Un general para Hitler

Opinión:

Madrid cambia de color y con ello lo hace también la mentalidad de sus gentes; de una ciudad luchadora hasta la extenuación, asediada y combatiente, se pasa, en cuestión de horas, a una urbe gris por los sueños rotos y las esperanzas truncadas. La llegada de la dictadura continúa con las persecuciones políticas, los juicios rápidos y, en algunos casos, la suerte y los cambios de destino; la guerra aún no ha terminado y hay muchos frentes en los que los republicanos pueden ser de utilidad en el nuevo régimen que se va a imponer.

La trama se centra en la vida de personajes fieles a la república, aunque alguno de ellos con ideales falangistas, que por defender la legitimidad democrática se encontraron en el lado de los vencidos. Su indiscutible compromiso les da una segunda oportunidad y emprenden el camino contrario para luchar por lo que consideran justo y porque creen en el futuro que se les promete.

El general Agustín Muñoz Grandes, su chofer Felipe Castro y su novia la enfermera Carolina, comparten sus destinos y conviven con sus diferentes ideales anteponiendo su amistad a las doctrinas más radicales de ambos bandos. El general y su chofer conocen bien sus lealtades después de haberse salvado la vida mutuamente en la Guerra de Marruecos; su participación en la Guerra Civil Española y en la Segunda Guerra Mundial reforzará su fidelidad.

El relato nos lleva hasta el conflicto de Gibraltar donde destinan al general Muñoz Grandes. Por sus méritos es el hombre destinado para dirigir la División Azul y marchar hasta la frontera rusa bajo el mando de los alemanes. Su destacado papel en ambos destinos es bien visto por Hitler, que ve en el general la única posibilidad de que España entre en la guerra, mientras que Franco y sus seguidores temen por su rápido ascenso y la importancia que está tomando tanto política como militar.

De todos los episodios narrados cronológicamente, éste es sin duda el que más clarifica nuestra participación en la segunda guerra mundial. La División Azul se formó con voluntarios de ambos bandos, con diferentes ideales y distintas perspectivas de futuro: unos huir e internarse en Rusia, otros ganar laureles que les proporcionase un puesto en la dictadura dando una continuidad al falangismo. La narración de los acontecimientos se leen con el interés que corresponde al momento histórico.

Las tramas políticas en torno a Franco con su cuñado el falangista Serrano Suñer y las pretensiones de Juan de Borbón para la restauración monárquica, se unen a los intereses económicos españoles que en su mayoría eran fruto de chantajes que inclinasen la balanza para participar o no en la guerra; un tablero que se movió, acertadamente o no, bajo la última palabra del dictador. Los motivos y sus decisiones se recogen a través de los capítulos y con ellos nos podemos hacer una idea bastante fiel de la jugada internacional.

La documentación histórica, un uso acertado en la intriga y la participación de un entramado internacional de espionaje, hacen que esta novela sea una muy recomendable lectura para quienes quieran conocer la importancia de nuestro papel en Gibraltar, el eje del Mediterráneo y las consecuencias que hubieran tenido otro tipo de decisiones.

Porlomenix