Una reina al poder (Los Médici 3)

Opinión:

Inquieta, despierta y siempre con ganas de aprender, Catalina de Médici tiene que acostumbrarse a ser una extranjera, una comerciante italiana despreciada por el mismo pueblo que le había acogido al haberse desposado y adquirido los títulos de duquesa de Orleans y princesa de Francia. "El Príncipe", de Nicolás de Maquiavelo, y otras novelas, alguna de ellas prohibida, van apareciendo en el relato y contribuyen a dibujar el perfil de una mujer nacida para ser reina.

Las intrigas no se hacen esperar y a la muerte del heredero francés se sospecha del matrimonio al estar situados en la siguiente línea de sucesión, por lo que todas las miradas apuntan a los hombres del séquito de Catalina, que se convierte a su vez en sospechosa de haber dado muerte al delfín que ha fallecido de la misma manera que lo hizo Felipe el Hermoso: bebiendo agua fría después de un partido de pelota. A partir de este momento comenzamos a vislumbrar una trama política en la que están envueltos el duque de Milán, el papa, el emperador Carlos V y los Borbones de Navarra.

Apasionada de la astrología, de la filosofía y de las ciencias ocultas decide ponerse en contacto con Nostradamus quien irrumpe en escena aportando a la novela algo de magia y una buena dosis de aventuras protagonizadas por Raymond de Polignac, un guardaespaldas al servicio de Catalina que viaja en busca del astrólogo acompañando a una de sus damas. Toda la ayuda que recibirá se ve empañada por las predicciones acerca del futuro de Francia.

La incapacidad de gobernar de Enrique II y de los hijos del matrimonio deja en manos de Catalina el mando de Francia, situación que Felipe II aprovecha para desestabilizar la corona francesa y poner fin a la Casa de Valois y establecer la dinastía de los Borbones a través de las guerras de religión que iban a enfrentar entre sí a los franceses que apoyaban a reformistas, cristianos y calvinistas. Curiosidades de la vida, su tercera esposa, Isabel de Valois, era hija de Catalina y por lo tanto perteneciente a la misma casa que ahora pretendía destruir.

Diana de Poitiers, una ramera que gobierna sobre Enrique desde que le libró de la locura tras los años que estuvo encerrado junto a su hermano en las mazmorras del castillo de Madrid, y la escocesa Elizabeth MacGregor, son dos de las amantes de Enrique II que le pusieron las cosas difíciles a Catalina. Con su participación en la novela la trama se plaga de conspiraciones, de disputas por celos y de traiciones que se mezclan con el tema político en una gran partida en la que cada peón se mueve pensando en el futuro de Francia.

Una novela histórica de principio a fin en la que asistimos a uno de los momentos cumbre de la Historia de Francia y al final de la dinastía de los Médici en el poder.

La narración, como ya he comentado en las anteriores novelas de la trilogía de los Médici de Matteo Strukul, está elaborada de forma que el lector se sienta cómodo leyendo y disfrute al introducirse en la amplia historia de esta familia; una dinastía que siempre estuvo cercana al poder.

En general, recomiendo su lectura completa pues abarca muchos acontecimientos acaecidos en el Renacimiento dentro del siempre complejo mapa europeo.

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