Un mundo sin fin (Los pilares de la tierra II)
Título: Un mundo sin fin (Los pilares de la tierra II)
Título Original: (A World Without End, 2007)
Autor: Ken Follett
Editorial:
Plaza & Janés
Colección: Éxitos
Copyright:
© Ken Follett, 2007
© Random House Mondadori, 2007
Traducción: AnuvelaEdición: 1ª Edición, Diciembre 2007
ISBN: 9788401336560
Tapa: Dura
Etiquetas: clases sociales romance drama novela dramática ficción histórica histórica novela dramática sagas familiares best seller catedrales siglo XIV la peste bilogías
Nº de páginas: 1184
Argumento:
A principios del Siglo XIV Kingsbridge ya es una importante
ciudad de Inglaterra. En esta población viven los descendientes de
los protagonistas de una historia vivida en este pueblo 200 años
antes durante la construcción de la catedral. Durante casi 40 años,
el libro explica la historia de la ciudad a través de la vida de
dos hermanos y de dos chicas.
Los hermanos son hijos de un antiguo noble que perdió las tierras.
Los cuatro son testigos de un hecho en el bosque que condicionará
parte de sus vidas. Uno de los hijos se convierte en escudero y más
tarde asciende de clase, el otro en un importante carpintero y
constructor. Este último se enamora de una de la chicas, de buena
familia, y vivirá distintas historias relacionadas con la medicina
y la iglesia. Finalmente la última chica, amiga de la anterior y de
clase baja, hija de un ladrón, hará lo posible para mejorar su
condición social.
Todo esto en el entorno de la catedral y su monasterio, con los
monjes, los comerciantes y los nobles como protagonistas. Y con una
invitada de última hora, la peste.
Todo con gran dosis de traiciones, engaños, amores y
desamores.
Opinión:
Enric Xicoy
Si digo que leí Un mundo sin
fin de Ken Follett en 11 días quiere decir que leí un
promedio de 115 páginas al día. Con este dato me parece que
demuestro que el libro me enganchó desde el primer momento y que ya
no lo pude dejar. No hace falta decir que para que esto pase, es
necesaria una predisposición a la lectura, en mi caso basada en
varios motivos. El primero es que la lectura de Los pilares de la tierra
fue, también, muy absorbente. Con aquel precedente era de esperar
que ahora me pasara lo mismo. El segundo motivo, que en realidad
debería ser el primero, es que disponía del libro. Os debo confesar
que éste lo tuve antes de que se pusiera en venta: algún privilegio
debe tener el hijo y hermano de un librero. Y la última motivación
previa es que o lo leía durante las fiestas de Navidad o cuando
volviera a la rutina diaria me sería muy difícil poder continuar
con la lectura.
Pero todos estos privilegios no habrían servido de nada si la
narración no me hubiese cautivado desde el principio. Y en esto Ken
Follett tiene experiencia. Una escena vivida en el bosque por
cuatro niños en el que hay dos asesinatos y un personaje misterioso
que esconde una carta bajo tierra o te atrapa o te hace abandonar
la lectura.
Follett, por lo tanto, empieza la historia en el bosque. Es aquel
bosque que tanta literatura ha convertido en una metáfora de lo
salvaje, misterioso, primitivo, peligroso y temido. Aunque las
escenas que allí pasan no son muchas, el bosque siempre está
presente y aún más cuando ya intuimos que el secreto de la carta no
lo conoceremos hasta la última parte del libro.
El texto no deja de ser un bosque argumental, al estilo de un
laberinto. Ken Follett sigue una estrategia narrativa bastante
conocida. Más o menos en cada capítulo se resuelve un misterio
anterior y, a la vez, se plantean nuevos que quedan en suspenso.
Vaya, el mismo estilo que han imitado la mayoría de culebrones
televisivos. Además, el autor te da suficientes pistas para intuir
cómo se resolverán los problemas que se plantean. Éste puede ser
uno de los defectos de la obra, y es que a menudo las resoluciones
de los conflictos son bastante previsibles y el factor sorpresa
desaparece.
De hecho, el argumento del libro no acaba decepcionando. Si
entendemos como decepción que los cuatro niños del inicio del libro
no tengan el destino que creíamos que se merecían una vez son
adultos. Vaya, que el final feliz se deduce desde el principio.
Sólo te falta saber el cómo y el cuándo, el que
es fácil deducirlo. Per lo tanto, es como aquellos laberintos, para
continuar con la metáfora, de los pasatiempos: en los que ves el
punto de inicio, el punto de destino y sólo te falta acertar el
recorrido para llegar. Los amantes de las sorpresas y los giros de
último momento, que no esperen encontrarlos en este libro.
En lo que se refiere al argumento, tiene dos partes muy
diferenciadas. La primera mitad del libro es de presentación y
desarrollo de personajes. El tiempo, los años, pasan poco a poco y
esto permite dedicar más páginas a la descripción narrativa. En
cambio, en la segunda mitad del libro, o puede ser el último
tercio, los hechos pasan muy deprisa. Vaya, un poco como nos pasa
en la vida, que cuando somos jóvenes parece que nunca llegaremos a
ser adultos y cuando lo somos nos aterra la rapidez con que nos
acercamos a la vejez. Pero esto, en Un mundo sin fin,
provoca la sensación de ir a pasos acelerados hacia el fin del
libro y que perdemos detallismo. Por cierto, se ha dicho que este
libro habla de la peste como un elemento clave del argumento. Sí
que tiene un peso importante, pero ésta no aparece hasta más allá
de la mitad del libro y, al final, tampoco se le acaba dedicando
tantas páginas.
