Un libro de familia

Opinión:

"Un libro de familia" está compuesto por una trama sencilla pero que tiene su gancho desde el primer momento: un hombre que se encuentra a sí mismo gracias a la escritura, tarea a la que se ve forzado por esa extraña tradición familiar que obliga a los primogénitos a reescribir la misma novela. Pero no es la misma, claro, porque cada autor le da su toque personal. No sabemos cómo era la inicial, solo la del padre de Orencio y la del propio Orencio, que no pueden ser más distintas.

A lo largo de las páginas, vemos a Orencio intentar escaquearse de su tarea, procrastinar todo lo que puede y un poco más, desesperar por el proceso creativo y finalmente tomar las riendas. Por supuesto, todo está conectado con su vida personal, que es un desastre: sobrevive gracias a trabajos esporádicos, ha dejado a su novia porque no quiere arrastrarla en su caída, es incapaz de acabar lo que empieza y está a punto de perderlo todo.

Lo más interesante, además de la evolución del protagonista, son el resto de personajes, que forman un peculiar conjunto: el tío empeñado en que quiere que su propio hijo continúe con la tradición, el vecino enano y agorafóbico, el amigo brillante pero que ha decidido vivir fuera del sistema (con todo lo que eso conlleva), la amante que se hace cortes porque es incapaz de superar la pérdida de su padre cuando era pequeña, el rumano que lo mismo te arregla el coche como que te arregla un empaste... Todos ellos son únicos y dan bastante vidilla a una historia que, de otro modo, quizás habría sido un poco sosa.

El libro además está bastante bien escrito y Santiago Pajares logra que la lectura sea amena en todo momento; aunque al principio se me hizo algo más cuesta arriba y me costó algo meterme en la historia, pronto comencé a sentir interés por la vida del protagonista y de quienes le rodeaban, siendo su escritura forzosa lo más anecdótico. Aun así, es un punto importante pues, en función de cómo vaya su relación con la novela, va su vida, con un innegable paralelismo donde llegar hasta el final con la escritura implica tomar las riendas de su vida. El final, sin embargo, aunque era lo que me esperaba, no ha acabado de convencerme, quizás hubiera sido mejor algo más pausado y menos oportuno para satisfacerme del todo, no sé.

En definitiva, una novela que me ha dejado buen sabor de boca y que se nutre de un planteamiento interesante y de la originalidad de sus personajes. Sin duda vale la pena leerlo.

Déborah F. Muñoz