Vampiros. Edición anotada
Título: Vampiros. Edición anotada
Título Original: (Vampiros. Edición anotada, 2024)
Autores: Laura Blázquez Cruz, Julio Ángel Olivares Merino, Eugenio Manuel Olivares Merino, Antonio Andrés Ballesteros González
Editorial:
Akal
Colección: Grandes libros
Copyright:
Traducción:
Parte I: Revinientes y vampiros medievales desde la Edad Media
hasta el siglo XVIII, Eugenio Manuel Olivares Merino.
Parte II: Vampiros románticos y victorianos, Antonio Andrés
Ballesteros González.
Parte III: Vampiros en el siglo XX (hasta 1950), Julio Ángel
Olivares Merino y Laura Blázquez Cruz.
© Ediciones Akal, S. A., 2024
Ilustraciones: Color y B/N
Edición: 1ª Edición: Octubre 2024
ISBN: 9788446055860
Tapa: Dura
Etiquetas: antología mitos romanticismo personajes reales relatos demonio edad media gótico narrativa libro para regalar libros ilustrados recopilatorio de varios autores horror vampiros recopilación siglo XIX siglo XX inmortalidad transformaciones vampirismo sangre
Nº de páginas: 496
Argumento:
Antología de relatos escalofriantes. Desde la Edad Media a la primera mitad del siglo XX.
Una antología única de los mejores relatos protagonizados por vampiros. Mito legendario y proteico, el vampiro ha acompañado al ser humano desde tiempos inmemoriales, al acecho como anunciación de la otredad, los miedos reprimidos y la voracidad de nuestros traumas, o formando parte indisociable de nuestra esencia como plasmación de la mitad oscura e ilustración de la dualidad que nos constituye y materializa nuestros anhelos e instintos más inconfesables.
La presente antología traza la evolución del vampiro en lengua inglesa desde sus manifestaciones en textos medievales, con semas y modus operandi que anticipan las características primordiales del chupasangres en siglos posteriores, hasta la eclosión manifiesta del ente en el periodo decimonónico, con la canonización de los vampiros de Polidori, Byron, Le Fanu, y, sobre todo, la obra seminal de Bram Stoker, desembocando en la idiosincrasia ecléctica o la reinterpretación vanguardista y alejada de los presupuestos clásicos y puristas que dinamizan la variedad y estilización del mito en la primera mitad del siglo xx, como génesis de las drásticas transformaciones que se darían, posteriormente, en la posmodernidad, metamorfoseándose el vampiro en un icono adolescente o una suerte de zombi descerebrado y despojado de su aura aterradora.
Los relatos compilados en este volumen giran en torno a conceptos y motivos angulares como la inmortalidad, la depredación en su acepción literal y figurativa ‒física, emocional, económica, biológica, etc.‒, la pérdida de la identidad y la sangre como sustento vital y elemental tematizado.
Opinión:
Estamos acostumbrados a la grandilocuencia de los libros anotados de ediciones Akal. Hemos visto muy buenos ejemplos, como las ediciones de clásicos como Frankenstein o Drácula. Y, si hablamos de vampiros, llega hoy a nuestras manos "Vampiros. Desde la edad media hasta la primera mitad del siglo XX". Un tomazo ilustrado a todo color, con notas explicativas por doquier, y compilado por verdaderos especialistas de la literatura de terror.
Esta antología se diferencia de otras tantas anteriores en el hecho de que los editores han ido mucho más atrás en el tiempo para encontrar piezas del periodo medieval que son desconocidas, en general, para el público español como para incluirlas en este tomo. Con lo cual ya tenemos un plus, un aliciente más para hacernos con un ejemplar.
De la edad media partimos, con cuentos en latín que han sido traducidos al español para esta edición, hasta llegar a la década de 1950, pasando antes por la época del romanticismo y la edad victoriana, siempre teniendo como referencia el clásico de John Polidori de 1819 "El vampiro".
Así, el primer capítulo trata sobre los Revinientes y vampiros de la edad media. ¿Qué son exactamente los Revinientes? Aquellos vampiros que se despertaban ya sepultados y que, al no poder escapar de la losa que los mantenía allí, se dedicaban a morder la mortaja que los cubría, en un éxtasis de hambre frenético. Tenemos cuentos de varios escritores antiguos, como William de Newburgh, Walter Map o Geoffrey de Burton, y que tratan temas religiosos y ocultistas, parábolas o leyendas sobre muertos que vuelven de la tumba y otros prodigios y milagros. Se trata del género conocido como "misceláneas", muy común en los años medievales, entre el 1100 y el 1200, rimas y leyendas tradicionales y folclóricas, no exentas de humor.