A pesar de ello, todo el libro está cargado de superficialidad.
Tildar la obra de "género histórico" puede ser excesivo. Sí que
pasa en el siglo XIV y sí que detalla cómo vivía la gente de la
época, pero la trama narrativa está por encima de la trama
reflexiva. Por supuesto que aparecen debates interesantes sobre el
papel de la Iglesia, de la medicina, de la burguesía y de la
nobleza. Pero son tratados con superficialidad. Dicho de otro modo,
el libro focaliza más la atención en la forma que en el fondo. Esta
superficialidad es lo que facilita que el libro se convierta en un
producto de masas.
El argumento puede estar cargado de maquiavelismo. Y es curioso
porque en la fecha en que acaba la historia del libro todavía
faltaban 100 años para que naciera Maquiavelo. Puede que sí que las
artes ideológicas y retorcidas de los protagonistas de la historia
son parecidas a la gente del siglo XIV, pero en algunos momentos
son poco creíbles.
Por cierto, para acabar, un par de errores de "raccord" que no
estoy seguro de que podamos adjudicar al autor sino a la traducción
(al menos en la edición en catalán, que es la que yo he leído). En
al menos dos ocasiones aparecen expresiones o frases hechas
relacionadas con las armas de fuego. En un momento, por ejemplo, se
dice que "le salió el tiro por la culata" un siglo antes de que
aparecerían los primeros rifles. Solamente detalles, minucias de
esas que tanto gustan buscar a los cazadores de errores de
coherencia histórica a las películas (como cuando un gladiador
empuña su arma con un reloj digital en la muñeca).
En definitiva, un libro grande más que un gran libro. Un
pasatiempo, un entretenimiento muy bien estructurado y
meticulosamente medido para que todas las piezas encajen a la
perfección. Con mucha traición, ambición y grandes dosis de
sexo.
Con descripciones detallistas, sobre todo cuando las mujeres se
desnudan, que satisfarán sobre todo al público masculino
heterosexual. Con unas semejanzas casi miméticas a Los pilares de la tierra.
En el fondo, es la misma historia, pero ambientada en otra época.
Sólo un consejo: intentad leerlo sentados en una mesa si no queréis
acabar en el fisioterapeuta cuando lo hayáis acabado.
Enric Xicoy. De su blog Ges
Avall
Raquel Alarcón
Esta novela no es, ni mucho menos, tan redonda como "Los pilares
de la tierra" en lo que se refiere a las relaciones entre las
historias de los distintos personajes. Ese secreto tan importante
del principio que se desvela al final no afecta directamente a la
vida de ningún protagonista, como sí ocurría con la muerte del
padre de Jack.
Por otro lado, el argumento consta de historias que van y vienen,
comienzan y terminan, pero no llegan a enganchar hasta el final
como en la anterior novela.
En cuanto a los personajes, Follett sabe muy bien que la mayoría
de sus lectores son mujeres, por eso crea unas heroínas fuertes y
capaces de cosas increíbles. Y los malos, pues malísimos y muy
parecidos a los de "Los pilares de la tierra": el bestia
(William-Ralph) y el ladino (Waleran-Godwyn/Ralph).
Doctor Lecter
Tiempo después de leer el último libro de Ken Follett, "En el
blanco", oí que iba a escribir la segunda parte de "Los Pilares de
la Tierra", y tuve mis reservas. Una segunda parte de uno de los
libros más exitosos de las últimas décadas no podría ser tan bueno
como el original, pero cuán equivocado estaba. Es incluso
mejor.
Absorbe cada una de las páginas de manera similar al primero, y
las mil y pico páginas que tiene se pasan volando. Esta
continuación tan esperada sigue la misma línea que su predecesora.
Un hecho ocurrido al principio será la clave de toda la historia
-en el primero era un ahorcamiento y en este es la misteriosa
carta-, y no se desvelará la verdad hasta el final, y al igual que
en el primero acompañamos a los cuatro niños protagonistas durante
el periplo de su vida a lo largo de treinta y cuatro años, pasando
por momentos felices y auténticas penurias y calamidades.
Y si en "Los pilares de la Tierra" algunos personajes eran
realmente odiosos los de éste no le van a la zaga. Es increíble lo
rastreros, mezquinos y crueles que llegan a ser éstos por alcanzar
sus objetivos, que, como es habitual en Ken Follett,
consiguen.
Existen algunas referencias a "Los Pilares de la Tierra" y a sus
protagonistas, pero hace casi diez años que lo leí y me acuerdo más
bien poco, así que tal vez me lo vuelva a leer, pero no de
momento.
Definitivamente Ken Follett ha conseguido repetir el éxito
arrollador que tuvo con "Los Pilares de la Tierra" allá en 1989
-¿de veras ha pasado tanto tiempo?-, por algo es uno de los mejores
escritores de nuestra época. Y sin duda este es un libro que hay
que leer.
Frases de esta opinión pueden utilizarse libremente en otros medios para promoción del libro, siempre que no se varíe y se mencionen al autor de la misma y al medio anikaentrelibros.com
Comentario de los lectores:
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