Trazos de placer (Trilogía del placer 1)

Opinión:

Desde luego, si hay un género literario que esté experimentando un rotundo éxito tanto a nivel de ventas como de lecturas este es sin duda el romántico y, dentro de él, la novela erótica. Un género que, lógicamente, no es nuevo pero que a raíz de las 50 famosas sombras ha tomado un gran impulso convirtiéndose, la mayoría de las veces, en una apuesta firme en las editoriales, en un auténtico caballo ganador.

Son muchas las escritoras que se han abierto un importante hueco en este género. Una de ellas es la valenciana Elena Montagud que acaba de lanzar al mercado los dos primeros títulos de su trilogía "Tiéntame" (Trilogía del Placer) editada por Grijalbo y de la que he leído la primera entrega: "Trazos de placer". Una novela romántica y erótica que tiene sus puntitos que la hacen diferenciarse de otras muchas. No es una novela más de este estilo sino que tiene una sólida base literaria algo lógico teniendo en cuenta que su autora es filóloga (de ahí el guiño convirtiendo a su protagonista, Melissa, en otra filóloga).

"Trazos de placer" es una historia bella y muy adictiva. Una vez empiezas a leerla no puedes parar. Elena Montagud tiene un estilo literario muy fresco y ágil. En ningún momento de sus 381 páginas, la historia de Melissa sufre un bajón sino todo lo contrario: a medida que vamos avanzando en la lectura y llegando al final de esta primera entrega, la emoción y la tensión van aumentando. Esta tendencia la considero muy positiva porque no sólo da interés a la lectura sino que le aporta una calidad. Deja ver que la autora sabe cómo funciona el lenguaje y sabe manejarlo. Elena Montagud sabe escribir y comunicar con el lector. Es difícil escapar al vínculo y nexo que se crea.

Otro gran punto positivo que tiene la novela es la misma historia de su protagonista, una historia cercana y real con la que es fácil identificarse. Por desgracia, a muchas personas les ha ocurrido lo mismo que a ella, que las han abandonado casi sin pensarlo ni imaginarlo. Al conocer esto, entiendes el por qué del comportamiento que tiene Melissa, de ese miedo a enamorarse de nuevo, a esa tendencia a proteger su corazón aunque ello conlleve a convertirse en una persona fría o que parezca que sólo busca placer, en cierta forma, ser un poco egoísta. En un primer momento, y ha sido la primera idea que he tenido del personaje de Melissa, es que es una persona egoísta, que da la sensación de que utiliza a los hombres para su propio placer o deseo. Sin embargo, a medida que vas avanzando en la lectura, que vas conociendo su historia, la entiendes y te das cuenta de que esta fachada de persona egoísta es solo eso: mera fachada, que tras ella hay un corazón roto al que le está costando mucho reponerse. Esta cualidad es lo que más me ha gustado del personaje de Melissa. Para mí la hace mas humana y completa. Tiene cualidades de chica decidida y fuerte, pero también esa debilidad que provoca un sentimiento de empatía en el lector.

Melissa se debate a lo largo de la novela entre tres personas: por un lado tenemos a Aarón, un pintor para el que posa y por el que siente una enorme atracción. Aarón será su confidente. Luego está Héctor, su jefe y pronto su amante. La relación que tiene con él se resume en una palabra: puro deseo. Los encuentros entre ambos son el punto álgido de la novela. La pasión y el deseo se desata entre ellos a través de escenas en las que la autora no se ha cortado en nada. Y la tercera persona importante en la vida de Melissa es Germán, su ex. Conocemos a Germán a través de los propios recuerdos de Melissa. Es ella quien va compartiendo su historia, la relación que tuvieron. Aunque es triste ha sido la que más me ha gustado. Ha provocado en mí muchos sentimientos y me ha encantado la forma y la delicadeza con la que ha sido narrada.

Tanto Melissa, como Germán, Héctor y Aarón son personajes muy bien desarrollados y construidos. Algo idéntico sucede con los secundarios. Esto es algo muy frecuente en la mayoría de las novelas románticas y me parece muy positivo porque no deja ningún personaje flojo o carente de personalidad. Elena Montagud es buena a la hora de crear personajes y que éstos conecten con el lector.

"Trazos de placer" es una novela que se lee rápidamente no solo porque te atrapa sino porque está muy bien escrita. Como en todas las novelas de este género, el sexo está muy presente. Son escenas explícitas pero narradas con elegancia y sutileza. Más que pornografía lo que destaca en esta novela, en estas escenas, es el erotismo elegante y delicado. Son escenas bellas, que transmiten pasión. Elena Montagud ha logrado un perfecto equilibrio en ellas. Ninguna sobra, forman parte de la historia. No son escenas escritas para añadir paja o hacer que la novela sea erótica. No, desde un primer mometno se aprecia que tienen su gran importancia en el desarrollo de la historia, que sin ellas a la novela le faltaría algo muy esencial.

"Trazos de placer" es, como he indicado, la primera entrega de una trilogía que no ha podido tener mejor inicio. No es una trilogía erótica más; en ella hay una fuerte base literaria. Elena Montagud  es una autora muy a tener en cuenta. Su estilo es elegante, fresco, directo, divertido y alegre. Una autora que sabe como hacer que el lector se meta de lleno en la historia y que lo pase bien. Una lectura altamente recomendable sin lugar a dudas.

Ysabel M.