Anika entre libros

Un puñado de flechas

Ficha realizada por: Rafael Ruiz Pleguezuelos
Un puñado de flechas

Título: Un puñado de flechas
Título Original: (Un puñado de flechas, 2024)
Autor: María Gainza
Editorial: Anagrama
Colección: Narrativas Hispánicas


Copyright:

© 2024, María Gainza, Anagrama
© 2024, Editorial Anagrama, S.A.

Ilustraciones: B/N
Edición: 1ª Edición: Mayo 2024
ISBN: 9788433924322
Tapa: Blanda
Etiquetas: arte autobiográfica coleccionismo relatos narrativa literatura argentina pintura historia del arte sobre literatura estética crítica artística creatividad ensayo novelado libros ilustrados
Nº de páginas: 248

Argumento:

María Gainza (Buenos Aires), reconocida por su capacidad para entrelazar arte y literatura, presenta en "Un puñado de flechas", una obra magnífica que transita entre el ensayo y la narración. En esta colección de textos, la autora argentina nos sumerge en su experiencia como crítica de arte y amante apasionada de la pintura, ofreciendo una mirada única sobre la seducción del arte, el mundo del coleccionismo y el mercado artístico. A lo largo de sus páginas, el lector se adentra en relatos fascinantes sobre marchantes, artistas y obras que marcaron la vida de Gainza, en un recorrido que mezcla historia personal con reflexiones estéticas. Con una prosa magnética y llena de hallazgos, la autora ilumina la experiencia de disfrute del hecho artístico, logrando un libro que es, al mismo tiempo, una exploración literaria y una celebración del impulso de mirar, atesorar y vivir el arte.

 

Opinión:

 

Uno de mis más gratos descubrimientos de esta temporada -aunque publicado en mayo de 2024-, en "Un puñado de flechas", María Gainza vuelve a demostrar su talento para escribir sobre arte con una personalidad y profundidad poco comunes. Su mirada no es la de una historiadora o una especialista académica, sino la de alguien que ha vivido el arte de manera visceral, que ha hecho de la observación y la escritura una forma de habitar el mundo. A diferencia de sus anteriores libros, como El nervio óptico, en este volumen la autora adopta un enfoque más ensayístico, pero sin perder la frescura y el magnetismo de su estilo narrativo.

Desde el inicio, Gainza nos lleva por una serie de historias en las que el arte no es solo un objeto de contemplación, sino también una excusa para hablar de pasiones humanas, de obsesiones, de las extrañas relaciones entre el mercado y la sensibilidad artística. Cada capítulo es una pequeña joya en la que el arte y la vida se entrelazan: una acuarela de Cézanne robada, una visita al Walden Pond de Thoreau, la historia de un marchante excéntrico o el misterio de Bodhi Wind. Son textos en los que la autora despliega su capacidad para narrar con humor, con nostalgia, con una inteligencia aguda y con una sensibilidad extraordinaria.

Uno de los grandes méritos del libro es que, sin caer nunca en lo didáctico, el lector termina aprendiendo sobre arte a medida que avanza en la lectura. Gainza no explica, sino que cuenta, y en su narración lo pictórico se convierte en literario: hay cuadros, pinceladas, texturas, sombras y matices en cada una de sus frases. Pero, además, la autora sabe jugar con el lenguaje de una manera única, evitando frases trilladas y lugares comunes. Sus expresiones son de una precisión y pasión asombrosa: "Siempre supe que Cézanne era un artista superior, como se sabe que en la jerarquía celestial los serafines están arriba del todo." O esta otra reflexión sobre el coleccionismo: "El coleccionista dista de ser una máquina de decisiones fríamente calculadas. Parece, más bien, la víctima indefensa." Algunas de sus frases tienen tal contundencia que bien podrían ser tomadas como aforismos: "La mayoría de los artistas son convertidos al arte por el arte mismo."

En cada capítulo hay una historia, pero también un recorrido autobiográfico. La autora nos habla de sus propias experiencias con el arte, sus encuentros con galeristas y coleccionistas, sus errores y sus descubrimientos, la forma en que las obras han acompañado su vida. Es un libro que, en el fondo, nos habla del esfuerzo imposible pero fascinante de describir lo inefable, de atrapar en palabras lo que muchas veces solo puede ser sentido. En este sentido, "Un puñado de flechas" es un libro que se parece mucho a la pintura misma: no nos da respuestas, sino que nos obliga a mirar de otra manera.

Con un lenguaje lleno de hallazgos, una estructura libre pero muy precisa y una pasión que se transmite en cada página, María Gainza ha escrito un libro memorable. Sin duda, una de las lecturas imprescindibles de la temporada.

 

Rafael Ruiz Pleguezuelos

 

 

 

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