Un detective improbable

Opinión:

De las obras de Fernando Lalana, por lo que veo, hay unas cuantas reseñas en esta web, demostración de su ingente y variada producción (así como de sus múltiples premios), en la sección de LIJ. De hecho, yo mismo he reseñado dos de ellas, una más enfocada al Juvenil ("13 Perros y Medio"), y otra tal vez para una  edad un poco menor ("El manuscrito Sancho Panza"); o tal vez no... bueno, ambas entran en la categoría LIJ. Lo que sí encontramos, al menos en las dos que yo he leído, es que toda la obra destila humor; ojo, no es que las obras en sí sean de humor, pero sí están impregnadas con un humor que recorre prácticamente todas sus páginas, en mayor o menor medida según sea la obra, pero presente a lo largo de la misma.

En el caso en el que nos encontramos, el autor nos narra la primera y la última "aventura" de Fermín Escartín, protagonista de varias novelas anteriores; bueno, protagonista no del todo, porque en alguna ocasión aparece más como secundario de sus propias aventuras, en unos juegos metaliterarios a los que, por lo que parece, es aficionado el autor, porque en esta obra que estamos comentando lo vuelve a hacer. En la primera historia conoceremos de primera mano el porqué de la decisión del profesor de lingüística Fermín Escartín de abandonar su profesión y dedicarse a la investigación privada. Por supuesto, será el primer caso en el que se verá involucrado, y en el que se nos presentarán personajes y situaciones que aparecerán (aparecieron) en las anteriores novelas del personaje y, por supuesto, en las otras historias de este libro. 

Como digo, unas historias que destilan humor... hasta la última (o últimas, cuando lo leáis sabréis el porqué) que, dentro de su juego metaliterario, despierta tristeza e incluso ternura... aunque realmente, casi considero que se pierde un tanto en el excesivo (para mí) juego metaliterario, sobre todo pensando a quien va dirigido el libro (LIJ). 

Es un libro más enfocado a presentarnos al protagonista de novelas anteriores y, seguramente, a despedirnos del mismo (sobre todo por la "aparición" del autor en la última parte de la obra), entregándonos de paso un par de investigaciones entretenidas, cuanto menos.

J. Javier Arnau