Una marea oscura y letal

Opinión:

"Una marea oscura y letal" tiene una mezcla de fantasía de lo más interesante. El sistema de magia está basado en el agua y todas las criaturas e historias (muchas de las cuales se intercalan en la narración y a veces son pistas de la misma) están basadas en el folklore alemán. 

La situación de inicio es un conjunto de reinos que, tras una guerra, han sido unificados bajo la bandera del rey Wilhelm. Este ha mantenido a su lado a los nobles de los otros reinos y ha creado una relación sólida entre ellos, pero aun así su reinado es inestable. De hecho, el territorio del que es heredera Sylvia está al borde de la rebelión al tener costumbres muy diferentes a las de su nuevo rey. Por ello, Wilhelm decide consolidarse encontrando un manantial mítico que entrega poderes increíbles y para ello envía una expedición con esos jóvenes nobles a los que ahora considera amigos suyos.

La única que no encaja en la expedición es Lorelei, que esconde su magia y pertenece a una comunidad que tiene muchos paralelismos con los judíos y que está en la misma situación que estos a lo largo de la historia: sufren toda clase de discriminaciones, son siempre los cabezas de turco y están aislados de los demás incluso físicamente, ya que sus barrios están amurallados. Aun así, la chica, de la mano de su mentora, ha logrado coliderar la expedición, lo que la acerca a su sueño de conseguir algunos privilegios que le permitan viajar con libertad en el futuro.

Todo se desmorona pronto, cuando asesinen a su mentora y quede claro que, si no caza al culpable, ella y su comunidad serán de nuevo los cabezas de turco. Sylvia, a la que presta desde el primer momento una atención excesiva (por lo que no sorprende el romance sáfico cuando llega), es la única de la que no sospecha. Pero tampoco confía en ella y tendrá que indagar en solitario, aunque la mayoría de los miembros de la expedición la odian.

Es, por tanto, más una novela de misterio en un enclave de fantasía que un dark academia, ya que no hay ambiente académico y lo que predominan son, por un lado, el misterio de quién es el asesino (todos pueden tener motivos) y, por otro lado, la aventura de la búsqueda del manantial y los peligros del camino.

En ese último punto es en el que cobra más fuerza Sylvia, un personaje totalmente idealizado (preciosa, encantadora, carismática...) que aborda la relación con las criaturas mágicas de una forma muy especial: empatizando con ellas. Eso choca con Lorelei, cuya forma de ser es opuesta, aunque poco a poco empiezan a acercarse en un romance inevitable. Este es lo bastante interesante por todo lo que tienen en contra las dos, pero a la vez es lo suficientemente discreto como para que el resto de la historia brille.

Con todos esos elementos, y una atmósfera muy currada, la narración fluye muy bien en general, aunque quizás el misterio es un poco flojo al no ahondarse lo suficiente en el resto de la expedición. Además, al final me quedé con la sensación de que no todo había quedado cerrado satisfactoriamente pero, en cualquier caso, es una novela disfrutable.

*Publicada por Umbriel Editores.

Déborah F. Muñoz