En el segundo capítulo entramos ya en el romanticismo, una época clave para el desarrollo del vampiro en la literatura. Arrancando como lo comentábamos antes, con "El vampiro" de Polidori, este cuento es verdaderamente singular en cuanto que fue publicado primero por "autor anónimo", y tuvo una tortuosa historia relacionada a su autoría. Aquí el modelo del vampiro está basado en la figura del poeta Lord Byron, que a su vez escribió una pieza llamada "Fragmento de una narración", también de vampiros, aunque inacabada.
Ya en 1872 llega "Carmilla" de Sheridan Le Fanu, verdadero precursor del Drácula de Stoker. Si bien es una historia bastante repetida, no deja de llamarme nunca la atención la subtrama homoerótica presente en este cuento, que tiene un final bastante "gore" para la época y es de los mejores cuentos de vampiros de todos los tiempos. En esta época aparecen una miríada de autores que elaboran y reelaboran el mito del vampiro, con menor o mayor suerte. El Conde Stenbock, con su "Historia verdadera de un vampiro", Julian Hawthorne, con "La tumba de Etelinda Fionguala", donde de nuevo aparece la mujer vampiro/mujer fatal... Y llegando ya casi al año 1900, con el relato "El huésped de Drácula", una pieza menor que fue descartada de la novela por el propio Stoker, pero que reviste el interés necesario para ser incluida en esta antología.
Llegamos al siglo XX y, como dijimos, a la década de 1950, tenemos al vampiro moderno. Ya no tanto como el aristócrata europeo chupasangre, sino tomando otras formas de pesadilla según la época y sociedades que va transitando, influido también por los cambios científicos, psiquiátricos y tecnológicos.
Mary Wilkins Freeman, con "Luella Miller", nos habla de una vampiresa bastante violenta y vengativa, al igual que "La habitación de la Torre" del magnífico E. F. Benson, otro de los grandes del horror gótico eduardiano. En esta Torre también vive una vampira que se resiste a volver a la tumba, y atormenta por las noches a un desprevenido ocupante de la habitación, que sufrirá unas pesadillas en las que un ser oscuro, al que no puede ver, lo acecha muy cerca de su cuello, respirando y acercando su boca allí... Un verdadero clásico inolvidable, de los que más me gustaron del libro.
En 1926, H. P. Lovecraft escribe "El extraño" que, si bien no considero que sea estrictamente de vampirismo, es un autorretrato magnífico del autor. Un monstruo que sale al mundo desde su castillo en ruinas, que descubre una realidad impactante en este nuevo mundo de la vigilia... Otra obra maestra inolvidable.
Earl Pierce Jr., un autor pulp que publicaba en revistas de terror de los años treinta, nos deja un cuento de casa encantada con un habitante muy especial, en "La maldición de la casa Duryea". Un ejemplo perfecto del vampiro en el famoso género pulp.
Manly Wade Wellman y Greye La Spina, también ambos cultivadores de la literatura weird, nos entregan dos piezas maravillosas con vampiras que acechan a la luz de la luna, y dentro de la rutina de una casa de familia que parece normal. Hemos llegado a la década de los años cincuenta y ya los vampiros lucen muy diferentes a lo que fueron en las islas británicas, con Carmilla o Drácula... Y para mejor, realmente, porque la evolución ha permitido conocerlos con facetas nunca imaginadas. En este sentido, la tarea de los editores ha sido apabullante, la forma en que el mito va quedando retratado, además, a través de fotos, imágenes, grabados, pinturas y dibujos...
Leeremos también sobre las biografías de los autores, veremos los retratos de personajes históricos como Vlad Tepes y Elizabeth Bathory, que la leyenda siempre se ocupó de caracterizarlos como vampiros reales. Las pinturas de Goya, de Doré, de Nanteuil, que parecen mostrar a estos demonios en el acto de beber la sangre de sus víctimas, a veces caracterizados como íncubos o súcubos. La imagen de la Lamia, el demonio de la mitología que salía de la tumba por la noche para sorber el líquido vital de su enamorado. Las ilustraciones en aguafuerte para el relato del francés Theophile Gauthier, "La muerta enamorada", o las del serial penny dreadful "Varney, el vampiro", las tendremos todas aquí, con lo cual vamos a disfrutar de un compendio realmente muy lujoso y completo.
Creo que, en definitiva, no puede pedírsele más a esta edición, lo que ha logrado ediciones Akal ha sido superarse con cada nueva entrega, y esta no es la excepción. Un tomo infaltable para cualquier fanático del vampirismo y de la literatura de horror en general.
Sin palabras quedo ante tan gran maravilla.
Violeta Lila
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Comentario de los lectores:
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