Una maldita historia

Opinión:

Esta novela empieza con el relato de Henry de su vida, de todo lo que acontece y que está relacionado con su gran amor, Naomi, la chica que desaparece, o su familia (está adoptado por una pareja de lesbianas, una de las cuales es sordomuda). Rápidamente nos muestran el asesinato de una joven y muy pronto queda claro que Naomi es la asesinada y Henry, debido a su pelea grabada, el principal sospechoso. Pero también tenemos una historia paralela acerca de un hombre muy poderoso, Grant Augustine, un tipo muy rico que se presenta a las elecciones por Virginia, que controla todo lo que se puede controlar y más, porque se dedica al mundo de la vigilancia y no se le escapa nada: e-mails, teléfonos, drones, internet, gps, cámaras públicas y privadas… lo que sea. Más incluso que el propio FBI, la CIA o cualquier organización de vigilancia que se os pueda ocurrir. Y dispone de todos sus recursos para localizar a un joven que enseguida sabremos (nosotros, él más tarde) que es su hijo. Así pues ¿cómo acaba su hijo en una familia tan particular y escondida del mundo? Porque Henry tiene una norma en casa: prohibido hacerse perfiles de facebook ni nada que le pueda poner a la vista del mundo, algo que él acepta con resignación.

La cuestión es que junto a Grant Augustine, dueño de la WatchCorp, conocemos la corrupción y el poder, entre otras cosas, y a Jay, su brazo derecho, el que se encarga de las cosas sucias. Un tipo, Jay, que es leal a muerte aunque se dé cuenta de que su amigo avanza y él se estanca, sin embargo tendrá su gran oportunidad más adelante. A su vez éste recurre a Noah Reynolds para que le ayude en la investigación, un ex poli. Con estos señores nos movemos todo el tiempo en la búsqueda con los medios más efectivos y, al mismo tiempo, nos damos cuenta de lo vulnerables que somos los internautas, o simplemente los que tenemos móviles. Noah es el que llega más lejos, el que nos proporcionará la verdad que oculta la vida de la familia de Liv, Frances y Henry.

Junto a la pandilla vivimos la forma en que unos amigos que se han prometido amistad eterna e incondicional, se enfrentan a la muerte de su amiga y al descubrimiento de secretos que ella no había contado a nadie. A Henry, de hecho, lo veremos mucho más implicado porque tenemos claro que la diana es él y el dardo le apunta, así que se desvivirá por encontrar al culpable y, quizás por esa sensación de no tener ya nada que perder, se arriesga a hacer cosas que alguien normal jamás haría. Bien, él nos lo cuenta todo, de modo que su versión es la novela, excepto… cuando entran en juego Noah Reynolds y sus investigaciones.

Grant Augustine no es un tipo que nos vaya a caer bien, Henry nos da pena pero le vemos resolver cada escollo que se le pone por delante (incluso su arrojo va a más), el jefe Krueger (el sheriff) sí nos cae bien, Jay… a Jay es fácil tenerle miedo, lo mismo que a la familia Oates (con estos últimos tenemos los niveles de tensión o peligrosidad más altos)… y puestos a ensalzar personajes que no se nos olviden Frances (la madre sordomuda) y Liv (la madre con más carácter), dos mujeres que esconden un pasado que jamás imaginaríamos.

Esta es una de esas novelas que tienen un gran giro argumental al final de la historia, pero no es un conejo sacado de la chistera. Convenza o no, está muy bien hecho porque si echas la vista atrás y cotejas datos te das cuenta de que lo que sabemos es por boca de alguien, de modo que al autor no se le ha escapado nada. Y tiene, además, un final con justicia poética, de esos que a mí me encantan (imaginad a la madrastra de Blancanieves, mala y perversa, que acaba bajo el yugo de alguien mucho más inteligente y que, además, tiene algo contra ella) Pues así acabaremos, pero ¿con quién?, ¿por qué? Sea como sea el final a mí sí me ha gustado porque me ha convencido cómo ha ejecutado Bernard Minier la historia. Minier es un buen escritor porque es bueno en conjunto, estilo, trama y ejecución de la historia.

A los que ponen en duda las historias tan complejas porque no se las creen… les recuerdo que a veces no creemos que haya gente tan retorcida porque nosotros no lo somos, y nos cuesta entender mentes tan perversas, pero una vez conoces a gente muy retorcida sabes que hasta esto puede ser posible.

Quédate con lo bien que ha ejecutado una trama tan complicada y la valorarás más. Yo sí recomiendo "Una maldita historia".

Anika Lillo

Foto homenaje: