos de valiosos experimentos científicos. No es un libro idóneo para leer de un tirón, aunque sea ameno y de lenguaje muy sencillo, sino a pequeñas dosis para captar los mensajes sin interferencias.
 
La presentación de la obra es atractiva, está dividida hasta en 14 capítulos y más de sesenta epígrafes de contenidos específicos y bien delimitados. Algunos textos incluyen imágenes bastante ilustrativas aunque otras casi se podría decir que son de puro relleno. No obstante, todas ellas amenizan la lectura en función coherente con ese objetivo constante, provocar el optimismo individual y social.
 
Yo creo, como decía, que a cualquier trabajo firmado por Punset le precede la imagen de gran comunicador, de divulgador científico, la de un erudito capaz de traducirnos a un lenguaje legible conceptos complejos de un mundo desconocido. Sin embargo para algunos lectores quizás se extienda demasiado en esta ocasión en valoraciones obvias. Incluso se ha podido pasar una galaxia cuando incluye para ser optimistas hoy, previsiones a largo plazo de cien mil años, tales como que: se cuadriplicará la esperanza de vida; el estado se encargará del cuidado y educación de los niños  al nacer; desaparecerán las convicciones no comprobadas del pasado; el trasplante de células madre en el cerebro permitirá disfrutar de él toda la vida; se llevarán a cabo tratamientos terapéuticos personalizados de todas las enfermedades gracias al control del genoma de cada individuo. 
  
Soledad Gallardo
  
 
VIAJE AL OPTIMISMO.LAS CLAVES DEL FUTURO. Evitar miedos, valorar nuestra intuición, gestionar nuestras emociones, observar los avances técnicos y científicos, incluso las verdaderas causas de la crisis económica, son algunas de las propuestas de Eduardo Punset para potenciar la felicidad y como consecuencia mejorar también nuestra salud.